Hagámoslo en... [YiZhan/ZhanYi/Versátil]

Sueños [extra final]

✿Capítulo dedicado a Asheelov ✿

Dicen que cuando sueñas con alguien es porque ése alguien se queda dormido pensando en ti.

Realmente me da miedo que Wang Dalu se haya quedado dormido pensando en mí y en Xiao Zhan después de haberle encontrado está tarde en la plaza del centro comercial.

Fue un momento incómodo, porque ZhanGe y yo estábamos en la plaza, sentados comiendo helado cuando él apareció.

Xiao Zhan y yo teníamos una guerra por ver quién limpiaba los restos de helado del otro con la boca. Él me quitaba los restos con cariño cuando de pronto alguien a nuestras espaldas dijo:

—Hacen una bonita pareja.

Tanto Xiao Zhan como yo, nos quedamos pasmados al reconocer esa voz.

Wang Dalu estaba ahí y nos sonreía, aunque miraba mucho a Xiao Zhan.

Mi corazón comenzó a temblar cuando sentí los nervios de mi novio en su tacto y por un segundo me entró el miedo de que Xiao Zhan saliera detrás de él.

—Gracias —respondió Xiao Zhan mirándome a mi —él me hace muy feliz.

Sonreí como colégialo estúpido y también le dije algo cursi:

—Yo también soy feliz contigo.

De no ser por el carraspeo de Dalu, Zhan y yo nos hubiéramos quedado así por un largo rato.

—Debo irme —habló de nuevo, pero ni Xiao Zhan ni yo le hicimos caso —fue un gusto veros.

Sin más, se marchó de ahí y yo besé a Xiao Zhan esta vez. Todas las inseguridades que aguardaba muy bien hasta en ese momento dejaron de existir.

Al llegar a casa hicimos el amor descaradamente hasta quedar dormidos.

Lo único raro es que he soñado algo muy extraño que sólo cruzó por mi cabeza una sola vez, hacia mucho tiempo.

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⚠️El siguiente contenido implica la acción de más de dos personas.
Leer bajo vuestro propio riesgo.
(Termina donde aparezca el siguiente separador):
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En mi sueño, Xiao Zhan y yo éramos jóvenes. Yo tenía dieciséis años y él diecinueve.

Estábamos en el patio de mi vecindario peleando porque Xiao Zhan tenía novio y me quería a mí como su amante.

La pelea me había parecido muy real a la situación que vivimos en aquel entonces, salvo por un detalle: cuando le pedí que me follara, aparecimos en una cama.

No era la mía ni la de él. Ésta era diferente, pero muy cómoda.

Xiao Zhan comenzó a estimularme y con besos me distrajo cuando entró en mí.

Yo gemía en voz muy alta y él me pedía guardar silencio.

—Está en casa, cállate —susurraba, pero me daba con fuerza.

«Así que es la casa de Wang Dalu» —pensé.

Sonreí ante el dato nuevo y obligué a Xiao Zhan a salir de mí. Sin quitarlo de mi regazo, busqué su entrada y comencé a arremeter. Provoqué que el gimiera más fuerte que yo y pronto Wang Dalu apareció.

No me detuve en ningún momento y me aferré a los labios de Xiao Zhan, sin quitar la mirada de Dalu, queriendo decirle:

«Así es como se hace».