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No se por donde empezar... La verdad hay tantas cosas que decir que no se como hacerlo.

Soy t/n tengo 20 años y vivo en Corea. La verdad no recuerdo mucho la razón del porque me mude a este país. Si trato de recordar algo creo que fue por el trabajo de mi madre.
Se suponía que solo era un puesto temporal pero, paso de eso a uno oficial.

Llegue a vivir a Corea, a los 5 o 6 años. Era muy pequeña.

Pero claro que no fui la única niña latinoamericana, pues después de entrar a la escuela, conocí a vianey. La cual se haría mi mejor amiga.

Pasaron los años y tanto ella como yo decidimos mudarnos juntas.

Vianey era bajita, trabaja en una repostería, pues es lo que mas le gustaba hacer. Y claro, era buena en lo que hacia. Tiene casi la misma edad que yo, solo porque yo soy un año mayor que ella, aun así eso no quita que seamos mejores amigas.

Yo trabajo en una cafeteria, no es muy grande, pues los espacios de trabajo grandes me ponen nerviosa. Me hacen sentir incomoda además de que es mas trabajo para los trabajadores de hay. Tal vez sea algo raro pero es la verdad.

— oye Young mi.
— si, dime?. Dejo lo que estaba haciendo para voltear a ver a t/n.
— ¿puedo, irme antes?. Junto las manos y sonrió.
— ¿por que?. Se le hizo raro, pues era la primera vez que pedía su hora de sali antes. Pues t/n nunca fue así.
— bueno, yo, tengo algo que hacer y es muy importante ¿si puedo?. Al momento de mencionar todo eso,llevo sus manos detrás de ella, como escondiendo algo.
— mmno iras a ese nuevo concierto ¿o si? Se cruzo de brazos, esperando que la respuesta de t/n fuera un no.
— si, esa es la razón. Desvío la mirada de la de Young mi. — pero solo será un rato.
suspiró, y se coloco sus manos sobre sus caderas. — puedes irte temprano, solo porque has echo un buen trabajo estos días.
— ¿de verdad puedo ir me?.
— si. T/n Sonrió feliz, casi dando broncos de alegria, pues decían que Young mi, jamás dejaba salir a nadie antes de su hora de salida. — pero no quiero que mañana no llegues a tu hora, si llegas tarde no trabajarás, ¿entendido?
— si, lo prometo.

Me apresure a terminar mi "talacha" que era como les llamaban a una tarea asignada. Ese día me toco limpiar las mesas, era una tarea sencilla, pero cansada. De igual forma la termine rápido. Así que cheque salida y me fui directo a casa, pues hay vería a vianey.

Durante el camino a casa, fui leyendo un libro, llamado " la metamorfosis " un exelente libro, claro no constaba de muchas hojas pues solo eran 45 o 75 páginas. La verdad no lo recuerdo, pero hablaba sobre un hombre que despierta sintiéndose distinto. Un hombre al que la vida por alguna razón le cambio totalmente la forma de vivir y pensar. Y el final... Es una tragedia, te deja pensando si realmente debió terminar así.

Claro que el auto buzz en el que iba estaba casi vacío y, eso de alguna forma me hizo sentir escalofríos. Pero a la vez emoción.

Durante el viaje en auto buzz, t/n no dejaba de mirar a su alrededor pues este iba vacío. Fue tanto el miedo sintió que no pudo leer bien su libro, termino guardando el libro.

Ella solía decir que si al momento de leer alguien corta esa inspiración que tenías, la magia de la imaginación se pierde por completo. Y era lo que a ella le paso.

Ese momento de escalofríos y felicidad, era una nueva sensación una nueva experiencia en ella que jamás había sentido, hasta ese momento.

Trato de pensar en otra cosas, algo así como en el concierto, pero simplemente no podía. Esas dos emociones mezcladas no desprecian. Paso un buen rato esperando a que el auto buzz llegara a la parada a la que ella bajaría y, cuando llego bajo del auto buzz como un rallo; como un rayo que es atraído por la tierra.

Carta de un psicópata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora