Capítulo 4

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Terry llegó a las tierras de los McVain a eso de las siete de la mañana, no era temprano, sabiendo cómo era vivir en ranchos tan grandes y que las personas que vivían allí tendían a pararse a las cinco o seis de la mañana. Lo que Terry no esperaba era encontrarse tan rapido con Roger, justo en las puertas del rancho. Deteniendo su Pick Up a un lado de la entrada se bajó de la camioneta y se encontró con Roger en el portón de las tierras.

Terry, mucho tiempo sin verte hijo – saludó Roger en cuanto estuvo frente de él.

¿Cómo ha estado señor McVain? – Preguntó Terry, Roger sonrió.

Llámame Roger por favor – Terry se permitió sonreír un poco cuando en realidad estaba tan nervioso – He estado muy bien, gracias por preguntar – Terry asintió.

Mi padre dijo que quería hablar conmigo acerca de unos potros – Roger asintió y abrió el portón.

Eso es muy cierto, vamos a entrar, deja la camioneta por el establo – ambos se montaron en la Pick Up y Terry entró, tenía mucho tiempo sin ver estas tierras, pudo ver la casa a lo lejos, un cercado donde estaban unos trabajadores peinando unos caballos y luego vio los establos, se dirigió hacia allí y estacionó, Roger se bajó – vamos – le indicó a Terry y entraron a los establos. Era muy grande, tenía caballerizas donde estaban los grandes caballos, pura sangre. Terry sabia que Roger amaba los caballos y mas los pura sangre.

Vaya, que hermoso – dijo Terry viendo a uno en especifico, un pura sangre negro como el carbón, la crin perfectamente peinada le llegaba hasta el lomo, su cabello brillaba por la luz, era tan alto. Terry se maravilló con ese caballo.

Ese es Huracán – dijo Roger llegando a su lado – Es de Serena, ella lo nombró y cuido cuando era nada más que un potro – Terry se quedó de piedra al escuchar el nombre de Serena.

Nunca lo vi – dijo Terry en voz baja.

Nunca tuviste la oportunidad, este caballo le salvó la vida a Serena luego de que regresó de tu casa aquella tarde – dijo Roger, quien se colocó a su lado.

Yo vine luego, días después…yo dejé a Serena en paz por unos días y luego vine… - Terry no sabía porque le estaba contando todo aquello a Roger, pero la verdad es que no podía parar, quería hablar con alguien.

Lo sé, mi esposa me dijo, ella te recibió – dijo Roger, Terry asintió.

Si, esperé a Serena sentado en la sala, luego su esposa, Beatrice tuvo una llamada…era Serena, por lo que entendí es que estaba muy emocionada, había ganado una beca en el extranjero…y solo me quedé pensando que ella seguía adelante y yo allí era destruirle más la vida – Roger miró a Terry mientras hablaba.

 Cuando llegué con Serena a la casa ya no estabas – Terry miro a Roger.

Me fui, en el momento que Beatrice volvió a la sala de estar yo me despedí y le pedí que no le dijera a Serena que había estado allí – Terry suspiró y volvió a mirar a Huracán – Sé que la lastimé mas de lo que pude haber hecho, pero fue ese día que eché todo a perder, quería pedirle disculpas, de rodillas si era necesario…pero al escucharla tan feliz no pude, preferí dejarla ser feliz sin mi – Roger sonrió con tristeza.

Así que, sacrificaste tu única oportunidad para volver con Serena por su felicidad ¿no? – preguntó Roger, Terry se encogió de hombros.

Me pareció lo mejor que podía hacer a ese punto – Terry volvió a mirar al viejo hombre – No he sabido nada de ella desde ese día, mi prima Lucy…bueno nosotros perdimos el contacto, luego al año nos volvimos a hablar pero con la condición de no preguntar por Serena así que ella nunca me dijo nada sobre Serena – Roger asintió.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2015 ⏰

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