Capítulo 2. Perdiendo la chispa.

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||Rhett||

Era incómodo, jodidamente incómodo.

Y no estoy hablando de cualquier cosa, la situación estaba en incomodidad nivel Dios, pero claro que sólo lo era para mí por que parece que la señorita Jess lo disfrutaba, disfrutaba de las muecas que adornaban mi rostro, de como no podía mantenerme quieto y como mis pies golpeaban el suelo y mis dedos daban toques ruidosos en la mesa. La señora Jess, si señora por que aparte de estar casada estoy seguro de que de "señorita" ya no tenía nada, no voy a juzgar el estado físico de la maestra por que a pesar de tener cuarenta y dos años se conservaba muy bien. Pero de lo que en realidad quiero hablar es de cuán descarada podría llegar a ser, y no me refiero a como "accidentalmente" rozaba mis brazos y hombros cuando pasaba por mi pupitre, o como buscaba la forma de darme una toma de su trasero, soy un hombre y como todos soy humano, si veo algo que me gusta no puedo evitar que algo se ensienda en mi, pero para ser sincero la profesora Jess no me atraía, no negarte que era muy atractiva pero mi cuerpo no reaccionaba ante ella.

No me molesto ni ofendió que me ofreciera una noche de sexo, lo que si hizo que me hirviera la sangre y quisiera arrancarle la cabeza a cualquiera que se atravesará en mi camino fue la forma tan descarada de chantajearme cuando amablemente me negué a su propuesta por dos sencillas razones; no me gustaba y simplemente por que no quería. Cuando me negué se volvió loca amenazándome con usar su poder de perjudicarme en su asignatura, ella me lo puso fácil:

-O te pierdes dentro de mi,- dijo seductora-o pierdes tu beca.

Me sentí triste al instante, antes de su ofrerta ella era mi tutora y le conté cosas de mi vida por que me sentía en confianza, le conté como a veces extraño a mis padres y cuanto necesito de esa beca. Pero no el importo y decidió usar eso en mi contra.

-Te daré una semana para que lo pienses- dijo aplicando su labial color vino es sus labios -si tu respuesta es, sí. Pasaremos una grandiosa noche, de lo contrario vete despidiendo de está grandiosa institución.

Salí hecho una furia y me limpie bruscamente la comisura de mi boca donde sus asquerosos labios me tocaron. ¿Como podían existir personas así en este mundo?, ¿Por qué ese tipo de cosas me pasaban a mí? No quisiera que otro de mis compañeros pasará por esto pero ¿por qué a mi? Sí engañar a tu pareja de no sé cuantos años era muy malo, forzar a alguien a tener sexo contigo era jodidamente peor.

Ahora me encontraba rondando por los pasillos pensando en que mierda haría, tenía dos opciones, tener sexo con la mujer o recurrir a alguien.

No tendría sexo con la pedófila de mi profesora, escuché de alguien que podría ayudarme, el mismo día por la tarde cuando Jess me chantajeo le dije todo a Henry.

-Mierda Rhett, ¿Yo también tendré que chantajearte para que me regales tu virtud?

Puse los ojos en blanco y le golpee la nuca.

-¿Qué aremos? -Pregunte serio-no tendré sexo con esa maniática.

Henry suspiro y pareció pensar. Esperaba que tuviera un plan, trabajamos mucho para llegar aquí como para cagarla tan pronto. Nos ganamos a los profesores y a los alumnos, estudiamos hasta las tres de la mañana para pasar todos los exámenes, conseguimos los puntos extras, las recomendaciones de los maestros de nuestra antigua preparatoria para que pudiéramos adquirir la beca, no nos iríamos tan fácil.

-Me hablaron de alguien. -suelta de repente.

-¿Qué?

-Unos chicos estaban hablando de una chica que hace un tiempo logro cambiar sus notas- me cuenta-fue antes de nuestra llegada. El punto es que la chica es la puta madre, estaba en el equipo de codificación, pero en vez de hacer dibujitos cambio sus notas y las de alguien más.

Tal Vez Fue Contigo [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora