Faltan dos días para la boda más esperada de Konoha. Kiyomi caminaba alrededor de Konoha en busca de la supuesta tienda de kimonos de novia donde Ino había dejado el kimono que Kiyomi usaría para su boda, detalle: Ino fue quién lo hizo. En el camino Uzumaki Boruto la encontró
Boruto: Kiyomi-san, parece estar perdida
Kiyomi: Boruto-kun, estoy realmente perdida, estoy buscando una tienda de kimonos.
Boruto: Creo que sé dónde está, quizás esté cerca de la florería de la madre de Inojin, Ino
Kiyomi: ¿Podrías llevarme allí?
Boruto: Por supuesto, realmente no tengo nada que hacer. Kiyomi-san, por favor sígame
Kiyomi asintió. Los dos se fueron hacia la tienda hablando y riendo, hasta que Kiyomi cambia de tema y dice:
- Sarada-chan y Mistuki-kun, ¡tienen suerte de tener un amigo como tú, Uzumaki Boruto!
Boruto: ¡De seguro que lo es!
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Boruto mira la sombrilla de la mujer a su lado y pregunta:
-¿Por qué usas ese paraguas?
Kiyomi: Mi piel es sensible al sol, ya que usé un jutsu...
Boruto: ¿Qué tipo de jutsu?
Kiyomi: Uno para evitar el envejecimiento
Boruto hace una mueca de miedo y luego empieza a reir. Después de 5 minutos, llegan a la tienda de Kimonos.
Kiyomi: Gracias por acompañarme.
Boruto: De nada, Kiyomi-san - sale corriendo.
La uchiha entró a la tienda y todas las mujeres que estaban dentro de la tienda la miraron como si fuera un fantasma. Un poco incómoda, fue al cajero.
Kiyomi: Ohayo. Una amiga me dejó un kimono hecho por ella aquí para mí
Chica: ¿Yamanaka Ino? Un momento
La chica regresó con un hermoso kimono blanco con detalles rojos en una percha
Chica: Puede probarlo allí - señala una puerta.
Kiyomi toma el kimono y se dirige a el lugar donde señaló la chica. Sola, se pone ese complicado atuendo y sale de la pequeña habitación. Al salir, encuentra a Ino y Temari que sonreían de oreja a oreja.
Ino: ¡QUEDO PERFECTO! SOY UNA GRAN DISEÑADORA
Temari: Se ve realmente hermosa, a mi hermano le encantará.
Kiyomi, extremadamente sonrojada, se miró en el espejo. Sus ojos se llenaron de lágrimas que empezaron a desbordar. Ino y Temari pusieron su mano sobre los hombros de su amiga.
Ino: ¡Mikoto estaría orgullosa de ti ahora!
Cuando la rubia dijo eso, por primera vez sus amigas vieron llorar a Kiyomi. Las lágrimas fluían sin parar, era tanta angustia acumulada en una persona que su chakra se agitaba mucho
