18:, Nuestra noche
Después de hablar con Dom, fui a buscar a Lydia.
- Oye guapa, ponte mucho más preciosa de lo que ya eres esta noche. Te paso a buscar a las 22:00 p.m - le dije en el oído abrazándola por detrás cuando la encontré. Ella estaba hablando con Giselle.
Técnicamente, la pasaría a buscar a nuestra habitación del piso en el edificio que estábamos. Yo dormía con ella. Pero iré a otra habitación en donde ya tengo preparado lo que me pondré.
Luego de eso, pasé la tarde entrenando. Intentando alejar los nervios de mi cuerpo, intentando relajarme y no verme con Lydia ya que me pondría más nerviosa.
Antes de que llegara la hora de ir a buscarla, fui al cuarto en donde estaban mis cosas y me preparé. Me maquillo con un maquillaje suave, pero, como siempre, con mis labios rojos. Red is my passion. Con mi pelo no hice nada, dejaré mi melena pelirroja suelta. Y mi vestido, rojo también, es corto y deja ver mis sexys curvas.
Después de verme bien en el espejo paso a buscar a Lydia, no sin antes coger mis cosas, ya que son casi las 22:00 p.m.
"TOC TOC"
Es el ruido que hacen mis manos al tocar la puerta de nuestra habitación.
"Ya voy" escucho que dice Lydia. Y seguidamente abre la puerta.
Wow. Esta hermosa. Llevaba puesto un vestido blanco corto, con algunos detalles en negro, con un escote en "v" que le hacia ver preciosa. No tengo palabras.
- ¡Wow! Te ves impresionante. No tengo palabras para describirlo - le digo mirándola embobada, ella rápidamente se sonroja y me da un beso.
- Tu también te ves increíblemente bien - me dice susurrándome en la oreja.
Le sonrió y le cojo la mano para salir de allí. Casualmente no nos hemos cruzado con ninguno de los chicos.
___ 10 minutos después ___
- ¿A donde me llevaras?¿Y porque se te ocurrió que tuviéramos una cita? - estas son una de las pocas preguntas que me ha ido haciendo desde que cogimos el coche.
- Mi amor, quise pedirte la cita, porque desde que vinimos a esta misión casi no pasamos tiempo juntas. Solo cuando dormimos. Y a veces ni eso. Así que por eso la cita guapa - le digo tocándole el muslo izquierdo mientras miro la carretera para no estrellarnos - Y por el lugar...es una sorpresa - .
¿He dicho ya que aparte de comer, cuando está nerviosa pregunta mucho? ¿No? Pues ya lo sabéis.
- Okey cariño, no preguntaré más - dice cogiendo la mano que tenía en su muslo y dándole un beso.
Yo le sonrió como respuesta.
Al cabo de poco rato llegamos al lugar.
- Se que no es como en nuestras salidas a la playa en República Dominicana, pero es lo más cerca al mar que he encontrado - le digo con la cabeza gacha un poco apenada.
El lugar, no se ni como lo encontré. Yo quería que lo que pasará esta noche fuera en la playa, con una cena romántica. Pero no pude, porque no pude resistirme. Así que busqué un lugar cerca de un río que había visto aquí en la ciudad, y que estuviera apartado de las personas. Y lo encontre.
- Ay mi amor, es perfecto - dice levantándome la cabeza por la barbilla y besándome.
Me dirijo a las mesas que hay en frente de nosotras y retiro una de las sillas para que ella se siente.
Lydia me mira con una sonrisa y se sienta. Seguidamente, voy al otro extremo de la mesa y me siento.
El rato pasa bastante tranquilo. Nos la pasamos muy bien. Pero llegó el momento que más estaba esperando.
- Tenía pensado decirte todo esto en una cita en la playa, en nuestro lugar. Pero no quería esperarme y esto es lo más parecido que encontré - le digo cogiéndole la mano sobre la mesa. Ella me miraba sin entender qué coño decía - Sabes, desde que te vi en el banco, en aquella playa en Río, supe que serás una persona muy importante para mi. Al principio te ponías tan tierna, muy sonrojada, no parabas de comer cualquier cosa que tuvieras a mano... Me encantaba todo de ti. Nos conocimos en unas malas circunstancias. Pero eso lo hizo todavía más atractivo. Era como un amor prohibido - con cada palabra que voy diciendo se me vienen imágenes a la cabeza de todo lo que pasamos - Tuve mucho miedo después de nuestro último encuentro en Río, no sabía si ibas a buscarme y a quedarte conmigo para conocernos más y llevar la relación que tenemos. Tenía demasiado miedo. Pero un día apareciste con tu moto y te quedaste. Así que.... - le digo mientras me levanto y me pongo de rodillas delante suya con el anillo de compromiso en la mano. Lydia ya estaba hecha un mar de lágrimas - ¿Querrás Lydia Hobbs casarte conmigo y así poder quedarnos la una con la otras para toda la vida? -.
Y lo hice. Le pedí matrimonio.
- Parece ser que tuvimos la misma idea - dice ella sacando un anillo de compromiso y arrodillándose. Ahora estábamos a la misma altura - Lo compre antes de saber que vendríamos a ayudar a nuestros hermanos en una misión. Lo he llevado cada día encima mío. Era una de las maneras que tenía para pensar que no podíamos morir aquí, que tenía que llegar al final para proponerte matrimonio y poder casarnos - ahora la que estaba hecha un mar de lágrimas era yo - Así que Cheryl Toretto, ¿me harías el favor de casarte conmigo y quedarte a mi lado para siempre? - termina de decirme.
Yo sin poder hablar asiento con la cabeza mientras me levanto junto a ella y la beso.
- Te amo - le digo una vez tengo puesto su anillo y estamos más calmadas.
- Yo también te amo - me dice abrazándome por la cintura con el anillo que le compre en su dedo.
Y de la nada empezamos a movernos al son de una música que no hay. Me acerco a su oído y le digo:
- Pronto tu apellido será Toretto. Claro, si tu quieres - ella iba a responderme pero la interrumpo - No no, aun mejor. ¿Por qué no fusionamos nuestros apellidos? Así que ninguna tiene que quitárselo, los unimos con un guión -.
- Toretto - Hobbs, Hobbs - Toretto. Me gusta - dice ella sonriendo.
Y antes de que pueda decir algo, suena el teléfono de Lydia.
- ¿Qué pasa hermano? - pregunta en cuanto responde la llamada - Allí estaremos - termina de hablar mientras me mira.
Rápidamente las dos vamos corriendo al coche.
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YOU
FanfictionDonde Brian O'Conner y Mia Toretto liberaron a Dom Toretto de prisión y viajan a Brasil para formar un equipo de competición. Allí se enfrentarán a un narcotraficante que los quiere matar o Donde Cheryl Toretto tiene que afrontar los fantasmas del p...