Niñero, no había nada más denigrante que le llamaran así. Lo aborrecía, lo odiaba con todas sus fuerzas pero, finalmente, llegaba a la conclusión de que él mismo se lo había buscado. Tal vez, debió dejar morir al mocoso de Kakaroto y seguir con su vida como si nada. Pues, hasta dónde tenía memoria, Gohan había sido su única y maldita referencia. Sí, se dijo así mismo, encariñarse con el insecto chillón había sido una grandísima estupidez.
¿Qué hubiera hecho el Piccolo de antes? No sabía cuántas veces se había preguntado aquello en el día. De lo único que estaba seguro, de haber existido ese antiguo yo, ni siquiera habría un planeta Tierra en esos instantes. Aunque no sabía cuán desagradable era la idea al respecto. Bufó mientras apartaba distraído a Trunks y Goten de un manotazo. Esos dos le estaban sacando canas verdes ¡y él ni siquiera tenía cabello como para dar prueba de ello!Tenía a Pan en su brazo derecho y pegada como garrapata en la pierna izquierda a Marron, y aunque ellas dos no denotaban ser un reto, ese otro par sí. De repente, las ideas homicidas aparecieron en él. Quizás, sí debía destruir la Tierra.
—Quietos.
—¡Pero él empezó! —se quejó Trunks adoptando una actitud similar a la de su padre, mientras Goten ya se había distraído con Pan en los brazos del Namekusei; ese niño era un tanto o más ridículo que Kakaroto —. ¿Cuánto tiempo debemos estar aquí?
—El tiempo que sea necesario —masculló dándole la espalda.
—¿Y cuánto es ese tiempo? —siguió preguntando, siguiéndolo de cerca y sin perderse un solo detalle del tipo verde, como muy comúnmente esos dos le llamaban. Sin embargo, para entonces, Piccolo ya estaba al borde de su límite. No sólo estaba irritado, sino que estaba demasiado entusiasta de meterle una patada —. Eres aburrido.
—Y tú un niño feo.
—¡Claro que no! Mi mamá dice que soy muy guapo porque soy un príncipe.
—¡De las niñas! —exclamó Goten soltando una risita burlesca.Fue allí cuando Trunks volvió a tirarse encima de él, Marron aplaudía con inocencia y a Pan se le ocurrió llorar como marrana. Piccolo miró al cielo en medio del caos y buscó un punto en la nada para calmarse.
Los mataría, un segundo más y en verdad lo haría.~*~
—Señor Piccolo, que bueno verlo. —Dende le sonrió suavemente como siempre lo hacía a pesar de que de él sólo recibía gruñidos en respuestas —¿Y cómo le fue...?
—Preferiría no hablar sobre ello —murmuró frunciendo el ceño, intentando de todas las formas posibles ignorar el estremecimiento que había tenido de sólo recordarlo —. Mocosos malcriados.Dende rió por lo bajo, mientras observaba como el guerrero se marchaba mascullando entre dientes seguramente alguna creativa maldición. Piccolo de niñero, ¿quién lo diría?
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Piccolo de niñero [Drabble]
Fiksi PenggemarNiñero, no había nada más denigrante que le llamaran así. Lo aborrecía, lo odiaba con todas sus fuerzas pero, finalmente, llegaba a la conclusión de que él mismo se lo había buscado. Tal vez, debió dejar morir al mocoso de Kakaroto y seguir con su v...