Capítulo 10

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Jimin.

El sol de media mañana y el hecho de que aún hay un hombre caliente acostado a mi lado me recuerdan que es sábado. Me estiro tranquilamente en la cama, ya soñando despierto con el delicioso capuchino espumoso que me voy a preparar. Me siento orgulloso de haber dominado esa maldita máquina de café excesivamente pretenciosa. Sólo me tomó tres semanas.

Jungkook me sorprende al estirarse y jalarme contra él. Soy saludado por una impresionante erección empujando contra mi trasero. ¡Gah! Es cálida y sólida, y mi cuerpo se contrae inútilmente, respondiendo automáticamente a la sola idea de él.

Aparte de esas dos primeras noches, no hemos tenido ningún otro contacto sexual. Debería sentirme aliviado, pero en su lugar me encuentro cada vez más frustrado y confundido. Casi ha pasado un mes. Había imaginado que él tomaría mi virginidad de inmediato, pero después de varios días y luego semanas, me he vuelto cada vez más ansioso y curioso al respecto. Ahora sólo quiero acabar con eso, estoy cansado de esperar y preguntarme cuándo va a hacerlo. Fui comprado como un esclavo sexual y sé que no estoy a la altura de mi parte del trato.

Por las noches, él se queda despierto hasta tarde, trabajando en su oficina y todo, ignorándome. ¿No me encuentra atractivo? ¿Eran mis mamadas tan malas? La espera es desesperante. ¿Hay algo malo en mí que mi amo se niega a follarme? El vientre agitándose con anticipación es peor que el hecho en sí. Tengo que terminar con esto. A menudo había sospechado que él se hacía cargo de sus necesidades durante su ducha de la mañana, pero nunca he sido lo suficientemente valiente para aventurarme en el baño para confirmarlo.

Al principio me preguntaba si él estaba esperando que hiciera un movimiento, subir a su regazo, o besarlo... pero sé que no es eso. Él no fue tímido al decirme lo que quería de mí las dos primeras veces. Él me había ordenado ponerme de rodillas, deshaciendo sus pantalones y acariciándose mientras yo observaba. Sabía que no era tímido, lo que hacía todo esto aún más confuso.

Podías cortar la tensión sexual entre nosotros con un cuchillo -es una necesidad real y visceral que impregna el aire alrededor de nosotros. Y cada noche se supone que me acurruque con un musculoso hombre sin camisa que huele delicioso, que yazca en sus brazos y sea el perfecto compañero de cama obediente. ¿El problema con todo esto? Es jodidamente confuso. Él ha gastado un millón de dólares para traerme aquí, y estoy muy consciente del dinero -cada vez que llamo a casa, cuando oigo hablar de progreso de Minnie, cada vez que vago por las distintas habitaciones de su mansión, o atrapo mi reflejo en el espejo y recuerdo de dónde vino mi nuevo vestuario de diseñador, eso envía otra ola de confusión. Necesito saber lo que se espera de mí -dónde estamos- lo que implica este acuerdo.

Su polla es la única parte de él que claramente entiendo. Es menos discreta en sus deseos. Pero su mente es como un maldito laberinto. Uno que no tengo esperanza alguna de resolver. He pensado en confrontarlo. Pero en este momento -sintiendo su excitación caliente presionada contra mí- quiero algo completamente distinto.

Un ruido sordo se escapa de su garganta mientras se presiona más cerca, su polla clavada en contra mis nalgas. La cálida necesidad empapa mi ropa interior, haciendo que se aferren a mis sensible glande. Él empuja sus caderas más cerca de nuevo, robando mi aliento cuando siento cada borde duro de él. Su mano se mueve a lo largo de mi vientre, subiendo poco a poco y contengo mi respiración, preguntándome dónde aterrizará.

Mis ilusiones se afianzan y acomodo mi cuerpo hacia el suyo, queriendo sentir su firme mano acariciar mi pecho, frotarse contra mis pezones sensibles. Sus dedos se extienden y acarician mi pecho.

Su respiración se mantiene uniforme y constante detrás de mí cuello y él está haciendo pequeños ruidos de sueño, eso sólo me alienta. Por mucho que me gustaría poder ver su rostro, tengo demasiado miedo para moverme -
demasiado miedo de romper el hechizo. Considero quitar mi camiseta del camino para ayudarlo, anhelando el contacto piel a piel contra mis pezones, pero en cambio, sigo presionando mi trasero de nuevo en su dura excitación y él libera un gruñido. El sonido hace que todos mis músculos internos se aprieten.

SUCIAS Y HERMOSAS MENTIRAS #1 - |kookmin| +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora