this is wrong... or not? - a.i.

6.

- Pero yo no quiero estar aquí... - respondió Megan. -

- Eso es algo que ya no me incumbe, vamos. - dije cortante. -

Bajamos del auto y entramos al departamento. Al entrar, vimos a Luke sentado en el sillón mirando la televisión.

- Megan, te toca cocinar. - habló. -

- No quiero, estoy cansada.

- No te estoy preguntando.

- Ash, por favor. - dijo mirándome. -

- Cocina, Meg.

- Bueno. - dijo fulminándome con la mirada. -

Megan.

Estúpidos Luke y Ashton, además de tenerme encerrada me usan de esclava. Extraño tanto a Juliet, a mis padres e incluso a Brooke... Quiero irme, quiero volver a mi vida normal. Necesito salir.

Luego de terminar de lavar los platos me senté en un sillón a observar todo a mi alrededor, estaba decidida a encontrar la manera de escapar.

- Megan. - habló Luke. Yo sólo lo miré. - Estos días dormirás con Ashton.

- ¡¿Qué?! ¿Por qué? - Se quejó Ashton, quien estaba secándose el cabello con una toalla ya que se había duchado. Se veía muy bien. 

- No tenemos otra cama, ¿dejarás que tu princesita duerma en el sillón? Si la dejamos aquí debemos atarla para que no se mueva.

- Sí. - lo miré sorprendida. - Y no es mi princesita, duerme tú con ella.

- ¿Acaso mi opinión no cuenta? - hablé. -

- No. - respondió Ashton serio. Puse mi mejor cara de ofendida. Esto no podía quedar así. Me paré y caminé hacia Luke, pasándo por delante de Ashton e ignorándolo completamente.

- Luke, ¿puedo dormir contigo? Por favor, te lo ruego. Juro que me portaré bien. - dije abrazándolo.-

- Ya sabes lo que pasará si intentas algo. 

- Gracias, gracias, gracias.

- Vamos.

Nos fuimos a la habitación de Luke dejándo a Ashton sólo en el living. Punto para mi. Ahora tengo que buscar la manera de sacar provecho de dormir con Luke.

- Quítate la ropa.

- ¿Qué? - dije sin creer lo que había oído. No quería tener sexo con él. -

- ¿Dormirás así? Puedes tomar algo de mi armario para estar más cómoda. - al escuchar eso volví a respirar. -

- De acuerdo. - me acerqué a su guardarropas, saqué una remera y un boxer. Me saqué mi blusa tirándola al piso y me coloqué la ropa de Luke. En cuanto me dí cuenta, él había trabado la puerta y colocado la llave en uno de los cajones del escritorio que tenía en su habitación. -

- Ven a recostarte. - él se acostó y yo hice lo mismo. Me abrazó haciendo que mi cara quedara contra su cuello. También lo abracé, era una linda sensación. Poco a poco nos fuimos corriendo hasta que el poco espacio que había entre nosotros desapareció y él me besó. Era un beso lleno de deseo, al que yo correspondí. Sus manos recorrían mi espalda mientras que las mías se encontraban alrededor de su cuello tratando de acercarlo más hacia mi, cosa que era imposible. Esto se sentía realmente bien pero no estaba bien estar a punto de tener sexo con tu secuestrador, quien te trata realmente mal y te priva de tu libertad.

- Luke, Luke, espera. - dije entre besos. -

- ¿Qué sucede?

- No puedo hacerlo.

- ¿Por qué no?

- Luke, tú... tú me secuestraste, no puedes pretender que tenga sexo contigo siendo que después me entregarán a quién sabe quién, o me matarán. - mi voz sonaba quebrada. -

- Ugh, mujeres. Todas iguales.

- Tienes razón. - dije irónicamente, dándome la vuelta en la cama.

Luego de un rato pude oír como Luke roncaba, así que me giré comprobando que se encontraba dormido.

Lentamente me levanté de la cama y caminé hacia el escritorio, buscando en el cajón en el que él había puesto la llave. En este habían muchos papeles que no pude ver bien ya que la luz estaba apagada. Habían dos llaves y tomé ambas. Me acerqué hasta la puerta y probé con la primera, no era. Intenté lo mismo con la otra y finalmente pude abrir. Todo el departamento se encontraba a oscuras. Instintivamente miré hacia la habitación de ashton pero la puerta se encontraba cerrada, punto para mi. Apurada, me acerqué hasta la puerta del departamento y traté de abrir pero maldición, se encontraba cerrada. Tomé la llave que no había funcionado en la habitación de Luke pero no abría. Me encontraba demasiado nerviosa, sabía que si me descubrían, no dudarían ni un segundo en matarme. Tratando de hacer el menor ruido posible, busqué la maldita llave. Ésta se encontraba tirada en el suelo... es un departamento de hombres, obviamente iba a ser un desastre. 

Yendo hacia la puerta, sin darme cuenta tiré un vaso, haciendo que cayera al piso y estallara en mil pedazos. Apresuré mi paso y abrí la puerta. Sentía que mi corazón se saldría de mi cuerpo.

- ¡Maldita sea, Megan! - escuché a mi espalda, Ashton... Comencé a correr, era ahora o nunca.

- ¡Ven aquí! - Era Luke. Corrí aún más deprisa hasta que oí un disparo y luego, un dolor en una de mis piernas que me impidió seguir con mi marcha.