Parte 6

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5 de febrero del 2019

Ada

Hoy nos daban la noticia si pasábamos a la academia, estaba ansiosa y desesperada por saber si llamaban, así que desde la madrugada estaba como búho mirando de un lado a otro el techo de mi pieza sin saber que hacer y con el celular en mano esperando la llamada.

En algún momento me dormí, lo sé porque me sobresalté cuando algo estaba vibrando sobre alguna de mis nalgas y no supe que era, pero cuando se detuvo, volvió a vibrar y se escuchó el tono de mi teléfono despierto completamente y rápido atiendo la llamada.

- ¿Usted es Ada Cox? – suena desde la bocina de mi celular

- Si... - digo a la expectativa, medio dormida y conteniendo un bostezo

- La llamo de la academia Brand Street, para felicitarla y decirle que ha sido una de las ganadoras de la beca

- ...

- ¿Hola, hay alguien ahí?

- ...

- Ada , ¿se encuentra ahí?

- Emm ... sí, claro... mmm... gracias

- ¿Está bien? espero verla en la academia el 7 de febrero para comenzar los ensayos y papeleo

- ... Gracias

Estaba en shock, ¿Qué hora era? ¿Cuánto había dormido para que me despertara por la llamada de la academia? ¿Dónde estaba Amy si ella siempre me despertaba temprano?

Salgo de la habitación para buscar a Amy, pero ella yace parada al frente de la puerta de su habitación con la mirada perdida en algún punto de esta y con el celular en mano.

- Está muy entretenida la puerta por lo que veo – le digo en burla - ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

- ...

- Amy, que haces?

- ...

- Amy ¿Qué pasa?

- No... Voy a llorar... Ady...

- ¿Qué? No me preocupes así

- No... no esta entretenida la puerta

- Ya lo sé – ruedo los ojos – Estúpida, ¿que tienes?

- Pasé

- Si, pasaste la puerta, ¿y? ¿qué paso? – volví a insistir.

- Ugh, eres medio lela – Dice saliendo de su estado de consternación – ¡Entré a la academia! Siiiii, no lo puedo creer, yo lo había dudado... – y así de la nada empieza a saltar de un lado a otro, haciéndole competencia a un canguro, y soltando cuanta palabra se le cruzaba por la mente, estaba histérica.

La miré divertida hasta que se calmó y cayó en cuenta que yo no había dicho nada. Se puso seria:

- ¿Y tú? ¿Por qué no saltas conmigo?

- Pues... – me interrumpió

- NOO, no te aceptaron, pero como así, si tú eres excelente – empezó a temblarle el labio inferior- ahora yo que voy a hacer... - y así de la nada en menos de tres segundo y sin dejarme hablar empieza a llorar y a soltar más palabrería, pero triste.

- ¿Te puedes calmar?

- Pero tu... - solloza- ¿cómo estás tan tranquila? – se sorbe los mocos y la miro con asco- mi vida se acabaría si no te aceptaran.

- Si me dejaras hablar, sabrías que sí, si pasé, que también entré.

Y otra vez, sin más, con otro cambio de humor repentino salta sobre mí llena de felicidad, lo que provoca que nos caigamos al suelo y vaya de lleno contra la alfombra, con ella encima pegada como una babosa, riendo y chillando como una loca.

-Sabes qué – se separa de repente con una sonrisa – vamos a celebrar, hoy en la noche nos acabaremos el alcohol de ese bar y bailaremos hasta que nuestros pies no aguanten – Se pone de pie y se va a la calle en pijama. ¿A esta que le pasa? Al parecer hoy se le corrió el shampoo más de lo normal o una de las pocas tuercas que le quedaban en la cabeza se le aflojó más.

Por mi parte voy al baño, hago pis y tomo una ducha relajante. Cuando salgo veo la hora, y al parecer dormí hasta medio día, así que con hambre y la nula capacidad para cocinar pido a domicilio desayuno y almuerzo al mismo tiempo para mí y para Amy, que lo más probable es que volviera enseguida, porque en pijama ¿a dónde podía ir?

Luego de que Amy llegara de no sé dónde tomamos nuestro desayuno/almuerzo y cada una se fue a su habitación. Ella a descansar y yo a relajarme. De pronto empiezo a escuchar una molesta mosca zumbando de lado a lado por la habitación ¿de dónde salió? Al principio no le puse atención, pero después de 30 segundos me fastidió tanto que tuve que levantarme a matarla, entonces probé diferentes técnicas para aniquilar moscas, la primera era pegarle con un trapo, no pude, echándole raid, tampoco pude, fui por una sartén para pegarle y tampoco pude (solo dañé la sartén y la escondí debajo de la cama), ¿cuál era mi última opción? Pues a punta de aplausos ¿quién no lo ha hecho?, parecía estúpida corriendo por toda la habitación detrás de la maldita mosca, pero era mi única opción.

- ¿Por qué estas aplaudiendo sola en la habitación? – Amy me mira desde la puerta como si estuviera loca

- Llevo 15 minutos tratando de matar una maldita mosca

- A estas alturas estará pensando que te encanta como vuela y la estas animando a que vuele más – dice divertida, repasa mi habitación, entra y abre la ventana, haciendo que automáticamente la mosca salga y deje de molestar

- Pff yo ya la iba a matar – dije tratando de mantener mi dignidad intacta por no haber pensado en la solución más fácil y efectiva

- Si claro – rueda los ojos – empieza a alistarte para salir a comer algo y salir por ahí

- OKey

Siendo una noche especial nos arreglamos con lindos vestidos y tacones, esta noche la íbamos a pasar en grande. Yo iba con un vestido dorado corto de strapless con tacones altos a juego y el cabello recogido, por otra parte, Amy tenía un vestido rosado platinado con tirantes, escote y tacones a juego también.

...

Estando en la disco igual que la vez anterior nos dirigimos a la barra a tomarnos algunos tragos para calentar, mientras hablábamos de cosas banales y mirábamos hacia la pista, por curiosidad volteé hacia la mesa donde estaba aquel chico la otra vez y para mi sorpresa estaba ahí riendo, viéndose como un verdadero ángel junto con otros chicos a quienes no les puse cuidado. Esta vez no estaba dispuesta a que me volviera a rechazar, así que subí un poco mi vestido, arreglé mi labial y me dispuse a caminar hacia su mesa.

- ¿A dónde vas? – Amy me detiene por el antebrazo – tan rápido me dejas sola – hace un puchero

- Te comunico que el chico sexy de la otra vez está aquí, así que iré a conquistarlo y a bailar con el - sonreí de manera maliciosa

- ¿Y yo con quien voy? – hace una mueca de inconformidad

- Sabes, el chico sexy tiene acompañantes, vayamos, yo saco al chico sexy mientras tu sacas a cualquiera de sus dos acompañantes y ¡Tadá! todo arreglado.

Sopesando la idea Amy asiente y sonríe, se acomoda el vestido y nos dirigimos hacia la mesa de nuestra siguiente... ¿acostón?

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora