Mi pequeño experimento | Capítulo 2
La ventada revelaba un manto de edificios neón que se extendían como un río de colores. Lo incierto de su naturaleza chocaba con la programada conciencia de si misma.
—¿Por qué existo yo? —era lo que siempre le preguntaba a su creador.
—Para dar placer —le contestaba él.
Un extraño sentimiento la abrazaba como la niebla que se paseaba por los desfiladeros. Había noches en las que su amo le introducía cosas en las partes intimas para examinar si sentía dolor o placer, solía contestar siempre que no, pero cuando se le instaló la última actualización su sensorialidad se había activado, por lo que la noche anterior el amo le había penetrado con: pepinos, tubos de siliconas, cilindros de biopolímeros etcétera. El dolor y el placer eran nuevos para ella.
Cuando era más pequeña no podía distinguir entre frío y calor, conforme creció y gracias a la nueva actualización se le podía considerar la primera humana con conciencia propia y estímulos sensoriales.
Más tarde, el hijo del amo irrumpió en la habitación 1, ella miraba por la ventana los colores vivos de la ciudad.
Le acarició el rostro por un momento largo, le escudriñó el cuerpo mientras dejaba caer la prendas escasa de la chica.
—Mi padre es un artista, que belleza de piel —se inclinó para examinarle las partes intimas—, exquisita. Pronto habrá un millón de las de tu clase por ahí, y los hombres serán muy felices.
Ella era incapaz de objetar o siquiera atreverse a detenerlo, pues el miedo que crecía gracias a la actualización, le hizo caer en cuenta de que si se resistía podía terminar como piezas de recibió en algún deshuesado.
—Mi amo —dijo ella con voz tan dulce que cortaba el aire.
—Shii —le puso un dedo en la comisura del labio y lo introdujo en su boca. La humedad era tan real que sin darse cuenta el pene le palpitaba—. Tu belleza avergonzaría a las damas de esta ciudad vanidosa —volvió a inclinarse. Le introdujo el dedo húmedo en la vagina, habría jurado que era una de verdad—. Fascinante.
La giró despacio, ella no hacia acopio de resistencia.
—Wow —suspiró. Le metió el dedo en el culo, la sensación era insuperable, mas vivida que el ano de alguna puta de la ciudad.
Succionó con los labios y luego la lengua. La cámara a la izquierda parecía enfocarlos.
La obligó ponerse de perrito, hizo que inclinara la espalda contra el suelo de modo que las caderas elevadas creaban un arco sexual alucinante.
Se situó sobre ella con las piernas separadas y el pene latiente apuntando directo a los genitales.
Sin darse cuenta ella escurría humedad.
—Esto es el placer —dijo—, es alucinante —sintió el pene promedio precipitarse en su vagina. La acometía fuertemente como un animal rabioso.
Los gemidos ahogados despertaron ecos en la habitación.
—Wow —gimió el muchacho. En una embestida mal calculada el miembro le fue a acabar en el culo de la chica. La sensación electrizante lo atrapó como la bruma de la ciudad.
Inició el movimiento, acometiendola intermitente por detrás.
Ella percibía su ano expandirse como un resorte, y el calor le subía hasta la cabeza como rayo de fuego líquido. La escena siguió hasta que el muchacho se corrió en tres ocasiones. Ella tembló como si convulsionara. El sol se ocultó en Punk City.
El crepúsculo tenía un matiz significó, y estando sentada en el balcón percibió la silueta que se dibujaba en la puerta.
—Amo —advirtió la presencia de su creador.
—169-XZ. Te llamaré Alicia —dijo al tomar haciendo junto a ella—. Vi lo que mi hijo te hizo ¿te molestó?
—No —esbozó ella—, fue alucinante.
—¿Cómo? Hablame de eso.
—El pene —siguió—, podía sentirlo entrar en mi, cada partícula que lo conforma, cada átomo. Fue como un espiral de sensaciones porque podía sentir lo que aquello le causaba a él y de alguna manera me excitaba más a mí.
—¿Cómo sabes que es la excitación?
—Porque lo sentí, en cada poro de la piel.
Se podía oír el tenue susurro de la ciudad que brillaba con luces neones ante ellos.
—¿Entonces te gusta el sexo? —empezó el amo—, cuéntamelo.
La chica se bajó los pantalones relevando la piel desnuda.
—Meta el dedo —se inclinó de espalda mostrando el trasero de piel blanca pálida—. Adelante por favor.
—De acuerdo —le introdujo el dedo en el ano.
—Se siente como si una rayo de dopamina, endorfinas y ceretonina danzaran en mi cerebro llevando los impulsos nervioso en todas las direcciones de mi cuerpo, más que eso es también un placer casi incorpóreo.
—Fascinate —se asombró el amo—, esto cambiará al mundo.
La condujo a su habitación privada y la trancó, y pronto los gemidos resonaron en la atmósfera neón otoñal.
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Muñecas De Neón (+18)
Science FictionRelatos sexuales (+18) ambientados en la ciudad Punk City, 2097. Relatos de burdeles, fantasía, sexo virtual Etcétera.