Zhan es un muchacho dedicado a sus estudios, pero por cuestiones de trabajo y problemas familiares, decide hacer trampa en uno de los exámenes más importantes de su carrera. sin saberlo, es descubierto por Yibo, quien por guardar el secreto lo hará...
Zhan se mantenía lo más calmado posible, pero al ver que Ayanga tomaba el celular y llamaba al castaño, no pudo evitar gritarle que no fuera.
-¿Eres idiota? ¿Quién te dijo que podías hablar?
-¿Como pude estar enamorado tantos años de un monstruo como tú?
-Fácil. Eras un estúpido cachorro que me seguía a todos lados y aguantaba todo. Creí que regresar a China por ti era una perdida de tiempo, por eso no le pregunté lo de marcarte a tus abuelos. Esos viejos de mierda que están más para el otro lado, ¿Por que tendría que pedir permiso? La idea era solo seguirte la corriente y joderte durante los días que estaría aquí. Así seguirías esperando y estando para cuando quisiera tu cuerpo
-Me das asco...Maldita sea. ¿Cómo pude ser tan ciego?
-¿Asco? ¿Hablas enserio? Te recuerdo que viene te la pasabas cuando te follaba
-Solo fingía por que en ese entonces no quería lastimar tu orgullo. ¡¡Pero a comparación de Yibo, el tuyo es tan pequeño que ni se siente!!
-¿De verdad?
Ayanga se acercó a él amenazante y apretó el lugar donde estaba la herida de bala. Al no recibir un grito o lloriqueos en respuesta, solto una risa sarcástica.
-No puedo creer que el dulce y delicado Zhan se enfrente así a mí. ¿Quién diría que eres tan valiente? Te voy a quitar esa seguridad y no vas a poder seguir dándome esa cara de odio
Ayanga lo tomo del brazo y lo estampó en el suelo colocándose encima de él.
-¡No me tocaras!-Zhan reaccionó pateando con su pierna sus testículos haciendo que este lo soltara
-¡Vas a pagar por eso!
Zhan se alejó arrastrando su pierna, pero fue nuevamente regresado a su lugar por unas rudas manos que lo apretaban con fuerza.
Ayanga lo sometió debajo de él y le arrancó el pantalón de un tirón.
El pelinegro entro en pánico mientras trataba desesperadamente de quitarlo de encima.
Su captor, lo sujeto de los cabellos y lo volteo estampando su rostro en el frío suelo y haciendo sonar sus mejillas al chocar con la madera.
-¡Veamos qué tan rudo eres mientras te follo!
-¡No!
-Ahora portate bien, o no podrás volver a caminar
-¡Vete a la mierda!-Zhan alzó su cabeza y estampó su cráneo contra la nariz de Ayanga haciendo que este gritara por el dolor de su nariz sangrante
Zhan se armó de valor y olvidando el dolor de su pierna. Lo empujó safandose de él y se levantó para correr a tomar algo con que defenderse.
En ese momento, la puerta del departamento de rompió y entró el castaño desesperado.
-¡Zhan!
-¡Yibo!
Corrió a sus brazos tratando de calmarse.
-¿Estás bien? ¡Mírame! ¡Di algo!
-¡Así que viniste! ¡Ahora me puedo deshacer de los dos!-tomo su pistola y dio tres disparos sin ver realmente a donde apuntaba
-¡Yibo!
Zhan callo al suelo sobre el cuerpo del Alfa observando como dos de los disparos habían caído en su hombro izquierdo.
-¡Desgraciado cobarde!
Antes de que pudiera volver a cargar el arma, Yibo de levantó y corrió hacia él estrellandolo en el suelo.
Ambos Alfas eran fuertes y altos. Los golpes venían uno tras otro, hasta que un fuerte puñetazo en su rostro, hizo caer inconsciente a Ayanga.
-Sin un arma no eres nada...
El castaño termino de rodillas apoyándose en el sillón mientras trataba de recuperarse. Las balas se habían apretado más y eso empeoraba su dolor. Pero sabía que no podía dejar que lastimaran a Zhan, y esa razón lo hizo olvidarse de su hombro sangrante.
-¡Yibo! ¿Estás bien?
Zhan se acercó a él llorando de preocupación y aferrándose a su cuerpo.
-Estoy bien...Tu pierna está sangrando-apenas podía pronunciar palabra por el dolor de los golpes y la herida
-¡Mi pierna no importa! ¡Estás perdiendo mucha sangre!
-Tu estás más herido que yo...Zhan...perdoname por no llegar antes. Debí esperar a que entraras a tu casa. Todo esto es mi culpa
-No lo es. El desquiciado es él-Zhan lo abrazó intentando no lastimarlo-¿Yibo?
El castaño termino desmayado sobre su hombro y eso lo hizo comenzar a gritar con pánico pidiendo ayuda.
Lo dejo en el suelo apoyado y de puso unos pantalones para tapar su desnudez y su sangre.
De pronto, entro Haikuan al departamento junto a un grupo de policías y al sentirse más seguro, se dejó caer junto a su Alfa.
. . . . . Holissssssss. Estamos cerca del final!!!!!Espero les gustará este capítulo. Estoy muy agradecida por su apoyo a la historia con sus mensajes y estrellitas. Enserio graciasssssssss. Con mucho cariño me despido hasta la próxima actualización ♥️♥️♥️♥️♥️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
