Capítulo 4

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Octavia

Descendemos en la pista de aterrizaje donde varios hangares destinados a las familias de los estudiantes se extienden. El jet se dirige al hangar donde un Holler se posiciona con letras doradas y focos que alumbran mi apellido, dando referencia que es exclusivamente para mi uso. Al bajarme con pasos firmes mi vestido es ondeado ligeramente por el viento que traía el olor salado del mar. Dos camionetas negras mates están esperando con las puertas abiertas, para transportarnos a la entrada del salón de eventos. Los conductores, abrieron las puertas mientras las chicas me seguían de cerca.

— Bienvenidas — dice un hombre de traje negro, posa su mirada en mi y la baja enseguida — Bienvenida, señora Holler, es un honor tenerla de nuevo por aca.

No respondo, las cortesías no me importan de personas que ni registro.

Me acomodo en el asiento trasero, sintiendo el cuero suave bajo mis manos, mientras observo como Zaira y Laika me imitan. Tasya cierra la puerta y como es la jefa de mi seguridad esta noche, ya que el comandante líder no viene por controlar la fortaleza, ella queda como encargada, ordenando a los soldatos.

La camioneta avanza suavemente, dejando atrás la zona de aeroparque. El camino estaba totalmente iluminado con las redes de luces que se enredaban en el tronco de las palmeras que se posicionan en los bordes de la calle, dando una elegancia sostenida.

— Creo que este año será inolvidable — suspira Zaira nostálgica, ya algo borracha por todo el champagne que hemos tomado — Es el año donde más familias asistirán.

Y es verdad. La invitación se manda a todos, teniendo o no legado que comienza su formación el año rigente, el evento es abierto para todos los mafiosos, no necesariamente se necesita un sucesor entrante para asistir. Y este año, luego de tiempo, tenemos récord de asistencia, siendo casi perfecta.

La tierra de Nemoris se divide en 17 estados, con diferentes nombres y donde ese nombre corresponde a la mafia que rige en ese territorio. Y tiene 3 islas, donde una es exclusivamente para este Instituto de formación de sucesores, más conocido como la IECE.

— Tengo la misma corazonada — coincide Laika — ¿Tú no? — me codea.

La miro despreocupada — He hecho esto tantas veces que ya no me genera ninguna expectativa.

Arruga su nariz mientras lleva su dedo índice hasta la mía, para dar un pequeño toque — Siempre tan expresiva.

Ruedo los ojos.

La camioneta dio una vuelta lenta por el camino, dejando a la vista la estructura del edificio, revelando más camionetas como en la que estamos y guardias de seguridad de distintas mafias. El IECE brillaba con una majestuosidad que solo un evento como este podía proporcionar. Las luces de los candelabros y las lámparas de cristal proyectaban un resplandor cálido. El imponente frente del instituto se alza como un símbolo de poder y sofisticación, su arquitectura clásica está marcada por columnas robustas y cúpulas majestuosas, que evocan el esplendor de antiguos imperios, estilo castillos. Los detalles en piedra clara brillan bajo las luces de la noche, mientras que las ventanas arqueadas, amplias y relucientes dan un toque espectacular a toda la fachada.

Las palmeras alineadas a lo largo de los caminos adoquinados añaden un toque de lujo tropical, en contraste con la sobriedad del edificio. Las farolas antiguas iluminan suavemente el sendero, donde varias personas caminan con paso firme por la alfombra roja que se extiende hacia la entrada principal. Este no es un simple centro de formación, sino una fortaleza disfrazada de grandeza, donde se forjan los futuros líderes de organizaciones criminales.

Este edificio monumental es, en esencia, una combinación de elegancia y amenaza. Una obra de arte arquitectónica que oculta un complejo sistema de entrenamiento, donde solo los más aptos sobreviven y prosperan, preparados para conquistar el submundo criminal.

PACTO DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora