Just Love

-2-

Maka regresó aquella noche a casa con una sonrisa extra en la cara. Había conocido a un chico muy simpático, y le había hasta invitado a tomar algo en apenas unos minutos. La lástima era que hubiese salido tan tarde del trabajo y aún le quedara tarea pendiente por hacer en casa.

Habría sido tan entretenido...

Pero debía acabar un encargo para el día siguiente y todavía estaba a mitad de camino. Así que entró en el apartamento del edificio blanco en el que vivía, y tras darse una ducha, se puso a ello.

Sin embargo, después de las emociones vividas en la calle y el taxi esa mañana junto a Soul, a Maka le estaba costando una barbaridad concentrarse. Sentada en el escritorio de dibujo, recordaba sin parar la voz grave del chico, el jersey azul, esos pantalones vaqueros tan mojados que se le ceñían al cuerpo (mucho más alto que el suyo y bien formado), el pelo blanco que daban tantísimas ganas de tocar y averiguar si era en realidad tan suave como parecía, y esos ojos de un rubí tan profundo... No le venía la inspiración. Era imposible. El corazón le iba a mil revoluciones, y eran casi las cuatro de la madrugada. Suspiró. ¿Qué podría hacer? En cuatro horas tendría que entregar el poster.

De pronto, impulsada por algún hilo invisible, echó mano del mando a distancia que controlaba el equipo de música de su estudio y lo encendió. Seleccionó la radio. El programa: "Noches con Liz". En "Noches con Liz", los oyentes podían hablar con la misma locutora sobre sus problemas, o pedir alguna canción, y si no, Liz se encargaba de deleitar al público con la música más nueva que salía al mercado.

Publicidad por los cuatro costados.

A Maka no le gustaban ese tipo de programas, pero se imaginaba a Soul haciendo su trabajo allí, unas horas antes, y sin querer, se inspiraba.

Ese chico le había calado muy hondo. Desde la primera vez que lo vio, cuando se mudó a su edificio, meses atrás con su Harley. Y estaba encantada, bastante encantada. No era fácil estar sola todos los días, o que la gente la tratase como si fuese un bicho raro por lo inconformista que era. Por el temperamento que tenía, pese a ir vestida de manera poco adulta y cute. Al principio le gustaba parecerse a Hatsune Miku, pero empezaba a ser una maldición de falsos silbidos, piropos y amistades, sobre todo en el trabajo. Con Soul, no había sido lo mismo. Parecía gustarle por lo que era, y ella a él, también, a pesar del breve comentario a su belleza que de hecho, le hacía sonreír y sonrojarse sin más.

No había sido fácil reunir el valor para espiarle a través del amplio ventanal cada mañana, averiguar en qué emisora trabajaba, "coincidir" con él finalmente, e intercambiar unas palabras. Pero había merecido la pena. Mucho.

Conservando la sonrisa tonta, encendió la lamparilla sobre su cabeza y se puso a delinear sobre el papel, mientras escuchaba la radio. Dos horas y media más tarde, acabó el poster para caer rendida sobre el escritorio hasta las siete de la mañana.

§

Habiendo entregado el poster recién terminado, a través de un correo electrónico a su compañera Tsubaki, ella se encargó de asegurarle que lo imprimiría desde el estudio para tenerlo listo cuando llegasen a primera hora los dueños de la librería. La chica era un encanto, su mejor amiga, y bastante diligente en el trabajo. A veces, tanto, que le costaba llegar a ponerse a su altura. Casi parecía que dormía allí, en el estudio. Que vivía para servir al jefe. Y, el hecho de que le hiciera más que tilín era más que un hecho. Pero no era asunto suyo.

Maka salió a la calle con horas de sueño faltantes, pero entusiasmada. En esa ocasión, había elegido ponerse un mono de pantalón corto color naranja, con una camisa en tono menta debajo; medias blancas por encima de sus rodillas y zapatos blancos, haciendo juego con su pequeño bolso que colgó en su hombro para completar el conjunto antes de salir por la puerta del apartamento. Y, por primera vez en su vida, se había desprendido de las coletas altas para hacerse un leve recogido en la parte de atrás, dejando suelto el resto del cabello rubio. Con suerte, encontraría a Soul y...