❝No basta con querer... debes preguntarte a ti mismo qué vas a hacer para conseguir lo que quieres.❞
Keyla contuvo el aliento por unos instantes antes de seguir avanzando hacia la multitud. Nadie parecía verla, ya que por lo visto, cada quién se encontraba encerrado en su propia burbuja de caos y terror. Se escabulló entre el gentío buscando alguna respuesta a lo que contemplaban sus ojos, sin embargo en esos instantes desesperados, solo recibió codazos y empujones de un lado al otro.
– ¡Samara!
– ¡Por favor ayuda! Mi hermana... ¡mi hermana no responde!
– Este es el fin... estamos muertos.
– ¿¡Mamá!?
Cubrió sus oídos mientras se encaminaba a un plano abierto en el que se encontraba un capitán de las tropas estacionarias, el cual permanecía mirando con desprecio a los recién llegados, la niña tensó los labios antes de dirigirle la palabra, pero se vio interrumpida cuando este mismo comenzó a hablarle a su compañero del costado.
–¿Por qué le tenemos que dar nuestra comida a los de afuera?.– Musitó con desprecio, mientras observaba cómo se distribuían entre ellos la raciones de pan para ese día.
Su compañero sonrió con burla –Los titanes destruyeron la muralla, pero algunos de estos herejes debieron dejarse comer por ellos, ya sabes, para facilitarnos las cosas.– A este no le importó que lo escucharan, al contrario, parecía orgulloso de sí. –Tsk, ahora la escases de comida empeorará.–
A la joven se le heló la sangre, al tiempo que su cuerpo se tambaleaba. ¿Que los titanes entraron? ¿Rompieron la muralla Maria? Eso era imposible, sus murallas medían más de 50 metros de altura, ¿Cómo puede ser? Alzó la vista, recorriendo con la mirada los muros que se erguían imponentes sobre sus cabezas. Era algo tétrico, para que un titán sobrepasara aquella exagerada distancia debía ser de un tamaño... colosal.
–¡EREN!.–
Un quejido la sacó abruptamente de los canales de su conciencia. Un niño de tez pálida y llamativos ojos esmeralda fue directo a patearle la pierna al jefe de las tropas estacionarias. Le resultaba conocido, ¿pero por qué?
–¡¿Qué mierda te pasa desgraciado?!.– Chilló el hombre anteriormente mencionado. Entre ambos, los de la tropa se acercaron comenzaron a patearlo con fuerzas sin remordimiento alguno hasta dejarlo tendido en el piso. Keyla tragó en seco dando un paso hacia atrás, corría un sudor helado por su frente.
–¡Ustedes no saben de lo que están hablando!– Gritó el chico retorciéndose en el suelo. –¡No vieron lo que sucedió con sus propios ojos!– Alzó su profunda mirada, inundada en ira e impotencia. –De como los titanes devoraban a la gente...– Una característica vena se marcó en su cuello. Su rostro se volvió de un rojo vivo mientras apretaba sus puños con fuerzas.
–¡¿Ah?! – El que hace pocos segundos había recibido la patada, se acercó amenazante para molerlo a puñetazos nuevamente, pero esta vez algo cambió. Las piernas de la chica avanzaron de golpe por sí mismas poniéndose frente al agresor, extendiendo los brazos hacia el frente justo en el instante en que iban a agredir al niño.
–¡Perdónalo!.– Gritó, sobresaltando al entorno que observaba expectante la escena de hace minutos . –No ha comido en horas... es por eso que está actuando como un idiota. ¡En verdad lo siento!.– Cerró los ojos, sonrojándose por lo que acababa de hacer, ¿en qué estaba pensando al anteponerse en esa situación?
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Eternal - Eren Jaeger
Science Fiction❝A veces, incluso vivir es un acto de coraje.❞ ↝ eren jaeger × oc ¡¡¡Esta historia no sigue el manga de aot al pie de la letra, tiene escenas completamente creadas por mi!!!. Ninguno de los personajes me pertenece, a excepción de Keyla Pride y lazos...