7

250 16 3
                                    

La paranoia estaba volviendo loco al señor Park. Después de la visita inesperada de Wu, este se había negado a recibir más gente a su condominio, puesto que Wu había prometido volver parecía ser alguien que cumplía lo que prometía, además no parecía ser un simple hombre de negocios ilegales.
El señor Park no quería que sus juguetes corrieran riesgo de ser alejados de su lado, por eso, había tomado una medida drástica.

Había hecho algunas llamadas y decidió que volvería a reubicar a ambos chicos. Los enviaría lejos, además de que eso ayudaría a que su negocio creciera más, eso significaba más dinero y al señor Park le emocionaba tomar esto como una gran oportunidad.
Mientras tanto, ambos niños habían sido obligados a empacar sus pocas pertenencias en algunas maletas, habían sido vestido d e alguna forma en particular y luego, al otro día por la mañana, cada uno subió a un auto por separado, llevándolos al mismo destino pero por diferentes rutas.

—¿Al fin nos va a dejar libres el estupido de Park? —habló Haechan mientras era trasladado hacia el auto.

—No creo que llevarlos a America sea dejarlos libres.

—¡Mierda! ¿America? ¿Estados Unidos de America? ¿Canada? ¿En serio?

—Haechan, no puedo decirte donde serán llevados.

—Eres un chofer muy aguafiestas. —murmuró el menor, pero sus comisuras se estiraron un poco, dando a relucir una sonrisa muy sutil.

El auto comenzó a avanzar por la carretera solitaria, Haechan estaba considerando aventarse por la ventana y huir, pero desistió, no quería dejar a su pequeño solo. Por lo que esperaría a que otra oportunidad llegara para ambos chicos. Haechan se dio cuenta que irían lejos cuando observó que a la lejanía, un avión despejaba, miro con el ceño fruncido al chofer pero se abstuvo de decir algo, ya que no le serviría de nada quejarse y llorar.
Cuando el auto al fin se detuvo, Haechan observó con detalle los movimientos del chofer y de las personas que comenzaron a rodear el auto. Sabía que eran parte de la seguridad del idiota de Park, en caso de que decidiera huir.

Como si fuera tal fácil hacerlo.

Era más fácil pensarlo que hacerlo.

—¿Cuanto tiempo estaremos aquí? —inquirió el menor con ferocidad.

—No tengo por que contestar a esa pregunta.

—Puedo abrir la puerta y correr lejos de todos ustedes, escorias. —amenazó el menor con el ceño más fruncido si era posible.

—Los agentes te dispararían sin dudarlo, no tienes escapatoria, niño. —sentenció el chofer mientras lo miraba a través del espejo retrovisor y colocaba un cigarro en sus labios.

—Si es una forma de poder descansar en paz, no me importaría morir por una bala en el cuerpo, sería increíble poder morir de esa forma. Al menos sabré que moriré haciendo un acto de valentía por salvar mi vida.

Haechan poso su mano en la manilla de la puerta del auto, decidido a abrirla, aunque el chofer reaccionó de manera rápida y coloco el seguro, que había quitado cuando estacionó el auto. Ambos se miraron a los ojos a través del espejo retrovisor por largos segundos, haechan sonrió burlón cuando el chofer desvió su mirada al frente.

—Park se enojaría mucho conmigo si algo te pasara. —murmuró el hombre inhalando del cigarrillo con un poco de desespero.

—Claro que se enojaría mucho, tanto que hasta podría meterte una bala en la cabeza. Pero por supuesto, tú no eres tan valiente como para morir de esa forma.

El menor río una vez más, de manera estruendosa. El hombre apretó el volante con fuerza, odiando en demasía la forma en la que el chiquillo había encontrado una debilidad en la cual podría burlarse, sumándole que no podría siquiera darle un buen puñetazo en la cara, por que sería muy evidente y dando por seguro que Park le regresaría el triple del golpe.
Él no quería eso en su rostro, mucho menos una bala.

Y Maldicion que el chiquillo tenía razón. No era tan valiente para enfrentar las consecuencias de los problemas.
El hombre no dijo nada más en lo que restaba del tiempo, hasta que el señor park apareció en el campo de visión de todos los presentes. Haciendo una entrada triunfal, Haechan rodó los ojos y bufo molesto, queriendo tener el poder para enterar una bala en el cráneo de aquel hombre asqueroso, pero sabía que él moriría primero antes de poder hacer algo al respecto.

Park llego a la pista Segundos después de aquella particular escena, estando cerca del auto, hizo unas señas particulares y la puerta del vehículo fue abierta por uno de los agentes que trabajaban para él. Haechan fue tomado a la fuerza por el brazo y lo escoltaron hasta llegar al lado del hombre mayor.

—Es hora de entrar al avión. —expresó con desinterés. Miro por encima de sus gafas a Haechan y toco de forma delicada una de los mechones de cabello que tapaba los ojos de este.
—Por cierto, querido, yo con gusto puedo meterte una bala en tu hermosa cara, si así lo deseas.

Haechan abrió sus ojos de sobremanera y entre el miedo y la confusión, se alejó como pudo del toque del mayor, dando un manotazo fuerte. Lo miro con el ceño fruncido, no queriendo transmitir el miedo que le ocasionó escuchar eso, pero supuso que el maldito lo había escuchado en todos estos años, creyendo que tenía privacidad cuando no lo era así.

—Esperare con ansias ese día, maldito viejo pervertido. —le murmuró entre dientes, apretando sus puños por el enojo y acercándose un paso al hombre que le miraba con burla.

—Mi precioso Haechan, siempre tan divertido y hablador. —Park le dio unas palmadas en la cabeza y camino hacia el avión que les esperaba. El chico maldijo bajo y camino despacio, muy despacio, no quería estar cerca de Park.
—¿Dónde está Taehyung?

Miro a todos lados, dándose cuanta de que el pequeño chico no estaba entre los agentes que vigilaban y escoltaban, no estaba cuando Park bajó del auto y actuó como un patan, solo esperaba que su pequeño ha estuviera en el avión.

Park dejo de caminar y le dirigió a Haechan una sonrisa siniestra. Le dejo un mal sabor de boca al chico.

—Taehyung tomará un destino diferente, le daré unas vacaciones de ti, niño hablador.

—¡¿Cómo puedes hacer esto?! ¡Quiero a Taehyung aquí!

Haechan se desesperó un poco al ser tomado por los brazos y ser obligado a subir al avión que les esperaba. Pataleo, grito e incluso golpeó para poder huir. En esos momentos estaba decidido a no subir a ese avión.

Park volteo por completo, para ver la escena que el niño estaba armando. Perdiendo la paciencia que nunca tenía, camino a grandes zancadas hasta el menor, dándole un puñetazo en el rostro.
De la fuerza del golpe, Haechan cayó al suelo gimoteando de dolor.

—Que sea la última vez que hagas algo como esto frente a mi, maldito niño.

—No pararé hasta saber que... Taehyung estará conmigo. —murmuró con fuego en sus ojos, mirando directamente al mayor, sin perderse los gestos que se formaban.

—Taehyung estará en un buen lugar, él necesita mejorar sus habilidades para este negocio, quien mejor que mi cliente estrella. —dijo lo último entre risas burlonas. —Pero tranquilo, tú también tendrás mucho trabajo que hacer, ese culo ha estado inactivo por mucho tiempo.

—¡Maldito pervertido! ¡Suéltenme! ¡Taehyung!

De nuevo, pero con más brusquedad, fue tomado por sus brazos y subido al avión.
Haechan sintió tanto coraje y tristeza, al final solo se quedó quieto en el asiento de avión, mientras las lágrimas corrían por su maltratada piel.

Hola! Espero que se encuentren muy bien de salud 💕Les traigo un nuevo capítulo de este fic, espero que les agrade ✨

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hola! Espero que se encuentren muy bien de salud 💕
Les traigo un nuevo capítulo de este fic, espero que les agrade ✨.
Si hay alguna falta de ortografía, háganmelo saber en los comentarios.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 20, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Broken - KookminvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora