Metallic Gray (Editando)

Episodio 11: Titanium

—Bien, todos ataquen al mismo tiempo, no se detengan hasta acabar con él.

Todos apuntan sus extrañas y singulares armas hacia Gray.

— Chica, apárt...

Yell se lanza sobre Gray abrazándolo y lo cubre atrás de ella— ¡No! Ustedes...¡se suponía que deberían ayudarlo!

— Lo estamos ayudando, créeme, le solucionaremos el problema— responde Monsk.

— ¡Esto no es solucionarlo! ¡Esto es acabar con el problema de la forma más fácil!

— Y rápida.

— ¡No dejaré que lo maten, sálvenlo, por favor!

— Apártate— vuelve a decir Monsk

— ¡No! ¡Por favor, ayúden-! — un fuerte impacto cayendo justo al lado de Yell le interrumpió la frase.

— No tenemos razones para hacerlo, si no lo matamos ahora no tendremos oportunidad de hacerlo cuando se convierta en un monstruo real y asesine a todos.

— ¡Gray no es así! ¡Él no va a convertirse en monstruo, sólo necesita ayuda!

— Niña, abre los ojos, es un monstruo, no tiene afecto, ni siquiera le importa que estés defendiéndolo.

— Dejen a Yell en paz — Gray se interpone entre Yell y las armas, protegiéndola— ¡No apunten a mi amiga con ésas cosas!

— Gray...

Todos quedan congelados ante la reacción de Gray, no se lo esperaban, pero tras unos segundos vuelven a apuntar con sus armas.

— Conductas sociales aprendidas — susurró Monsk.

— Voy a explicarte algo, escucha con atención, no debemos matar humanos, pero en casos de emergencia especial, está permitido si es por el logro del objetivo de la paz, por un bien mayor. Apártate ahora, no nos haremos cargo por ti — sentenció Cautier.

Leila soltó su arma, impactada — ...¡¿QUÉ?!?

— Lo haremos con o sin ti, Leila — contestó Cautier.

— ¡Al menos no le hagan daño a la chica! — suplicó Leila.

— Leila, los humanos tienen la libertad de escoger su destino...los monstruos y seres como nosotros, no. Ella decidirá— explicó Fhell.

Las palabras de Fhell la dejaron pensativa, sin saber de qué lado estar, se propuso continuar cumpliendo sus obligaciones y levantó su arma con sus manos temblorosas.

Al instante comenzó la batalla, al inicio se basó en atacar con diversos proyectiles cargados de magia al chico, quien recibía los impactos con gran resistencia, Gray cubrió a Yell para protegerla, y a pesar de que le llegaban todos los ataques directo a su espalda ninguno le hacía daño.

— ¡Basta! No me protejas, ¡te harás daño!— gritaba Yell al borde de las lágrimas, intentando zafarse de los brazos de Gray.

— ¿Por qué me atacan? ¿Soy un monstruo?— preguntó Gray con su típica expresión seria, pero ahora con una mirada perdida.

— No, Gray, ¡no eres un monstruo!, eres humano, ¡eres mi amigo!

— Ya veo...

— Por favor suéltame, ¡protégete a ti mismo!

— No, tu me enseñaste que los amigos se protegen entre sí, tu siempre me ayudaste, ahora yo quiero ayudarte, debo protegerte.

En ése momento una bala hizo que Gray escupiera sangre, Yell miró la escena espantada, habían logrado herirlo, pero seguía vivo.