Una Corte de Garras y Piedra

Capitulo 3

Vesna estaba segura de que su rostro reflejaba perfectamente la sorpresa que sentía, porque casi podía notar una sonrisa burlona en los labios de Tamlin.

- ¿Qué yo qué?

- No me hagas repetirlo- dijo él simplemente dirigiéndose a la puerta.- Vístete y baja cuando estés lista. Esperan por ti.

El alto lord salió de la habitación dejándola entre confundida e indignada. Se puso su ahora limpio vestido roto pero no tocó las espinas plateadas, no le pareció adecuado en un principio pero lo pensó mejor y las coloco en su brazo. Se deslizaron por sus dedos y se ajustaron a su antebrazo como si siempre hubieran pertenecido ahí.

Salió al vestíbulo asombrosamente lleno de faes que la miraban con curiosidad y algunos incluso con desconfianza ante su apariencia enteramente humana.

Ya no había heridas aparentes en su piel, con excepción de las marcas que dejaron en sus hombros las garras de Tamlin, tampoco se sentía mareada ni débil. Pero era consiente de su apariencia, una diminuta y frágil humana. Por lo menos su ropa rota hacia juego con la de Tamlin. Sonrió cuando esa idea le paso por la cabeza y lo miro, no necesito buscarlo, simplemente sabía donde estaba. Arriba, mirándola desde el barandal de la escalera.

Vesna avanzó hacia allí pero no subió hasta él, se detuvo en la mitad de la escalera y miro de frente a los rostros de orejas puntiagudas que la miraban en silencio. Ahora podía ver que en realidad no eran tantos como ella había creído, eran aproximadamente treinta.

Lanzó una fugaz mirada a Tamlin y lo vio hacer un gesto con la mano, abarcando a todos los presentes. Le estaba diciendo que ese era el momento de hablar pero ella no necesitaba que le indicará eso, era obvio. Además no le gusto su mirada, parecía a la expectativa de que ella dijera alguna tontería para soltar un "te lo dije" más que para ayudarla. Bien, si así iba a ser el juego. Tragó saliva.

-Gracias por venir.- dijo con voz firme y alta.- Están aquí porque sintieron un llamado a la Corte y decidieron hacerle caso. A partir de ahora nadie puede venir aquí sin invitación, por eso fui yo quien los llamó. Mi nombre es Vesna y vine a ayudar a este lugar, está tierra que ustedes juraron defender. No puedo decirles qué soy o explicar como es que una humana pudo llamarlos porque ni yo lo sé...- hizo una pausa y miró directamente a Tamlin, logrando que varios fae siguieran su mirada. No señor, él no sería solo un espectador de todo esto. Volvió a mirar hacia el vestíbulo. Confió en que sucedería igual que ayer, que su boca hablaría casi sola, mencionando cosas de las que ella no tenía plena conciencia, pero aquel ser que habitaba dentro de ella misma, si.- ...solo sé que la Corte Primavera nos necesita. Todos cometemos errores, faes y humanos por igual y el de su Alto Lord indudablemente fue poner a otras personas por encima de ustedes, dejarse influenciar y creer que con ello hacía lo correcto. Prefirió su propia tranquilidad aunque eso significara aislarse y llegar a olvidarse de su pueblo para enfocarse solo en una...cosa. Perdió la cabeza por ello. Castigó, humilló y asesino a su propia gente.. Pero todo eso ustedes ya lo saben. Él ha pagado por ello. Y muy caro. Lo saben también. - Vesna los miro con atención uno a uno, sabia que podía intimidar con la mirada, aun siendo humana. Su padre siempre decía que para convencer o intimidar bastaba solamente con una mirada de Vesna.- Pero ese mismo error también lo cometieron ustedes. Lo hicieron al creer ciegamente en las palabras de alguien más, palabras y acciones premeditadas para acabar con todo lo que está tierra era. Para destruirla desde adentro. Creyeron en alguien que planeó todo para salir invicta, para aparentar ser una damisela en peligro y mostrarles a ustedes la bestia que puede llegar a ser su alto lord. Y ustedes lo creyeron sin dudar. Comprendo que las acciones de Tamlin ayudaron a qué funcionará ese plan, todo le salió a la perfección. Y ustedes simplemente prefirieron alejarse, por miedo o cobardía, eso no lo sé. Y la verdad es que tampoco me interesa - se alegró al notar que había funcionado, de nueva cuenta las palabras salían de su boca sin filtro, Andras no le había contado muchos detalles aún, pues él solo tenía la información que recordaba y lo que Vesna podía rescatar de sus propios sueños aislados. Pero sabia que todo era verdad. Y eso la molestaba, tanto con Tamlin como con los faes que la miraban fijamente, algunos con incomodidad.- Cada uno aquí es responsable de sus acciones y elecciones. Yo no vine a juzgar ni a ordenarle a nadie. Únicamente vine a ayudar. Son libres de creer lo que quieran aún ahora, por eso nadie está obligado a quedarse, pero me...-miró de nuevo a Tamlin cuya expresión no rebelaba nada de lo que estuviera pasando por su cabeza pero había desparecido esa sombra de burla en su semblante -...nos gustaría y ayudaría mucho si deciden hacerlo.