Carta de un psicópata.

EL FIN DE TODO

Cuando suga vio la caja de aquél paquete, se quedo pensado unos minutos, pues sentía que alguien lo observaba.

— veo que has pedido algo ¿y que es eso? Hablo RM, viendo  fijamente la caja.
— ah, es algo que un amigo me debía mandar, y veo que realmente es mucho.
— ten cuidado con eso, puede ser peligroso. Le sonrió a suga, dejándolo algo dudoso.
— si..., gracias por el consejo.

Narrador: Cuando RM se fue, suga se llevó la caja a su cuarto, revisado desesperadamente lo que esta contenía., al ver que esta solo era ropa y una que otra cosa, dudo de si este tipo realmente le había dado las pistas correctas.

Al sacar todo de la caja, se quedo sentado en su cama, viendo todo tirado en el piso., y en ese momento de confusión, recibió una llamada.

— Diga...? Hablo Suga en vos baja.
— Soy yo, dime has recibido el paquete? Pregunto aquél tipo.
— si, pero solo es un montón de basura, no ayuda en nada.
— haha mi amigo, eres algo tonto. - soltó una pequeña risa, al llamar tonto a suga. — las pistas que te eh mandado van de la mano con las palabras que te dije la primera vez que hablamos.
— solo eran tonterías. Dijo rápidamente, pues este ya estaba desesperado por tanto misterio.
— como quieras, yo solo trato de ayudar. Colgó la llamada.

— Es un demente, ¿por que le hago caso aun demente...? Ahh solo estoy perdiendo mi tiempo.

T/N

— creo que esto es una locura, ¿cómo fue que me paso esto a mi? Ni siquiera se como me eh metido en esto, ahhh. Grito bajo su almohada. — que se supone que debería hacer...? No quiero ir, tengo miedo.

Narrador: t/n estaba acostada en su cama, abrazando un zorro de peluche, mientras veía hacia la pared, pues sentía que estaba por venir algo realmente malo, y no sabía que era, pero ella tenía esa sensación. Pues cada vez que algo pasaba su pecho dolía y esto causaba mucha molestia.

— solo quiero que esto termine...

Fue lo único que dijo, antes de levantarse y salir de su cuarto, para ir con su amiga.

— balla, veo que te has despertado temprano. Dijo su amiga, mientras se acomodaba algo.
— tenía insomnio. Contesto rápidamente t/n.
— desde cuando, hace ya días que te levantas temprano. En ves de pregunta, parecía que exigía saber la razón de ello.
— no lo se, solo se que no eh podido dormir bien, además tengo ese dolor de pecho otra vez. Se sentó, para después recargar su codo en la mesa y sobre su mano recargar su menton.
— otra vez... Ya fuiste al doctor? Volteo a verla algo preocupada.
— no, aun no, pero en cuanto pueda ire, tú no te preocupes. T/n le sonrió a su amiga, para calmarla un poco.
— ese dolor de pecho solo te da cuando estas preocupada por algo ¿que pasa? Realmente se notaba preocupada por ella.
— haha no es nada, bien, ahora con que comida me trataras de matar?
— oye!! Yo no hice nada, es solo leche y pan tostado.
— ahh bueno, es mejor a una comida viva... Comenzó a reírse, pues a t/n le gustaba molestar a su amiga con su comida.
— oye, le aventó un cacho de pan. que grosera eres...

Las horas pasaban lentas, como si algo mantuviera el tiempo preso, o solo lo dejara avanzar una sola vez. T/n ya estaba desesperada porque el día terminara, pues esta se negaba a ir a donde le había dicho.

— genial, ahora el dicho de (el tiempo no espera a nadie) no aplica ahora... ¿verdad?

Sentada en su cama, observó el pase que le había dado aquel hombre; lo observó con preocupación y miedo, pues estaba mas que claro que no quiere ir.