Capítulo 4

98 9 6
                                    

-¡Hey!, no puedo creer que ya estemos aquí -dije susurrando emocionada a mi amiga, ya que si no lo hacía, gritaría, y realmente no quería que me hagan bajar del avión.

Sí, ya estábamos en el avión para ir a Italia, ¡es increíble! -ya lo dijiste mil veces, Noelle- me dice mi otro yo, con los brazos cruzados y rodando los ojos.

-Noe, no te ofendas pero, -esboza una sonrisa- lo habrás dicho como mil veces, sin exagerar.

-Ay, ya. Está bien, está bien, -digo levantando las manos- ahora ya nadie se puede emocionar por un maldito vuelo, por volver a su país de origen, por nada. Tienes razón. Y para no molestarte más, si me disculpas, bye -me di una vuelta y me dispuse a dormir ya que la noche anterior había dormido poco gracias a la emoción-.

Apenas escuché todas esas cosas que dicen antes de despegar, ya que el sueño me arrastraba con fuerza para que me duerma, y yo me dejaba dominar. Él era mi amo y yo su sumisa.

---

-Hey, ¿no piensas despertar? Oye, Noelle, estamos a punto de aterrizar, despierta ahora o... -amenaza mi amiga, hasta que decido callarla con un débil manotazo que creo que le da en el rostro.

-Estoy despierta, ¿ok? DES-PIER-TA.

-Creo que despertaste un poco gruñona -se burla.

-Muy simpática, Isabella. Sabes que los vuelos me cansan, además, ayer dormí tarde.

-Bueno, bueno, ya.

De repente, capté lo que me había dicho antes. ESTAMOS A PUNTO DE ATERRIZAR, ¡WOHOO! -Dios, contrólate, chica- dice, tan amable como siempre, mi querido otro yo.

Aterrizamos y bajamos del avión, era todo tan extraño, hace mucho que no estaba aquí, cambiaron demasiadas cosas -Naaah, todo estará igual que antes- habla nuevamente, esta vez con sarcasmo, esa voz molestosa en mi cabeza.

Ya me está poniendo un poco nerviosa, al comienzo siempre estaba a mi favor pero últimamente se pasa llevándome la contra; se supone que si es "mi otro yo" al menos debe pensar un poco igual de lo que yo lo hago.

-Oye, Noe... me preocupas, enseguida te harás sangrar la cabeza...

Isa me mira preocupada, pero a la vez con gracia.

-Eh...? -me asusto.

Y ahí es cuando capto que me estaba golpeando la sien, pero levemente. Tenía que ser Isabella, la exagerada.

-¿Se puede saber por qué te golpeabas?

-No, no se puede.

-Ok. Creo que estaré mejor así, porque conociéndote, me dirás que alguien entró en tu cerebro y te estaba reprendiendo por las cosas que hacías mal -dice, tranquila, hablando por hablar.

-¿¿¿Qué???... naahh, como crees Isabella, qué cosas dices... -lanzo una risa nerviosa. Ella no sabe de la voz misteriosa, por suerte.

-Estás bastante extraña, Bea.

-Por favor, deja de llamarme así, Isabella.

-Como sea, oye mira, allá hay un taxi, ¡vamos antes de que alguien nos gane!

Corrimos hasta el taxi y subimos, le dimos rápidamente al viejo y amargado taxista la dirección de la casa que nos había comprado la familia de Isa, la cual quedaba un poco lejos del aeropuerto, así que había viaje para rato.

Nos miramos en el mismo momento y ella empieza a cantar con un tono raro:

-Estamos en Itaalia, en Itaalia, oh sí, oh sí -mientras mueve sus manos a su derecha y a su izquierda y ríe entre cada palabra.

Me causa gracia su movimiento y canto, y decido copiarle.

Entonces empezamos a cantar y bailar como locas, hasta que el taxista nos mira por el espejo retrovisor asesinamente, lo que nos hace estallar en fuertes y poco finas carcajadas.

Luego de 45 minutos de viaje en el divertido taxi con música super divertida -¿sarcástica yo? ¡para nada!- llegamos a la HERMOSA casa, y creanme que cuando digo HERMOSA, estoy hablando muy en serio.

Pagamos de más al taxista, para ver si así podía ir a comprar su felicidad por allí o algo por el estilo. Y entramos a la mansión.

Una casa tan grande, ¡para nosotras solas! Esto era el paraíso.

Isa, al ver detalladamente el tamaño de la casa, me mira con rostro entusiasmado.

-¿Estás pensando lo mismo que yo? -me dice, mirándome con cara de luna acosadora del WhatsApp.

Le corto el entusiasmo:

-Para eso, debemos tener amigos, y lo único que puedo decirte es que ni al vecino conocemos.

-Tienes razón, Noe... debes dejar de tener razón, arruinas mis lindos pensamientos.

-Ok.

-Desempaquemos, ¿te parece?

-Está bien, pero antes presentémonos a los vecinos.

-Vamos.

Estamos yendo hacia la casa que se encuentra a la izquierda. Es una casa bastante moderna al igual que la nuestra, donde supusimos vivirían chicas o chicos de nuestra edad o un poco mayores.

Tocamos el timbre de la casa, pero luego de cinco minutos no obtuvimos respuesta. Lo hicimos de nuevo. Tres minutos más tarde, nada.

Y cuando nos decidimos a volver a casa...

-----

Holaa chicas. Se que desaparecí por mucho tiempo, pero les soy sincera, lo que pasa es que no tenía tanta imaginación. Me quedaba horas escribiendo un solo párrafo y cosas así, era lo peor.

En fin, puede que este capítulo haya quedado asqueroso y corto, pero prometo que trataré de mejorar. Ahora tengo varias ideas que solo debo arreglarlas para que queden muy churras.

Lo siento por la tardanza, en serio.

Las quieroo. ❤

-SummerKG.

Cuando más te necesito...(CANCELADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora