Los días pasaron rápido. Kiyomi y su carrera como estilista, comerciante y modelo solo estaban aumentando. Nuevas fotos de la uchiha estaban en las portadas de las revistas de konoha, y las búsquedas de su ropa solo aumentaban.
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Kiyomi estaba pasando por un momento difícil consigo misma. El espíritu dentro de sí mismo estuvo sin recibir nuevas almas durante mucho tiempo, y eso le producía un gran malestar, por ejemplo: dolores de cabeza, mareos y estrés, pero en compensación su visión era mejor. Aika le dijo a Kiyomi que quería pasar tiempo con ella, ya que había pasado mucho tiempo desde que las dos estaban juntas.
Aika: Kiyomi, desde que me hiciste ese atuendo negro, mi deseo de usar ese atuendo es casi nulo.
Kiyomi: Estoy feliz...- dice sonando
Aika: Este atuendo aquí, lo llevo puesto para quedarme en Konoha.
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Aika hizo algunas poses para Kiyomi quien sonrió. Las dos continuaron caminando por Konoha, hasta que Aika se dio cuenta de que su madrina no estaba se encontraba bien
Aika: Madrina, no estás bien, creo que es mejor ir a casa. ¿Quieres que te lleve algo?
Kiyomi: Estoy bien, pero he estado mejor. Hasta pronto, no es necesario que me ayudes
Aika: Entonces cuídate e informa
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