Found but dead.

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Hace mucho que soy una "caminante", cada que alguien humano me ve sale corriendo y algunos llegan a insultarme, cosa que la verdad me pone triste; yo no quiero sus cerebros, yo solo quiero amigos.

Por suerte mi hermano siempre está ahí para apoyarme.

-¡Lin!-me habló mi hermano, sacándome de mis pensamientos.
-¿Dime Flin?-
-Por allá hay un grupo, hay que quedarnos cerca para ver si conseguimos algo para comer- comentó Flin.
-¡Esta bien!- comenté feliz, tenía mucha hambre para pensar en algo más.

Esta bien se que hace unas palabras dije que yo no comía cerebros, ¡y no lo hago! De menos no de personas vivas, a mi hermano y a mi nos gustaba ir a el árbol del ahorcado para buscar algún cadáver que podamos comer y así no sentirnos tan culpables.

Pero un día fuimos demasiado lejos del árbol y nos perdimos, entonces ahora buscamos "comida" siguiendo a las hordas que se amontonan y por ahí conseguimos algo para alimentarnos y no ¿morir?.

Y ahora estamos aquí siguiendo a un grupo de humanos, Flin y yo estamos hasta enfrente a pesar que dejaremos a los otros caminantes hacer una masacre y luego nosotros comeremos, entiendo que es un acto algo sádico de nuestra parte, pero la verdad no me gusta matar a nadie.

Durante la pequeña masacre que se había empezado a hacer, llegó otro grupo conformado por 8 humanos y dispuestos a ayudar a sus compañeros vivos se podía apreciar como sangre y órganos volaban por los aires, manchando todo el campo en un rojo carmesí.

-¡Lin, cuidado!- gritó Flin alarmado mientras me empujaba, salvándome de una bala.

-¡demonios fallé!- gritó un chico rubio con el cabello agarrado en una coleta y ojos azules.

Quedé estupefacta al verlo, era demasiado lindo; parecía un shota, mi ojo se fijo en otro chico que ahí se encontraba; peli naranjo-rojizo, con unos hermosos ojos ámbar debajo de unos lentes del mismo color acompañados de unas líneas negras.

Mientras quedaba atontada, no me di cuenta que alguien se dirigía hacia mí con cuchillo en mano, cuando estaba apunto de apuñalarme Flin me volvió a jalar y salimos corriendo.

Miré hacia atrás y me encontré a un chico más joven que los demás, con cabello azabache y ojos ambar, en su mejilla izquierda se encontraba una especie de sello japonés.

Aquel grupo de chicos nos empezó a seguir mientras dejaban que sus compañeros terminaran con los pocos caminantes que quedaban en el sector.

-¿Se puede saber por qué te quedaste atontada?, ¡casi te matan!- dijo Flin algo agitado por correr tanto.

-¡¿no viste lo lindos que eran esos chicos?!- dije yo mientras sostenía una sonrisa boba en mi cara.

-La verdad, me concentré más en escapar de aquel lugar antes de que algo malo pudiera pasarnos- volvió a decir.




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