𝐓𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐨

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"Tus ojos que cuando los miro, brillan igual que los míos, pero no puedo entender de qué van"




Para TaeHyung, levantarse temprano jamás había sido su fuerte, mucho menos si había tomado la noche anterior, por eso gruñó cuando sintió que alguien lo removía. Estaba brutalmente cansado y simplemente quería seguir soñando mientras abrazaba ese cuerpo caliente con bonito olor.

—Tae...— Le llamaron, pero decidió ignorarlo. —TaeHyung, despierta, tenemos que alistarnos.

El mayor gruñó ante la sola idea de levantarse para alcanzar el vuelo que tenían esa mañana, su pereza le estaba ganando a la preocupación de ser reprendido, así que negó levemente con la cabeza.

—Tae, vamos... al menos suéltame para poder ir al baño—. Eso le hizo espabilar, recordando de pronto todo lo que había pasado hacía apenas unas horas y con quién le había pasado.

Abrió los ojos, parpadeando consecutivamente para aclarar su vista, con una mano restregó su rostro y pegó un bostezo, mirando a JungKook por fin, quién se veía apresado por él y sus brazos. Aún así, no lo soltó, en cambio metió el rostro en su cuello y suspiró, sintiendo cómo las manos del menor le acariciaron la espalda.

—Realmente no me quiero levantar...—Habló con voz gangosa.

—Tenemos que estar en el aeropuerto en...— Lo sintió moverse, quizás mirando la hora en su celular. —Cuarenta y cinco minutos si no queremos perder el avión.

TaeHyung gruñó, pero aún así se separó para mirarle el rostro a su dongsaeng, confirmando así, que sus pensamientos y sentimientos cuestionables hacia él no habían desaparecido con el alcohol.

Lo seguía viendo tan bonito como anoche, incluso más. Miró sus labios y el corazón se le aceleró al recordar que él había gozado del privilegio de probarlos, y se había vuelto tan ambicioso, que estaba deseando repetirlo. JungKook pareció leer sus pensamientos, porque de inmediato se le sonrojaron las mejillas, mirándole con esos ojos grandes de ciervo.

—Hola—. Saludó TaeHyung, sin siquiera saber por qué, pero con una sonrisa bailando en su boca.

—Hola...— Le respondió, aunque le apartó la vista. —Alistémonos ¿sí?

TaeHyung lo sintió tenso entre sus brazos, y aquello le preocupó, por lo tanto lo dejó libre. JungKook de inmediato se levantó y pareció huir hasta el baño, cerrando la puerta, escuchando la regadera de la ducha unos instantes después.

Inevitablemente, él sabía que algo no iba bien, había pensado en la posibilidad de que JungKook sintiera que todo fue un error varias veces, incluso estando ebrio. Y algo en su pecho dolió aún cuando se lo veía venir, porque siempre fue de las personas que entregaban todo demasiado rápido, por eso salía tan lastimado cuando no podían corresponderle.

Aunque no había esperado que con JungKook se dieran las cosas así, porque tan solo fue un beso —o besos— lo que compartieron, y aún así, él se había quedado prendado. Y el miedo le contaminó el corazón porque sabía que el menor estaba abrumado y que quizá, con la mente despejada, se estaba reprochando su comportamiento.

Porque el alcohol te vuelve valiente, y también incoherente, así que la euforia en JungKook lo obligó a saciar esa curiosidad que al parecer sentía por él. Y ahora que lo había hecho, tal vez reconoció que no era tan bueno como esperaba. TaeHyung no pudo evitar sentirse usado, aún si sabía que aquella no había sido la intención del menor.

Tan Simple Como Un Beso [KTH+JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora