ghost love ; larry stylinson | TERMINADA - CORREGIDA |

02

Louis se dio media vuelta quedando al frente.

—¿Quién eres? ¿Q-Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado? —

—Por la puerta—

—La puerta estaba cerrada—

—Tú la abriste—

—No había nadie—

—Dejémoslo en que soy rápido— sonrió.

—¿Qué? Eso no explica qué haces en mi casa, fuera. No dejé entrar a nadie—

—¿Me estás echando? No parecías pensar lo mismo cuándo me viste desde tu balcón—

—Fuera. Voy a llamar a la policía, seguro que no quieres eso. Vamos, fuera de aquí—

—No voy a irme, necesito que me ayudes—

—No puedo ayudarte, eres literalmente un extraño que ha entrado a mi casa—

—Soy Harry. Harry Styles—tendió su mano al frente, Louis le miró con desconfianza—Vamos. Estoy de acuerdo y tienes razón, quizás no debí presentarme así, pero un error lo tiene cualquiera—

—Tu sólo te metiste en mi casa, no puede ser un error—

—¿Estás a la defensiva siempre? Eso es aburrido—

—¿Qué? No estoy a la defensiva, simplemente...— Harry le interrumpió.

—¿Crees en la vida después de la muerte? —Harry se paseó por la habitación.

—Pero...—A Louis no le daba tiempo a hablar por las constantes respuestas del rizado.

—Yo no creía. No solía creer en estas cosas, pero es interesante lo rápido que pueden cambiar las cosas—

—Ya, no me importa. ¿Podrías salir? Por favor. Puedo aguantar que se cuele un gato, pero no un niño—

—No soy un niño, tengo 16 años. Y no me compares con un gato, aunque son agradables. Solía tener dos—Harry siguió paseando por el salón mirando cuadros, pasó el dedo por el filo de la televisión—Mi madre me compró una de estas para mi cumpleaños, era divertido pasarme toda la tarde viendo ¨Friends¨—

—¿Qué haces en mi casa? ¿No había otra casa donde colarte? —

—No realmente. Eres él único que puede ayudarme—

—¿Por qué? —

—Te llamas Louis, ¿verdad? —

—No puedes tratarme como un amigo, ¿puedes contestar? por favor— Louis cogió el vaso de agua para beber.

—Ah, sí. Eres el único que puede verme— Harry se paró delante de un cuadro.

Louis se atragantó cuándo vio que Harry no se reflejaba en el cristal.

—¿Qué mierda...? —Susurró secándose con la manga—Seguro son los efectos de tantas horas frente a la pantalla—susurró para sí mismo.

—No, no lo son. ¿Tienes espejo? —Louis le hizo una seña a Harry para que le siguiera a la entrada, dónde había un pequeño espejo alargado.

Harry se puso delante.

—¿Qué cojones eres? — su respiración se cortó de nuevo cuándo vio que Harry no se reflejaba.

—Ni yo lo sé—El rizado hizo una mueca y se apartó—Por eso necesito que me ayudes—

—No, ni en broma—

—¿Qué? ¿Por qué? —Mucha gente no puede verme, y quién puede verme huye de mí—

—Normal, literalmente, no te reflejas en ningún lado—

—Por favor. Sé que la forma en la que vine no fue la adecuada—

—Exacto, te colaste en mi casa—

— Perdón. De verdad, lo lamento mucho—

—Simplemente necesito ayuda urgente, te prometo que una vez me ayudes no volveré a molestar y me iré para siempre. ¡Literalmente! —

—No. Escucha, no te ofendas, pero mi amigo está al llegar y vamos a cenar, ¿podrías irte? —

—Seguramente él no pueda verme, no molestaré. Te lo juro. No como, no duermo y puedo quedarme en la esquina...—Louis cortó a Harry.

—¡Basta! ¿Tanto te cuesta admitir un 'no'? Seguro tenías un lugar a dónde ir, de algún lugar vendrás ¿no? —

—Sí, pero...—

—Vuelve allí, no puedo ayudarte—

—No tienes que hacer nada complicado, sólo hablar con—

—Para. Por favor, mi amigo está al llegar, tengo mejores cosas que hacer que esta niñería—

—Por favor. Es importante, sólo tienes que escúchame. Sólo 5 minutos—

—Dios, basta. Dije que no—

—Solo tienes que escucharme, nada más. Sólo eso y seguro podemos solucionarlo rápido—Louis recogió la cocina en silencio—¿No vas a decirme nada?, ¿vas a ignorarme? —

—Sí—Colocó los platos en el lavavajillas y sacó los limpios—Hasta que te canses y te vayas por ti mismo—Los puso en el mueble y miró a Harry por encima de su hombro—Funcionaba con mis hermanas—

Pasó por el lado de Harry rozando su hombro, tiró el trapo a la basura.

Harry hizo una mueca y apretó la mandíbula.

—Te ignorare hasta que, igual que apareciste, desaparezcas—Louis frunció el ceño.

—Entonces, yo no me iré hasta que me escuches—