Just Love

-6-

Sabía diferente a lo que había probado hasta ahora, aunque de eso se trataba ¿no? Un poco más amargo, intenso, pero adictivo. Maka dio un segundo sorbo al vaso de cartón para cerciorarse ante la inquisidora mirada de Tsubaki, y cerró los ojos sin poder reprimir un largo suspiro. Sí, definitivamente, era eso. El motivo por el cual no había pegado ojo en casi toda la noche. Pensando en el origen de aquel sabor; pensando en Soul.

—Sabía a café... —balbuceó.

Tsubaki, que caminaba a su lado con otro vaso de cartón para llevar, dirección al estudio, la miró con la ceja arqueada.

—¿Qué?

Maka reaccionó por fin, abriendo los ojos con un ligero rubor en sus mejillas.

—Nada. No me hagas ni caso.

—Espera, ¿estás bebiendo café?

Mierda. ¿Por qué he tenido que soñar despierta?

—Pues sí —reconoció Maka—. Iba siendo hora de probarlo.

Su amiga la retuvo un momento del brazo para mirarla con una mezcla de incredulidad y temor, como si hubiese un fantasma tras ella, o algo por el estilo.

—¿Qué me he perdido?

Maka sabía que Tsubaki continuaría insistiendo hasta que se lo dijese. No lo veía necesario, y parecía haberlo descubierto por su cuenta, así que no le quedaba otra que contárselo. También por su promesa.

—Nos hemos besado.

—¿Tú y Soul? —Tsubaki la examinaba entonces con ojos desorbitados—. ¿Por eso cambiaste la bebida esta mañana, porque te recuerda a él?

Por eso, y porque le acababa de decir esa mañana a través de un breve mensaje que no coincidirían en dos días, por culpa de su horrible turno de noche...

—¿Tanto te gusta? ¡Madre mía!

—Claro que me gusta, ¿no es obvio?

—¿Y ya estáis saliendo? Ya sabes, de manera oficial. ¿Qué vais a hacer? ¿Os planteáis vivir juntos, aprovechando que compartís el mismo edificio? ¡Oh, no! ¡Dime que no cambiarás de trabajo para estar más cerca de él!

Maka se tocó las puntas del pelo, bastante cohibida por el interrogatorio exhaustivo de su amiga.

—Sólo han sido unos cuantos besos, Tsu —puntualizó, llegando al estudio—. No tengo idea de lo que...

—¡Seguro que va bien! ¿Qué chica sale tras un chico que apenas conoce, dejando sus cosas en una cafetería, tan solo para aclarar un malentendido?

En eso tenía razón.

—Cierto. Ah, y gracias por decir al camarero que guardase parte de ellas.

—No es nada —sonrió Tsubaki—. Me alegra que sirviera para que consiguieras a Soul.

—Hablando de conseguir a alguien... ¿Qué diantres pasa entre tú y ya sabes quién?

—¿Black Star? Nos llevamos bien. Es muy amable conmigo durante las sesiones, y...

—Venga, Tsu, ¿a qué venía entonces su actitud en la cafetería? Es el de siempre, ¿o es que no lo ves?

—Quizás sea su modo de expresar su aprecio.

Maka observó a su amiga sin dar crédito. ¿Tan enamorada estaba como para no ver la evidencia? ¿De verdad?