ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 1

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Cuando el remordimiento y los pensamientos no te dejan en paz, nada vuelve a ser igual, así le pasó a la gran Lilith, luego de dejar a Zelda sin ningún remordimiento, luego de tener aquellas noches de placer de las cuales nadie se enteraba, ilusionarla, para luego no volver.
Estaba tan cegada de poder, que cuando por fin obtuvo lo que quería, Madam Satán se sentía sola...

FLASHBACK

-Lilith, por el demonio, no me dejes sola, no cuando...- Lilith la calló

-Zelda, por favor, no puedes pedirme esto, es mi sueño, ser la reina del infierno, Nuestro amorío no iba a durar más que unos meses y...- La mujer de ojos verdes se dió media vuelta, destruida y sin más comenzó a vestirse.

-esta claro, la que se confundió aquí fui yo -Termino de abrochar el traje negro azabache que llevaba esa noche- Adiós, pero óyeme Lilith, no vuelvas a buscarme, no más.

Lilith no dijo nada, pues la mujer de ojos verdes desapareció sin poder decirle palabra alguna.

FIN FLASHBACK

Desde aquel momento sus encuentros eran solo desde lejos y solo por la escuela y Sabrina, quien no perdía la esperanza de volver a ver a Nick.

-Demonios, deja de pensar en esa mujer... Aquella hermosa, atractiva y sensual...bruja...-se paro de su trono despejando sus pensamientos morbosos- se acabó... Lo solucionare.

ZELDA

Como era costumbre, Zelda estaba en la academia, tratando de solucionar algunos problemas, pues, se rumoreaba que su ex esposo andaba cerca, no podía dejar que aquello sucediera, caminaba de un lado a otro en la oficina, como si de una fiera se tratase.

-zelda ¿Sucede algo? -Hilda interrumpió como era costumbre- ¿Estás bien?

- Faustus anda cerca, puedo sentirlo Hilda...

Luego de una conversación larga con Hilda, le pidió que la dejara sola, estaba muy estresada, miro hacía el techo de la oficina y le dió una calada a su cigarrillo.
-por satán, porque no puedo dejar de pensar en tí...- suspiró mientras cerraba sus ojos y se relajaba un momento, en sus mente aquellas largas noches de sexo junto a la pelinegra, todos sus encuentros. Mordió su labio y sonrió.

-No me tientes, Zelda spellman, esos pensamientos...- Zelda la interrumpió

-¡MALDITA SEAS! Me asustaste...- recupero la compostura mientras se levantaba para acercarse a ella- ¿Qué haces aquí?

-tengo unos asuntos que tratar contigo- dijo con voz seductora, mientras la miraba fijamente a los ojos.

Aunque Lilith la miraba de una forma que podía quemarla, los ojos de Zelda hacían que Lilith se derritiera.

- No tengo nada que hablar contigo, si no es de la academia o de Nicolás- dijo firmemente mientras trataba de mantener la compostura, aquella mujer la desarmaba de muchas maneras...y ella lo sabía.

-¡pues yo, si!- dijo elevando el tono de voz, comenzó a acorralar a Zelda hasta que chocó con el borde de su escritorio.

-Por favor, Lilith, cualquiera pueda entrar...- dijo en un jadeo tratando de controlar su respiración...
Cerró los ojos, para que esa mirada no la desarmara, no mas de lo que ya estaba -Ya n-no podemos...

-nadie entrará...- le susurro al oido- como extrañe tu olor...

𝕸𝖆𝖉𝖆𝖒 𝕾𝖕𝖊𝖑𝖑𝖒𝖆𝖓p I 《TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora