Capítulo 68

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Pozo sin fondo

Lunes, 14 de julio.

Renjun miró al cielo, pero sin mirar nada en particular. Solo estaba allí, de apoyo y también como amigo, aún si aquello lo hacía sentir horrible.

No era la primera vez que acompañaba a Jaeno a aquel lugar, tampoco era la primera vez que lo esperaba afuera. Quizás era la tercera o cuarta, no lo sabía con exactitud, pero él recurría hacia Jaeno cuando éste lo llamaba, pidiéndole por favor que lo acompañara. Y quizás aquello estaba mal porque de alguna manera terminaba jodiendo su cabeza, ¿pero qué podía hacer realmente? ¿Negarse cuando le había prometido ayudarlo? Tampoco era como si Jaeno se aprovechara de ello, simplemente eran momentos de debilidad que terminaba recurriendo a él.

Si hubieran estado en otra situación, probablemente las cosas serían distintas y apoyaría a Jaeno de otra forma y aunque le gustaría estar a su lado, llenarlo de besos y jurarle que ambos iban a salir juntos de eso, sabía que no podía hacerlo. Debía mantenerse firme en su decisión y no mostrar debilidad.

La puerta de vidrio detrás de él chirrió con un sonido inaudible y Renjun se levantó rápidamente del asfalto en donde se mantenía sentado porque creía que entrar a la recepción del terapeuta de Jaeno no era lo correcto.

—Umm... —Jaeno parecía un poco incómodo mientras se balanceaba en sus pies. Lo que más odiaba era mostrar debilidad y realmente, lo estaba haciendo en aquellos momentos frente a Renjun. —Creo que ya puedes ir a casa... gracias por acompañarme.

Renjun ladeó la cabeza, sin dejar de examinarlo. Se notaba claramente lo agotado que se encontraba, quizás las pastillas que el terapeuta le había recomendado lo mantenía de aquella manera, Renjun no quería pensar mucho acerca de eso, así que simplemente mostró una pequeña sonrisa.

—Está bien... ¿estarás bien si me voy ahora? —preguntó, apretando sus manos.

Jaeno abrió la boca, deseando dejar salir aquellas palabras que tanto tenía atrapadas en su garganta, pero luego cerró la boca, sin saber exactamente que decir. Sus pensamientos estaban siendo completamente egoístas y quizás era una persona horrible por pensar de esa forma, pero era inevitable, al menos para él.

—Renjun-ah —murmuró, dando un paso hacia él y el chino de inmediato supo que debía irse de allí si no quería pasar por aquella situación otra vez. Sin embargo, sus pensamientos parecían ser contrario a lo que su cabeza ordenaba, porque sus pies quedaron plantados en el suelo. —Yo... Por favor...

Se mantuvo en silencio, mirando la manera humillante en la que Jaeno parecía estar doblegándose en la calle, rogándole por algo que no funcionaría ni aunque lo intentaran. Renjun sabía muy bien cuales eran las cosas que le convenían y cuales no; claramente, aunque le doliera, Jaeno y Jaemin en esos momentos, no entraban en aquella categoría.

—Por favor... —volvió a suplicar, sus ojos llenándose de lágrimas en el proceso y Renjun solo tuvo que tragar saliva para poder ahuyentar ese horrible nudo en su garganta. —Por favor vuelve conmigo... prometo mejorar, prometo ser un buen novio... yo-

—Lo siento tanto, Jeno —murmuró, negando con la cabeza y dando un par de pasos hacia atrás, sintiendo su corazón hundirse al ver como Jaeno dejaba caer sus brazos a su costado, derrotado. —Regresa bien a casa.

Y luego de soltar aquellas dolorosas palabras, solo dio media vuelta y con pasos rápidos se dirigió a la estación de autobuses más cercanas porque sentía que terminaría asfixiándose un segundo más alrededor de Jaeno. No miró hacia atrás y sus pasos tampoco duraron a la hora de huir, aquello estaba bien, ¿verdad? A pesar de que su corazón dolía como nunca, mantenerse firme en su decisión estaba bien...

Caótico ↬ Johnten ; Norenmin ; Luwoo [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora