Capítulo 2

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Jake, quiero esta pared mas solida en este lado – dijo Terry a su capataz en la construcción señalando a su lado, Jake asintió.

Si señor – asintiendo, él capataz se fue a dar las órdenes a sus obreros. Terry miró a su alrededor, la hacienda estaba teniendo buena forma ahora. La había adquirido de un hombre que ya no quería seguir viviendo allí alegando que era muy grande para él, que después que sus padres fallecieron él no podría  seguir manteniéndola ya que él vivía lejos. Ahora Terry estaba re-modelando la gran casa, él siempre había soñado con tener un gran rancho, con establos y demás y ahora lo estaba construyendo. Su teléfono sonó y gruñó al ver el nombre de su madre. Ella no dejaba de llamarle y él la ignoraba todo el tiempo. Tenía ya tres años sin hablarle, cuando se cruzaba con ella le ignoraba de una manera que le haría ganar un Oscar. De la misma forma en que ignoraba a su ex-novia Melinda. Pero eso era del pasado, aun seguía teniendo resentimiento hacia esas dos mujeres, ellas habían arruinado lo mejor que Terry había tenido…pero cuando Terry se ponía a pensar atentamente a ello, en realidad, había sido él quien había arruinado lo más perfecto en su vida, en el momento en que decidió creerle a su madre y a Melinda y no a Serena.

Terry suspiró, pensar en Serena, aun después de cuatro años, le hacía doler el corazón y admitía que ese era su mayor arrepentimiento. Terry había intentado contactarla pero ella lo esquivó y desapareció, luego se dio cuenta que la había lastimado de una forma que nunca podría perdonarse y que lo mejor que podría hacer por ella en aquel tiempo había sido dejarla en paz. Y así lo hizo, y cuatro años después seguía amándola con todo su corazón. El sonido de su teléfono lo sacó de sus tristes pensamientos.

Hola padre – respondió Terry cuando vio el nombre de su padre en la pantalla del teléfono.

Hijo ¿Cómo has estado? – preguntó Victor. Terry sonrió, el amaba a su padre, fue quien lo ayudó a salir de la miseria cuando era joven, todo lo que ocurrió aquel día en que había destrozado el corazón de Serena había ocurrido mientras su padre estaba de viajes de negocios, Terry sabia que la relación de sus padres había estado tendiendo de un hilo, debido a las mentiras de su madre, las excusas y luego semanas después de que Serena se había ido se descubrió que Candice había estado engañando a Victor mientras este estaba de viaje. Su padre, para nada perturbado, le había dicho a su esposa que no esperó otra cosa de ella, una víbora que había envenenado la vida de su propio hijo y Victor no lamentó esas palabras, lamentaba el hecho de que no estuvo ese día para salvar a la joven pareja de las garras de Candice.

 Muy bien padre, la casa va en marcha, solo queda amueblarla y Jake está terminando los establos – Terry escuchó a su padre reír.

Te escuchas feliz hijo, eso esta muy bien, cuando todo esté listo podremos organizar una cena – Terry sonrió.

Claro que si padre – le dijo él.

Pero mientras, nos conformamos con cenar afuera – dijo Victor, luego de haber hablado unos minutos más acerca de la construcción – tenemos que hablar de algo que creo te interesará – la curiosidad picó a Terry.

¿A si? – preguntó Terry.

Si, mañana hijo, vamos al Garden, tengo tiempo sin probar uno de esos filetes especiales – Terry rio.

Debes cuidarte más viejo – le dijo a su padre, y Victor rió con ganas.

Suenas como Sara hijo, pero me estoy cuidando, tengo dos meses sin comer carne, empiezo a olvidar ese sabor – Terry sonrió, y se imagino a Sara, la fiel asistente de su padre que ahora llevaban viviendo juntos desde hace unos dos años, cuando Victor se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia la increíble mujer que conocía desde hace mas de 30 años.

Ella lo hace porque te ama, así que escúchala – le dijo Terry.

Eso hago, yo la escucho, pero me dio un día a la semana para comer carne, y vamos mañana a disfrutar de un buen filete – dijo sonriendo, luego de eso, Terry habló mas tiempo con su padre. Cuando llegó a su departamento en la tarde, sintió lo frio que estaba ese sitio el cual llamaba casa, las blancas e insípidas paredes le saludaron y sin observar alrededor pasó de largo hasta su habitación, no tenía idea de lo que quería hablar su padre, pero debía ser algo muy importante si se iban a encontrar en su restaurante favorito. Suspirando se quitó la ropa quedando en calzoncillos y se tiró sobre su cama, la almohada estaba muy cómoda, y Terry se durmió, pensando en Serena, como siempre lo hacía.

…………..

¿Cómo ha ido la compañía? – pregunto Terry entregándole el menú al mesero luego de haber pedido las papas especiales, su filete y una bebida. Su padre pidió su gran y favorito filete especial.

Muy bien, tengo ya todo listo, Sara es la que ha mantenido la compañía, eso debes saberlo – dijo Victor sonriendo con amor.

En eso tienes razón papá, ella te ha salvado – dijo Terry. Comenzaron a comer luego que el mesero trajo sus pedidos, Victor se tomó un momento para disfrutar del filete, suspirando y saboreando, Terry sonreía viendo a su padre - ¿Ya estás bien? – pregunto el riendo.

Oh sí, ya puedo continuar, extrañaba la buena comida – dijo su padre y ambos rieron – Hablé con Roger – dijo Victor después de unos minutos, Terry detuvo el tenedor cerca de su boca.

¿A si? ¿Cómo están Roger y Beatrice?  – preguntó Terry luego de tragar lentamente, y tratando de mantenerse calmado.

Muy bien en realidad, Roger siempre envía saludos, debes saber que él siente mucho lo que pasó – Terry sabia que Roger, el tío de Serena, y su padre habían sido grandes amigos desde pequeños, y aun lo seguían siendo se dio cuenta mientras escuchaba a su padre hablar de que Roger quería vender algunos potros y pensaba que Terry estaría interesado.

 Son pura sangre, los he visto ya, muy hermosos y sanos – le dijo su padre, Terry asintió.

Le agradezco mucho – Terry no pasó de alto la mirada de su padre – ¿Qué? – preguntó.

Quiere que vayas a su casa, el sábado por la mañana, para hablar de negocios y otras cosas – Victor siguió comiendo mientras hablaba – Beatrice quiere verte también, no te ha visto en mucho tiempo – Terry asintió y un sentimiento de tristeza le inundó, él había amado mucho estar en casa de Serena, Beatrice lo había tratado como a su propio hijo, ni siquiera su verdadera madre había sido así de atenta.

Sí, tengo mucho sin verla – Victor asintió.

Decidió, el sábado iremos, iré contigo debo hablar con Roger sobre unas fundaciones – luego de eso siguieron hablando y comiendo.

……..

Victor, dentro de él estaba saltando y haciendo bailes de victoria, había sido fácil convencer a Terry que fuera hacia la casa McVain, ahora solo quedaba el resto. Terry tendría que seguir su corazón y ser fuerte. Por otra parte, Victor tenía otra razón para estar feliz esa tarde, pues por primera vez en cuatro años vería a su único nieto.

Había visto fotos de Max que Roger le enviaba pero por fin lo vería en persona, los genes Hollister estarían presente por todo el rostro del pequeño niño, por lo que Roger le había comentado. Grandes ojos azules, pelo negro como la noche y la distinguida sonrisa picara que Terry había tenido, pero además tenía una de las cosas más llamativas que había heredado de su hermosa madre, Serena, unos hoyuelos que lo hacían irresistible de adorar.

Claro que si, Victor tenía muchas ganas de ver a su amado nieto, y mirando a Terry frente de sus ojos, que hablaba tan apasionadamente de su casa, sonrió, su querido hijo había sufrido y había pagado el precio, pero era hora de que fuera feliz. 

Ámame de NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora