Clinicamente Amoroso [Katsudeku]

Pt 7.1: Una agradable tormenta

Ohayo Pocco!

Hola queridos lectores, espero que esten de PANA.

Buenos dias a los lectores matutinos, buenas tardes a los normales y buenas noches a los lectores adictos al League of Legends.

Ahre que solo a mi me gusta.

Ya no se olviden de comentar y de votar si es que les gusta esta historia.

Enjoy!

—¿Como mierda me dijiste? — Fue lo ultimo que escuchó cuando se dio media vuelta e intento escapar, lográndolo de una manera exitosa.

Un poco inmaduro si te detienes a pensarlo por un momento, por el hecho de que por mucho que corra, Bakugo siempre lo va a encontrar en la casa, y segundo por que ya era un hombrecito grande y esas cosas eran de niños.

Pero no lo pensó mucho, además de que estaba totalmente relajado y las roncas y juguetonas risas de Katsuki hacían el ambiente muchísimo mas llevable, eso y que la lluvia no parecía ceder.

Cuando piso el primer escalón pensó que ya se había escapado y su mente había empezado a maquinar un posible escondite, el cual era exactamente en el baño de la habitación de el.

Pero claro, todos sus planes fueron destrozados cuando sintió unas fuertes manos en su cintura, y momentos después de eso sentir una abrumadora fuerza que lo levantó y Katsuki lo coloco en su hombro y se lo llevó como costal de papas a la cocina pareciendo inmutable a los forcejeos de Deku cuando intentaba escapar.

Lo sentó como si fuera un niño pequeño en la silla, mientras el mayor tomaba posición en el lado contrario de la mesa para empezar a tomar desayuno.

Partieron la comida con un silencio incomodo, escuchándose solo el sonido del pan crujiendo y de los tenedores chocando con los platos.

—Deku— Levantó su vista— ¿Ahora me vas a decir como mierda me dijiste? —

Dejó su tenedor sobre el plato y se llevó el vaso de jugo de naranja a sus labios, intentando de alguna manera detener el sonrojo que se había acentuado en sus mejillas.

Cuando dejo el vaso se centró en la rojiza mirada que lo analizaba, cosa que lo hizo avergonzarse y desviar su mirada.

—Hem... y-yo— Tartamudeó sintiendo nuevamente sus colores subiendo a sus mejillas.

¿Cómo esperaba que le dijera a Kacchan que le había dicho Kacchan? ¿Acaso quería que me diera un infarto?

De ahí un torrente de murmullos salían de la boca de Izuku, pensando en como podía mentirle a Katsuki y decirle que escucho mal.

Pero para bien o para mal, el sabe que es pésimo en mentir, y que además esta seguro que Kacchan lo había escuchado perfectamente.