Una Corte de Garras y Piedra

Capitulo 6

Logró escuchar la aterrada voz de Tamlin repitiendo su nombre una y otra vez a lo lejos. O eso imaginó.

No sabía qué había pasado, quizá se había desmayado o a lo mejor ya estaba muerta. Solo estaba segura de que no estaba dormida.

Estaba tirada en el piso de un lugar lejano, oscuro y frío. Su voz era un débil eco que regresaba a ella como un siseo en los oídos cuando intentaba hablar.

Se sentía aturdida, adolorida, cansada y débil. ¿Así se sentía morir? ¿No se suponía que uno dejaba de sentir cuando la muerte lo alcanzaba? Y de ser así, ¿Dónde estaba Andras?

Un sonido extraño se oía a lo lejos pero ya no podía reconocerlo ni entender que era.

Se levantó y, aunque todo lo que veía era oscuridad, avanzó hacia adelante pero chocó con algo, se movió hacia atrás y volvió a toparse con algo similar a un muro. Tardó poco en darse cuenta de que estaba atrapada en algún lugar. Sola, aislada y débil. Aquél lejano sonido seguía tratando de llegar a ella. Sentía como si tuviera una enorme presión en el pecho y como si una fuerza extraña tirará de su mano con fuerza. Eso le dolía pero no podía saber que pasaba.

Aquel sonido pareció tomar forma.

– ¿Tamlin?

– ¡Vesna! Vesna ¿Puedes oírme?

Su voz sonaba rota y desesperada, seguramente él tampoco entendía lo que sucedía.

Vesna estaba literalmente atrapada en ella misma, todo ese poder extraño que había estado usando sin precaución había explotado en su interior, arrastrando su cuerpo humano a un punto de quiebre necesario para mantenerla viva, para que parara. Podía escuchar a Tamlin a través del lazo que de alguna manera compartían, un lazo que ella aún no había aceptado por lo que era demasiado débil.

– ¿Qué puedo hacer? Nada funciona, la magia...

Su voz se fue alejando y estaba casi segura de que él estaría intentando todo para hacerla reaccionar, estaría observando las marcas, sus ojos, su piel sin saber qué más hacer.

Ella trató de responder, de decirle que todo estaría bien aún cuando ni ella misma lo creía. Ahora sabía que no estaba muerta y trató una vez más de usar de alguna forma ese poder que la había llevado a la inconsciencia. Solo una vez más, rogó con la fuerza que aún le quedaba, solo quería que él la escuchara, quería decirle que no era su culpa.

– Vesna

– Tamlin no...– la voz se le rompió y su mente se convirtió en un torbellino de imágenes. Por un momento pudo ver los ojos verdes de él, su rostro lleno de angustia y preocupación. Pero después todo se puso al revés. Podía verse a sí misma en sus brazos, parecía que simplemente dormía pero tenía los ojos abiertos y ausentes.

Vesna trató de hablar, confundida y asustada pero no hubo expresión en ese rostro casi muerto que le devolvía la mirada perdida. Su rostro.

Se dio cuenta que se veía desde los ojos de Tamlin cuando él intentó quitarle el anillo del dedo. Vio sus espinas plateadas moverse con violencia hacia él, enredándose en el anillo negro, protegiéndolo y rasgando la piel del alto Lord.