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Creo que no hay nada peor en la vida que levantarte temprano para a hacer algo que a uno no le gusta pero que tenés que cumplir con una obligación. Me siento en la cama y me estiró, todos los huesos de mí columna vertebral suenan. Me levanto y me voy al baño para darme una ducha, después de eso voy y me coloco mí uniforme.

Si hay cosa que más odio es usar un uniforme, con la camisa ahí algo apretada porque son así las cosas por acá y la falda un poco más corta de lo normal, pero a mí mucho eso no se me nota porque me cubro bien ya que odio mostrarme.

Tomo mí celular y veo la hora, pfff se me hacía tarde para ir a clases. Salgo de casa después de despedirme de toda mí familia y al primero que encuentro en la puerta es a Tae con su típica sonrisa cuadrada.

— Llegas 5 minutos tardes jovencita — me dice mientras golpes con su dedo el reloj que tiene puesto en su muñeca izquierda.

— Perdón, no tenía ganas de salir de mí cama — le respondo.

— Estás casada con tu cama — ríe.

— Me duele tanto despegarme de mí amada — le sigo el juego.

Y entre charlas y risas nos dirigimos a la escuela un poco a las corridas porque llegaríamos tarde.


                              [...]

—¿Que acaso no saben que en esta escuela o en cualquier otra tienen que llegar a tiempo?— dice el director a los gritos

— Lo sentimos — decimos todos los alumnos que habíamos llegado tarde en coro

— Ahora por esta falta de compromiso van a correr quince vueltas a toda la cancha de fútbol — dice dándonos la espalda — No quiero ningún tipo de quejas.

Cómo me hubiera gustado decirle a la cara que tengo menos estado físico para correr a las siete de la mañana o a cualquier hora la verdad.

No necesito un horario para tener estado físico porque eso no existe en mí cuerpo y vocabulario.

Con todos los estudiantes nos ponemos a correr por la cancha de fútbol, Tae iba feliz de la vida a mí lado corriendo como si nada y yo iba con la lengua afuera por el cansancio que tenía de hacer solo tres metros.

— Tenés menos estado físico que mí abuela, Kiara — escucho que dicen.

Volteo a ver y noto que es Jungkook

¿Que rayos hace él acá?

— ¿Que haces acá?— le pregunto agitada.

— ¿Acaso no se nota?— dice mientras se señala corriendo — llegue tarde.

— Eso lo sé, pero... siempre llegas temprano... por eso me sorprendí

— ¿Me estás acosando?— pregunta burlón mientras se acerca un poco a mí para darme un empujón con el hombro haciendo que me choque con Tae.

— La vas a tirar, imbécil — le dice Taehyung mientras me sostiene de los hombros y sigue corriendo.

— Li vis a tirir, imbicil — se le burla Jungkook

— Que te haces el gracioso —  dice Tae y se acerca a Jungkook para arrancarle los pelos

— Ey, no peleen. No quiero... tener que hacer más retos como este de correr que me está costando mí vida — los reto mientras los separó.

— Ni que fueras mí mamá para darme órdenes — me responde Jungkook mirando había adelante.

Me quedo como una estúpida mirándolo. Tiene un perfil hermoso, enserio que sea quien sea con quien esté hombre tenga hijos le van a salir hermosos.

Amor No Correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora