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Departamento de Policía, Nueva York

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—¡Silencio!— espetó el General de Brigada de las fuerzas especiales mientras ponía el teléfono en altavoz.

"En las últimas 24 horas han notificado el secuestro de seis estudiantes de la preparatoria pública en Texas y dos universitarias en Arizona"

"Los testigos afirman haber visto tres vehículos de color negro asediando dicha institución horas atrás"

"Los familiares se niegan a dar declaraciones a la prensa"

"Se han encontrado dos cuerpos descompuestos en Brooklyn, aún sin identificar"

—Esto... es... cada vez... peor— balbuceó Erd.

—Empiezo a temer por mis hijos— comentó Gunther decepcionado —, Y por mi esposa.

El General Ackerman empezó a caminar de un lado a otro, estresado. De repente, la puerta se abrió de golpe e ingresó a la oficina Hanji Zoe, la médico forense asignada al departamento de investigación.

—No te preocupes, Günther... estos secuestradores buscan hermosas chicas rubias, dudo que tu esposa sea un blanco.

—¿Qué traes ahí, cuatrojos de mierda?— cuestionó Levi arrebatándole los informes.

—Con tecnología de punta logramos identificar a uno de los cadáveres de Brooklyn, se trata de una estudiante de preparatoria de 16 años, y según testimonios, se le vio por última vez en un bar a media noche.

—Aún no me reportan nada, ¿quién está investigando?— indagó notablemente molesto.

—No sé los detalles, pero el FBI ya está en el lugar.

—¿El FBI?— intervino Pieck, dudosa acercándose a la forense.

—Hubo algunos cambios en la sede principal y la nueva agente especial es quien dirigirá la investigación— explicó Hanji, por lo cual, Levi alzó una ceja.

—¿Una mujer al frente de la investigación?¿Y eso que tiene que ver con nosotros o con Smith?— interrogó él con incredulidad.

—No lo sé, pero él mismo le transfirió el caso— respondió ella, arrebatándole los documentos para luego darle la espalda —. Si todo marcha bien, la conocerás muy pronto— finalizó abandonando la oficina.

—No vamos a quedarnos aquí sentados mientras el FBI actúa, ¡muévanse!— ordenó Levi poniéndose su cazadora para salir de la oficina.

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Brooklyn

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El Comisario General Comandante de la Policía, Erwin Smith se encontraba reunido en el sitio de los hechos junto a la Agente Especial al mando Helena Campbell.

—Con todo esto podremos reabrir el caso de hace tres años— sentenció Erwin examinando los papeles.

—No lo hice sola. El agente Arlett confiscó todas las grabaciones de las cámaras de seguridad y obtuvo algunos datos bancarios de los clientes más frecuentes y el agente Jaeger investigó directamente a todos los testigos y familiares.

—Lo sé, pero tú los has dirigido... lo has hecho excelente — finalizó Erwin regalándole una cálida sonrisa.

Helena le devolvió el gesto a la vez que le extendía copias de las múltiples evidencias.

—Así que aquí estás, cejotas— escupió el General de Brigada.

—Oh. Capitán Ackerman, ¿Qué hace aquí?— reprochó Erwin discretamente —, No recuerdo haber solicitado su presencia.

—Hay dos cadáveres sin investigar, no podía sentarme a esperar que el caso se resolviera solo— espetó él, irritado por la reprimenda del Comisario.

—De hecho, no hay más caso...— interrumpió la pelirroja, captando la atención del pelinegro.

—Así es, el FBI lo resolvió completamente— agregó Erwin. El General de brigada no pudo evitar sentir una sensación de molestia y desconfianza —. Casi lo olvido, General Levi, ella es la Agente especial al mando, Helena Campbell... Helena, él es el hombre de quien estuve hablándote... Trabajarán juntos de ahora en adelante.

—Levi Ackerman... Un gusto— dijo él con un tono seco y serio mientras extendía su mano para saludarla.

—El gusto es mío...— respondió ella, totalmente incómoda.

—De hecho, planeaba presentarlos hasta mañana, pero ya que el General está aquí, podemos almorzar juntos— añadió el Comisario.

—Lo siento, Erwin... tengo asuntos pendientes en la oficina— recalcó Helena sin quitarle los ojos de encima al pelinegro —, Será en otra ocasión.

Acto seguido, la Agente Campbell se despidió del Comisario General Comandante con un corto beso en la mejilla y después abordó un Nissan Versa 2022. El General de brigada veía la escena con una expresión de molestia, sin embargo, se limitó a chasquear la lengua.

—¿Son amigos?— interrogó él, fijando su atención en el auto.

—Solo cuando necesita un favor. Pero es muy competente y eficiente en su trabajo, harán un excelente equipo— respondió Erwin.

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