~FIGHT SONG~

♤05♤

Una joven rubia de ya 17 años miraba desde lejos a los nuevos reclutas de Bocón para ser entreandos como nurvos vikingos guerreros. Ya habían pasado un poco más de 2 años desde la muerte de sus padres, desde que sus tíos tomaron la drástica decisión de alejar del mundo de las armas y de la guerra, desde el jefe de Berk junto a sus amigos y su antiguo emtrenador insisten a sus tíos de dejarla volver a pelear, 2 años desde que vida dió un giro de 360° y todó cambió para mal, 2 añoa desde que su sueño de ser la mejor guerrera se había truncado.

La Hofferson los miraba con nostalgia, extrañaba estar en la arena, debatiéndose con quien se le meta en su camino, sentir la adrenalina y emoción al estar haciendo lo que le gusta y a la vez defender a su hogar y el honor de su clan. Claramente, todos esos sentimientos seguían intactos en su corazón.

-¡Astrid Hofferson!- un llamado la hizo sobresaltar y volteó para dirigir su mirada a quien la había llamado.

-¡Jefe! ¿Cómo está?- le preguntó con neutralidad, pero ella ya sabía lo que él le iba a decir.

-Señorita, ¿usted no debería ya estar en su casa?- le preguntó ahora él con el ceño fruncido. Ella suspiró con pesadez.

-Sí.- admitió resiganda- ¡Es que me voy a volver si sigo encerrada en esa posilga! Simplemente no puedo estar haciendo todas esas cosas que hacen las vikingas que eligen quedarse en casa... ¡Yo no soy como mi tía!- raclamaba furiosa, pero luego respiró peofundo para calmarse.

-Lo sé, querida, créeme que todos sabemos eso, pero estoy seguro que ya cederán.- el Haddock se vió interrumpido.

-¡¿Cuándo?! ¿Cuándo, jefe? Ya han pasado 2 miserables años. ¿No puede hacer algo más?- le pidió entrelazando sus manos entre sí.

-No, lo jemos intentado todo, pero cuando tus padres murieron, tú quedaste en completa cuatodia de ellos, y al final ellos son los que deciden sobre ti... Al menos hasta que seas mayor de edad.- le respondió el jefe.

-Uuff... Bueno, aún me queda un año para los 18.- se dijo en sí, más para ella misma, pero luego volvió su vista a el padre de su mejor amigo- ¿Cómo está Hiccup? ¿Ya se recuperó?- preguntó preocupada por él.

Puesto que, Haddock menor hace un mes participó en una invasión que hizo Berk a una isla para recuperar material robado, pero la a pesar de ser el mejor de su entrenamiento, la suerte no estuvo de su lado y lamentablemente perdió parte de su pierna izquierda.

-Sí, ya se acostumbró a su prótesis y ya ha empezado muy bien a caminar, mi hijo es todo un Haddock, un guerrero.- esa respuesta hizo feliz a Astrid y esbozó una linda sonrisa.

-Bueno, me alegra escuchar eso, pero ya debo irme, antes de que mis tíos se atrevan a hacer un escándalo por no estar en casa.- dijo antes de empezar su camino- ¡Adiós, jefe!- de despidió de él siguiendo con su camino.