Estaba oscuro, la luna ya había salido y el cielo estaba negro.Ya había empacado, mañana saldría a Los Ángeles a primera hora, pero no conseguía dejar de pesar en Cody, daba vueltas en la cama, vio su reloj, eran las 12pm, solo debía cerrar los ojos y dormir, más no lo conseguía.
Miró el techo, parecía una pantalla de cine, con todos los momentos qué pasó junto a él, odiaba las despedidas.
Sintió un fuerte apretón en el pecho cuando escuchó ruidos por su ventana.
¿Un ladrón? Pensó, se puso de pie, estaba en pijamas. Caminó hacía el ventanal y vió colgado a Cody desde la parte de abajo, sonrió al verlo.
- Me leíste la mente - estaba pensando en ti - le dijo Jane observándolo, el sonrió.
- No podía dormir - dijo Cody - ¿Quieres ir a la playa? - preguntó.
- ¿A las 12 de la noche? - preguntó Jane, el asintió - dale, espérame.
Ella se metió nuevamente y rápidamente se puso sus botas y una chaqueta, bajó despacio por las escaleras para no hacer ruido y no despertar a su madre ni a su tía, se deslizó como un ratoncillo, cogió las llaves y salió de su casa, Cody la esperaba afuera.
- Linda pijama - le dijo, ella se sonrojó - me gustan los corazones - luego cogió su mano y caminaron hacia la playa.
Una vez que llegaron se sentaron en la arena, no se cansaban de estar ahí, cerca a las rocas, observando el mar, minuto a minuto, era increíble estar en aquel lugar, era como magia.
- ¿Sabes algo? - dijo Jane rompiendo el silencio - una vez me preguntaste si quería conocer lo mejor de Miami - él la observó- pero que crees.
- ¿Qué? - preguntó Cody.
- No hubo necesidad de que me mostraras tanto - dijo ella - tu eres lo mejor de Miami - le confesó, el la abrazó uniendo sus manos sentados frente al mar, respirando el perfume de su cuello.
- Tu eres lo mejor que conocí - dijo Cody besando su cuello, Jane cerró los ojos, se sintió en el cielo, mientras el aire frío la hacia temblar.
- Quiero estar contigo Cody - le confesó.- quiero hacer el amor por primera vez - dijo Jane, Cody beso su cabecilla.
- ¿Estás segura? - le preguntó, ella aún con los ojos cerrados asintió.
- Si - dijo Jane - quiero entregarme y ser solo tuya esta noche...
Él la acostó en la arena, mientras el sonido de las olas presionaban en la orilla.
Le quito la chaqueta suavemente, ella aun con los ojos cerrados, como si estuviera en un sueño.
Era una escala de movimientos involuntarios, ambos besándose, lento, suave, sin prisa, ella lo ayudó a quitarse la playera y él a ella.
Bajo despacio hacia su abodmen llenándolo de besos y desabrochó su short, se los sacó con delicadeza dejándola en ropa interior, la miro a los ojos fijamente, ella volvió a asentir, luego volvió a besarla, esta vez con más seguridad.
Se quitó los pantalones y recorrió y lleno de besos cada parte del cuerpo de Jane, se deshizo del brasier y también de la bragas de ella, besando sus pechos, su ombligo, sus orejas, mordiendo su cuello, llenos de placer, desnudos, sin importarles nada, beso su cuello una vez más, ella sintió que moría. Se sentía en el cielo con sus caricias.
La llevo consigo, la atrapó en su mente. Abrió los ojos, vió el cielo cubierto de estrellas, sonrió y fue entonces donde sintió que Cody entró en ella, soltó un gemido ahogado con un poco de dolor, pero fue el dolor más hermoso del mundo.
- ¡Ah! - gimió Jane.
Cody fue despacio, besándola lento, penetrándola tranquilamente, como si estuviera volando, con mucho cuidado. Los gemidos por parte de ambos quemaban la atmósfera, no tenía nada que ver con sexo.
Era una deliciosa demencia voluntaria, para sentirse bien, amada y viva.
Había empezado antes de llegar a aquella playa y desnudarse, había empezado antes, con la mirada , con su voz.
No les importo verse desnudos, llenos de placer, se sentían vivos, en un acto de naturaleza.
El salió de ella despacio besando su cuerpo y sus labios, se acostó al lado derecho de Jane y entrelazó sus dedos con los de ella cogiéndose las manos, mientras miraban las estrellas, ella estaba paralizada por tanto placer. Era único.
- Son hermosas - dijo algo agitado mirando el cielo.
- Si - dijo apenas en un hilo de voz.
- ¿Te he lastimado? - preguntó Cody, ella se abrazó a el.
- No, ha sido perfecto - dijo apoyando su cabeza en su pecho - jamás llegue a sentirme así.- él acarició su espalda con la yema de sus dedos suavemente. El suspiró largamente.- No soy muy bueno con las palabras, pero eres la melodía perfecta para una canción. Eres perfecta - le dijo besando su cabeza.
Y así se mantuvieron abrazados el uno al otro por un largo tiempo, callados, viendose a los ojos, observando la luna. Incluso ya estaba amaneciendo.
Caminaban juntos de la mano hasta la casa de Jane, el cielo celeste comenzaba a asomarse.
- Bueno - dijo él besando su mano - ha sido una noche hermosa.
- Si - ella asintió - no se si quiero llorar o reír...
- Creo que ambos - luego la abrazó - esto es difícil, porque nunca me había enamorado.
- Ya te dije que no es el adiós... sino el hasta luego.
- Entonces hasta luego Jane, fue un placer - beso sus labios lentamente.
- Hasta luego - dejó de besarlo y entró a su casa silenciosamente, hasta llegar a su habitación, había llegado el día de partir.
Continuará...
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UN NOVIO OBSESIVO Y AGRESIVO
Teen FictionLa miraba con esos ojos que parecían angelicales, ella suspiraba y nuevamente lo perdonaba. Él... el chico malo de la escuela, con problemas, adicciones, pero irresistiblemente guapo, capitán del equipo de futbol, sexy, con miles de defectos. Ella...