Secreto Profesional

Capítulo 8

Después de algún tiempo de haber estado entrenando por las tardes y comer alejado de su esposa, ese día cuando Jungkook pidió permiso para no ir a su entrenamiento por hacer otras obligaciones, sencillamente no tenía ni idea de cómo volver a reavivar la convivencia con Wheein.

Ambos estaban disfrutando de una deliciosa comida que a Wheein le costó mucho tiempo preparar. La receta era una que su abuela le había dejado antes de morir y hacía que cualquiera que le gustara la comida quedara encantado por completo con la receta. Wheein pretendía volver a conquistar a Jungkook empezando por su estómago, pero pronto se dio cuenta que eso no le bastaría para llamar su atención ya que él seguía permaneciendo en silencio.

-Jungkook, lo siento mucho, pero ya no puedo aguantar esta situación -dijo Wheein en voz alta.

La esposa dejó de un lado la comida a medio bocado para hablar con Jungkook, pero él parecía no tomarle ninguna importancia.

-No sé a qué te refieres -contestó Jungkook mientras que seguía comiendo. Ya no falta mucho, pensaba Jungkook, pronto asistiremos a esa entrevista y después podré regresar a entrenar como siempre lo he hecho.

-No estoy jugando. Tenemos que hablar seriamente de nuestro matrimonio -dijo Wheein.

La esposa de Jungkook se levantó de su asiento, el cual estaba enfrente de él, y se colocó junto a Jungkook. La mujer le tomó la mano con cuidado y miraba a su esposo como pidiendo ayuda, pero simplemente él no la volteaba a ver.

-No lo entiendo, primero me decías que querías que hagamos el amor y ahora que lo hago también te quejas -dijo Jungkook.

-Es que ese no es el tema -decía Wheein mientras trataba de buscar las palabras correctas.

Wheein lo único que podía percibir de Jungkook era que él estaba mucho más concentrado en la comida que en la misma conversación, tanto así que inclusive él le apartó la mano a Wheein y la puso sobre la mesa. Wheein sentía que ya no podía seguir permitiendo que su situación se les saliera de las manos, así que tomó de nueva cuenta a su marido y lo llevó a la fuerza hasta la sala, en donde lo sentó.

-Jungkook, ¿tú todavía me amas? -dijo ella.

- ¿Porque piensas eso? Si estoy todavía estoy contigo es que sí -contestó Jungkook.

-Pues no se nota, porque cada uno está en su rollo todo el tiempo y ya no tenemos esa chispa de antes. A veces pienso que sería mejor si cada uno hiciera su vida por separado.

-¿Hablas enserio?

Wheein agachó la mirada por unos segundos y cuando la regresó a su sitio ya estaba inundada en lágrimas.

-Amor, me rehúso a seguir viviendo así -dijo Wheein.

-Ya habíamos hablado de esto muchas veces. Ahora solo quiero terminar de comer.

Jungkook se levantó del sillón y pretendía regresar hacia el comedor para continuar con el almuerzo cuando Wheein lo detuvo.

-Es que nunca hablamos del tema. Tú nada más me escuchas e ignoras la conversación.

-Si es que ya no sé qué hacer para que me dejes de reclamar siempre por lo mismo -dijo él -Amor, vengo todos los días muy cansado con los entrenamientos y solo quiero acostarme y dormir. Ahora en la cabeza no me cabe nada más que ser el mejor jugador de la liga.

- ¡Mentira! -exclamó Wheein como si alguien le estuviera asfixiando -Si eso fuera cierto ya me habría acostumbrado, pero esto es más reciente. Hay algo que me estás ocultando y necesito saber que es.