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— Bueno creo que ya no se nota tanto — me digo a mí misma viéndome frente al espejo para ver si quedaba rastro de la Mancha que me hizo Tzuyu.

Salí del baño y me dirigí al comedor donde estaban los chicos terminando ya su almuerzo.

— Tardaste mucho — me dice Solar con un puchero.

— Lo siento — le respondo mientras me siento en la silla alado de ella — No me di cuenta que iba a tardar tanto.

— Tranqui, no te perdiste mucho — dice Jimin comiendo de un paquete de papas que le quitó Solar de las manos —¡Ey! ¡Dámelo, es mío! Yo lo pague.

— Si me tuvieras que pagar toda la comida que yo compré y que me has robado tendrías que vender tus órganos querido amigo — le responde Solar mientras se lleva una papita a la boca.

— Me caes mal — le dice Jimin sacándole la lengua.

— ¿Quien?

— Tú

— ¿Te pregunto?— dice ella y suelta una carcajada. Jimin la mira ofendido y comienza a hacer berrinche.

Cómo quieren que madure con amigos así.

— Estos dos van a terminar juntos — me susurra Tae al oído.

— Seguro se casan en la Vegas — le respondo.

—¿Que fetiche tenés con las Vegas?— me pregunta Jimin cuando deja de pelear con Solar.

— ¿Escuchaste?— lo miro sorprendida

— Solo escuché las Vegas — se encoje de hombros.

— Pareces una vieja chusma — dice Solar mientras le pega en el brazo.

— ¡Ya! — dice él mientras se pone de pie y la mira ofendido — No te voy a hablar por una semana

— Como si me afectará — le dice ella poniendo sus ojos en blanco.

— Vas a venir rogando — dice él mientras se va alejando.

— El que va a venir rogando acá vas a ser tú no yo — dice ella mientras se pone de pie y se va para el otro lado.

El momentos de paz termina con el timbre sonando por toda la maldita escuela. Sigue sin entrarme en la cabeza el porque tengo que estudiar tantas cosas si no me van a servir. Ni que fuera a conseguir trabajo por saber la historia de un Rey de Corea de hace mil años.

Tae y yo nos dirigimos a clases, el se sienta en su silla y yo en la mía. Estaba en mí burbuja, solo pensaba que tenía que lavar mí uniforme cuando llegara porque olía a leche por culpa de Tzuyu. Al rayo llega Jungkook y se sienta alado mío pero hace una cara rara.

—¿Por qué hueles así?— me mira con desagrado.

Bueno lo entiendo, a mí tampoco me gusta oler así.

— Sin querer choque con alguien y me tiró su bebida encima mío — le respondo nerviosa porque no creo que él me crea mí mentira.

— Que raro tú siendo torpe — dice burlón.

Que raro tú burlándote de mí..

La clase comienza y yo intento prestar atención. Marcaba el libro con las respuestas y comenzaba a copiar, estaba bastante concentrada, quería entregar este trabajo lo más rápido posible. Sentía una mirada sobre mí pero no me preste atención pero ya era incómodo y cuando vi de quién era me puse nerviosa.

—¿Necesitas algo?— pregunté

— No, pero dime la respuesta — Me responde.

— No la se — digo con mí cabeza agachada.

Amor No Correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora