𝓔𝓵𝓮𝓿𝓮𝓷

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Un profundo suspiro fluyó.

El aire de la noche era frío, así que mis brazos estaban envolviendo mi cuerpo, pero no quería volver a buscar ropa de abrigo. MinGi actualmente, está teniendo sexo con una acompañante, por lo que no puedo entrar a la casa así que, deambulo por el gran jardín. Olí cuidadosamente las feromonas que se desbordaban. El aire dentro de la casa estaría tan húmedo que no podría soportarlo. Tenía miedo de entrar a la mansión.

—HongJoong, ¿estás aquí? Felix me encontró y habló. Dudé y asentí. Él abrió la boca con la cara inexpresiva, como siempre—: Se terminará pronto. ¿No hace frío? ¿Deseas alguna bebida caliente o ropa de abrigo?

—Oh gracias. Ropa de abrigo, por favor.

Felix asintió brevemente.

—Vendré pronto.

Dicho esto, desapareció como el viento y yo me quedé allí, frotándome los brazos. ¿Qué hora era? Inadvertidamente miré con tristeza mi muñeca vacía. MinGi a veces las llamaba al hotel y otras veces a su casa. Aunque está vez, el periodo había sido corto, habían sido en espacios de 3 días. La había llamado todos los días durante la primera semana. No había nada de que decepcionarme porque se suponía que ya la conocía. Sin embargo, era difícil verla entrar a su habitación con orgullo. Pretendí quedarme dormido las primeras veces y me quedaba en mi habitación desde la tarde, pero debido a la feromona que se desbordaba, podía ver la situación sin estar físicamente ahí así que, a menudo deambulaba fuera de la mansión. Me dolía el corazón a morir.

... Que frío.

Me encogí de hombros. ¿Cuánto tiempo había pasado? En mi experiencia, parecía que habían pasado tres horas, pero seguramente habían pasado mucho más. Gracias a él, siempre tuve que esperar durante al menos tres horas en el auto cada vez que se encontraba con una compañera sexual en el hotel. A veces, me dejaba en la mansión y se dirigía al hotel, pero en ese caso, al cabo de unas horas, al amanecer, volvía en el coche.

De pronto, escuché un sonido.

—... ¿Ya terminó?

Era una pena que me hubiera olvidado del reloj y mi celular porque salí antes de lo esperado. Me sentía amargado.

Miré la mansión una vez más cuando un grito fluyo desde la ventana abierta de MinGi.

Los sucesivos gemidos me habían estado molestando por mucho tiempo, pero lo que me molestó aún más fue que Mina, que era la compañera, había durado un poco más de tiempo que la anterior. Ya era hora de cambiar.

A MinGi le podía haber gustado Mina. Mi corazón pareció estallar solo por imaginarlo. Después de un tiempo ya no podía escuchar los gemidos y los gritos, se estaban quedando sin aliento. La mansión estaba en silencio. Suspiré, fue entonces cuando por detrás escuché el sonido de la puerta. Pensé que Felix había vuelto con mi abrigo, pero estaba mal. Había sido Mina quien abrió la puerta.

—Oh, Dios mío.

Tan pronto como me vio, me asustó. Mina, que llevaba un vestido delgado que hacía relucir su delgado cuerpo y dejaba al descubierto su abultado pecho, se me acercó.

—¿Eres el secretario del Sr. Song? Eso es bueno. ¿Dónde está el mayordomo? Cuando terminé, le dije que me gustaría irme a casa.

—... Debe venir ahora.

Ni siquiera tuve que escuchar su respuesta. Un fuerte aroma a feromona salió de su cuerpo. Mina era Beta. Así que estaba perfectamente con la feromona de MinGi. De momento, me sentí celoso. Bajé la cabeza para ocultar mi expresión. Ella saco un cigarrillo del bolso y lo mordió. Mina, escupió el humo durante mucho tiempo.

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