Mejores Amigos con derecho

Casi en candle café (parte II)

Al llegar al motel, nos atendió una recepcionista joven y bonita, al verme la cara se asustó y preguntó, -¿te pasa algo?- en modo de alarma. 

Dany respondió por mí -en realidad sí, queremos ir a emergencias-

-Bien, pueden ir por ese pasillo y al final a la derecha toman esa puerta y en seguida los atenderán-

-Gracias- dijimos al unísono. Dany me tomó del brazo para ayudarme a tener algo más de equilibro, porque a decir verdad no tenía muchas fuerzas y todavía me sentía algo mareada. Tomamos aquella puerta, y en seguida nos atendió un señor alto como de unos cincuenta y tanto años; 

-Saludos, ¿en qué le podemos ayudar?- 

-Hola, mi hermanita aquí y yo andábamos por aquí cerca y ella empezó a marearse y le dio un vértigo, y aún sigue algo mareada, y está muy pálida- 

-Sí que está pálida, es como si le hubiesen dado un susto- dijo el señor -pasen a la camilla número 3, y que la dama se acueste, enseguida los atiendo- a medida que nos adentrábamos a la sala de emergencias vi que estaba totalmente vacía, solo habían dos enfermos más, estábamos Dany y yo, y el doctor con su asistente. 

-¿Tu hermanita?- pregunté confundida. 

-Sí, ¿cómo querías que te dijera, mi novia?, ¿O al menos sabes que mucha gente conoce a tu padre por su empresa, y es posible que a ti también te conozcan por medio de él, verdad?

-Cierto- en ese instante llegó el doctor, con su tensiómetro me tomó la presión arterial, estaba un poco alta pero nada como para preocuparse. 

-Estás deshidratada, tómate un baso de agua y te voy poner un suero, para hidratarte, ¿de acuerdo?

-De acuerdo- respondí. 

Sentí la necesidad de avisarle a mi madre en donde estoy, tomo mi celular y accedo a llamarla. 

-Hola hija

-Mamá, hola. Solo te llamo para avisarte que estaré en casa lo más pronto posible, andaba con Dany y de un momento a otro me mareé y me puse algo pálida, también había vomitado hace unos momentos, y Dany me trajo a emergencias, solo estoy deshidratada, ya me van a poner la disolución y listo. 

-Ay Dios hija, tienes que tener mucho cuidado, apuesto a que te mojaste en la lluvia. 

Arrugo un poco mi cara -¡sii! en realidad sí, lo siento-

-Ay por Dios Karen, eres muy descuidada, y con este tremendo aguacero que acaba de caer... ay no me imagino como te pusiste. Deberías darle gracias a Dios de que Dany estaba contigo, él te cuida casi mejor que yo. 

Suelto una leve carcajada -mamá dije que lo siento, no volverá a pasar lo prometo

-Bueno, ya sabes en cuanto salgan, ven directo a tu hogar a descansar, ¿sí?, y cuídense mucho, por favor... Y saluda a Dany por mí. 

-Está bien mamá, te amo, adiós- cuelgo el teléfono. -mamá te saluda- 

-Gracias- susurra Dany aún preocupado, pasando su mano por mi cabeza.

 El asistente del doctor estaba esperando a que soltara el teléfono. -¿Eres alérgica a algo en específico? 

-No que yo sepa- 

-Bien, hay algo más que deba saber antes de ponerte la disolución-

-Que me asustan mucho las agujas- sonrío -Ah, y que estoy menstruando-

-¿Hace cuántos días?- 

-Hoy es el 4rto día- 

-Perfecto, esto no te hará ningún daño, así que aprieta el puño- me dice mientras aprieta fuerte uno de sus guantes de látex en mi bísep izquierdo, -ahora respira profundo- lleno mis pulmones de aire, y en un abrir y cerrar de ojos siento ese mosquito gigante que me acaba de pinchar en la coyuntura de mi brazo izquierdo, y voy soltando la respiración. 

-Duele mucho- digo mientras mis ojos ligeramente se humedecen con lágrimas que están muy lejos de salir. El enfermero desconecta la jeringa dejando la aguja dentro de mi vena, y conecta la disolución, y luego me pone un pequeño pedazo de gaza junto con un poco de cinta adhesiva blanca.

Dany pasa su mano por mi frente una vez más, tratando de hacerme sentir mejor -tranquila- me susurra -todo va a estar bien, ya verás que en unos cuántos minutos te vas a sentir mejor y con más fuerza- 

-Eso espero- devuelvo el susurro.