—¿Sabías que los ángeles no son cómo crees que son? —Louis le preguntó a Zayn, quién levantó la vista del ordenador.
—No te entiendo—el moreno hizo una mueca y su mirada volvió a pantalla.
Louis, últimamente, se había interesado por el espiritualismo. Desde que descargó una aplicación y vio un vídeo sobre el mundo espiritual, su curiosidad despertó y no ha parado de informarse desde entonces.
—Esas personas pequeñas con alas, no son ángeles, son mensajeros. Los ángeles son una especie d...—Zayn le interrumpió.
—No te ofendas, pero no me interesa—Zayn burló.
—No pienso ofenderme porque tú quieras vivir en la ignorancia y creyéndote todo lo que ves—
—No soy ignorante, simplemente no me importa. Hablando de cosas que sí me importan, ¿tienes la carta de la pizzería de la esquina? —
—Sí, ahora te la paso—
—Gracias, te quiero— Zayn se levantó y besó la frente de Louis.
—¿Quién te crees?, ¿mi abuela? — gruñó.
—Esta abuela va a ir a por una pizza, no te pongas gruñón o no te traeré nada—
—Una de jamón york y queso para mí— Louis miró a Zayn con una sonrisa desde el sofá, apoyando la cabeza en el respaldo.
—No destroces la casa en mi ausencia. Adiós— Louis asintió levemente con la cabeza como gesto de despedida.
Zayn se fue y él se levantó para preparar y poner la mesa. Una vez estuvo lista, cogió el paquete de tabaco y salió al balcón para fumarse un cigarro.
Se apoyó con un brazo en el muro, mirando el paisaje de la puesta de sol y a las personas yéndose a casa después de un largo día de trabajo.
Y algo llamó su atención.
Un chico de pelo rizado, camisa blanca y vaqueros azules parado en medio de la acera.
Frunció el ceño y se inclinó para ver mejor.
Ellos vivían en una bonita urbanización y se conocían entre todos, definitivamente, si fuera algún vecino nuevo ya hubiera llegado a sus oídos.
No podía mentir, el chico era guapísimo.
Se extrañó cuándo vio que todas esas personas pasaban con indiferencia por su lado, si fuera él no podría haber ignorado la belleza del chico por mucho que lo hubiera intentado.
El rizado se mantenía echado en la pared, con las manos en sus bolsillos y mirando lentamente hacía a todos lados y, de pronto, alzó la mirada y miró a Louis.
A Louis se le paró el corazón por un segundo, sintiendo un escalofrío cuando cruzaron miradas.
El rizado sonrió.
Apartó la mirada, dejó la colilla en el cenicero y volvió adentro.
No podía sacarse de la cabeza al chico, se preguntó si era realmente un nuevo vecino en el barrio o simplemente alguien que pasaba por casualidad y esperaba a alguien.
Se exaltó cuando tocaron al timbre, lo primero que pasó por su mente es que podría ser Zayn, así que fue a abrir la puerta.
—Oye, ¿sabes algo sobre algún vecino nuev...— se calló. No había nadie. Se asomó —¿Zayn? —
No había nadie, por lo que cerró la puerta y en ese momento su teléfono comenzó a sonar.
Era Zayn.
—Louis, no queda de la pizza que querías, ¿tienes otra opción? — Louis abrió la boca para contestar, pero sin poder soltar palabra por la sorpresa.
—¿Sigues en la pizzería? —
—Sí, lo siento. Había una fila bastante larga, parece ser que a todo el mundo le dio pereza cocinar hoy —
—Entiendo. Elige por mí— Colgó.
No me está gustando esto.
Sentía que algo extraño estaba pasando y comenzaba a sentirse incómodo.
Se acordó de aquel post que leyó sobre malas energías, así que prendió un poco de incienso.
—Louis— Se escuchó un susurro.
Se giró en busca de quien dijo aquello.
Pensó que todo era parte de su imaginación y que estaba actuando paranoico.
Comenzó a sentirse mareado y se apoyó sobre la mesa, apoyando las manos y respirando hondo.
La ventana se abrió, dejando entrar la brisa de la noche.
Louis sintió un escalofrío, a sus espaldas, un aura cálida hizo que los vellos de su nuca se erizaran.
—Sé que me has visto—
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ghost love ; larry stylinson | TERMINADA - CORREGIDA |
RandomDónde Louis es el único que puede ver a Harry | historia corta | | ficción; todos los temas a mencionar en esta historia no tienen que ver con la realidad |