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— Y pues así Yandi me rechazó, la muy arrogante se fue con Jong— Minho dejó su relato a medio terminar ya que notó que Hyunjin no le prestaba ni la más mínima atención

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— Y pues así Yandi me rechazó, la muy arrogante se fue con Jong— Minho dejó su relato a medio terminar ya que notó que Hyunjin no le prestaba ni la más mínima atención. Rodó los ojos con fastidio y dirigió su mirada hacia dónde su amigo miraba perfectamente.

— ¡Ah! ¿Es en serio, Hyunjin?— intentó no exasperarse— Ya son tres días que no dejas de ver como idiota al chico nuevo de tu facultad.

El pelirosa pareció no escuchar, pues sus orbes estaban analizando cada dulce detalle de las facciones de Felix. Las clases ese día habían culminado y el rubio estaba conversando animadamente con Seungmin fuera del establecimiento. Vio a la perfección como aquellos ojos formaban finas y algo curvadas líneas a la par que sus labios se separaban y se denotaban sus pequeños dientes y rosadas encías.

"Mierda. Su sonrisa es preciosa."

— ¡Hyunjin!— el grito de Minho fue suficiente para sacarlo de su estado de trance.

—¿Por qué me gritas?— frunció el entrecejo.

— No lo sé, será tal vez porque no me estás escuchando y te la pasas mirando todo el tiempo al chico de anteojos— soltó con puro sarcasmo— ¿Qué no querías pasar tiempo con tu mejor amigo?

— ¿Yo mirarlo? Tss por favor, minho, eso no es cierto.

Lee rodó los ojos— Sí, claro y yo soy muy bueno en Química— suspiró— Por Dios, hace tres días que lo miras como si va a desaparecer. ¿Acaso te gusta?

— ¿Gustarme?— Hyunjin bufó indignado. ¿Por qué estaban creyendo eso?— Estás delirando. No, no. No puede gustarme.

— ¿Por qué no?— Minho decidió desafiarlo, ver la mirada titubeante y sus manos nerviosas le estaban dando una idea de todo aquello— Ahora que lo veo es muy lindo.

— Simplemente no, Minho— decretó tratando de verse seguro.

— Es una pena por ti entonces. Yo veré qué consigo al acercarme.

— ¿Qué? ¿De qué hablas? ¡Espera, Lee ¡No!— gritó tratando de no ponerse nervioso al ver como su querido mejor amigo estaba acercándose a Felix y Seungmin.

— Hey, hola, Kim Seungmin. ¿No es así?

El de cabellera morada lo reconoció al instante. Era el mejor amigo de Hyunjin y pues claro que otro chico más en la lista de los populares.

— Uh, sí— contestó un tanto inseguro.

— Un gusto, yo soy Lee Minho— extendió su mano a modo de presentación y Kim le correspondió segundos después.

El castaño fingió ignorancia al ver al más pequeño, la razón por la cual su mejor amigo andaba medio descolocado esos días.

— Oh. ¿Tu eres el nuevo estudiante de la facultad de Administración?

— Sí— respondió seco y cortante.

— ¿Cuál es tu nombre? — inquirió tratando de ser amable.

Hyunjin decidió acercarse justo en ese instante, su mirada fue a parar hacia el chico con pecas.

— Felix, Lee Felix— aclaró mejor.

— Un gusto, Felix. De seguro ya has escuchado mi nombre— abrió nuevamente su mano mostrando la palma y fue correspondido de igual forma— Y de seguro ya lo conoces a él también— habló indicando al pelirosa.

Hyunjin se arrepintió por haber ido tras Minho.

— Uh sí, es amigo de Seungmin— asintió levemente y Hyunjin volvió a perderse al verlo con detención.

— Wow. ¡Entonces todo es mejor!— dijo con altos ánimos— De alguna u otra manera nos relacionamos por nuestras amistades.

— Al parecer sí— habló esta vez Seungmin  sintiéndose más relajado. Aunque lo que sí le preocupaba era la rara actitud de Hyunjin desde hace días.

— Bueno, tal vez parezca atrevido o cualquier cosa parecida, pero me encantaría que saliéramos los cuatro este sábado. ¿Qué les parece?

— ¿Salir todos?— Minho asintió efusivamente— Yo, creo...., suena bien pero no lo sé. Apenas tengo una semana de estar en Seúl, no sé si sea prudente— comentó Felix en voz baja.

— ¿No eres de Seúl?

— Vengo de Daegu.

— ¡Qué lindo!— agudizó su voz— Pero Felix, claro que es una buena idea. Nosotros podemos llevarte a conocer los lugares más concurridos y estupendos por aquí.

— No quiero interferir, Lix, pero puedes pensarlo si gustas. Será divertido—habló Seungmin para luego sonreírle, animándolo.

— De acuerdo, me apunto.

— ¡Bien! ¡Gracias Seungmin! ¡Gracias Felix!— sonrió ampliamente—No van a arrepentirse. ¿Cierto Hyunjin-ah?

— ¿Uh? Sí, sí.

— ¿Hwang te encuentras bien?— cuestionó Seungmin dudoso mientras Minho sonreía con total burla. El mencionado movió su cabeza un
par de veces. Otra vez no escuchó para nada la conversación frente a él.

— Tal vez sería bueno que vaya a una clínica. Aunque ahora ya no tiene fiebre— dijo Felix observándolo atentamente, con inocencia.

— ¿Tú crees?— cuestionó Minho con una gran sonrisa— ¿Será que está enfermo?

— Y luego me niega de lo que yo sí estoy seguro— Seungmin rodó los ojos.

Felix se acercó hasta estar al frente de Hyunjin, llevó su delgada mano a la mejilla del chico para luego colocarla sobre su frente— Confirmado, no tienes fiebre— habló tan suave y acompasado que Hyunjin sintió algo extraño en su abdomen, como las estúpidas y feas mariposas de las que narraba su madre en los cuentos cursis, llenos de paz y amor tipo hippies.

No, no podía ser nada relacionado a ello. De seguro algo que comió le cayó mal. Sí, eso era. De eso quería asegurarse Hwang ciegamente.

Hyunjin hizo contacto visual con el rubio, mas luego, casi al instante, desvío su mirada con total rapidez. La cercanía lo estaba matando lentamente, lo ponía ansioso y ni siquiera sabía porqué. El rostro chiquito de Felix se veía mucho mejor estando a unos centímetros de distancia. ¿Por qué estaba sintiéndose así otra vez? Sintió que pudo volver a respirar cuando Felix se alejó de él y se acomodó al lado de Seungmin.

— Ahora parece que sí tiene fiebre— Minho comentó con ironía.

Hyunjin quiso golpearse fuertemente con un ladrillo en la cabeza. Sus mejillas estaban levemente calientes y los tres chicos lo miraban con atención, un par con más burla que el otro.

"Tonto, tonto. Hyunjin, ese chico te está convirtiendo en un tonto" — se reprochó
mentalmente.

 Hyunjin, ese chico te está convirtiendo en un tonto" — se reprochómentalmente

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Sucker For You | HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora