Capítulo 9

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Jimin.

Mientras mis pies golpean el pavimento, mi aliento empuja a través de mis labios separados, y mis axilas y la parte baja de mi espalda se humedecen con transpiración. He estado aquí una semana y se siente bien estar de vuelta en la familiar rutina de trotar. Me pierdo en el ritmo de mis pies golpeando sordamente contra el pavimento. A pesar del calor, se siente bien usar mi cuerpo. Mis pulmones me gritan, mis músculos llevados al límite y aún así, me hago a mí mismo una promesa silenciosa. Un kilómetro más.

Mientras troto, mi mente vaga hacia Jungkook como hace con frecuencia. Mi cerebro recuerda y cataloga un millón de pequeños hechos sobre él. Cuan cálido es abrazado a mí alrededor en la noche, el pesado golpeteo del latido de su corazón contra mi espalda mientras se queda dormido, la curiosa forma en que me ve moverme sobre su casa como si disfrutara viendo a alguien ―yo― en su espacio. Hay algo que me gusta sobre esto también. Me siento libre de la constante preocupación por Minnie. Por supuesto, aun pienso en ella constantemente, preguntándome sobre su tratamiento y rezo porque vaya a estar bien, pero a una parte de mí le gusta no tener que enfrentarse a esto cada día.

A pesar de su silencio y su relativa indiferencia por mí, hay muchas pequeñas cosas sobre mi nuevo maestro a las que me estoy volviendo aficionado. El profundo tono rasposo de su voz adormilada en la mañana, la forma en la que siempre coloca una taza y un platillo para mi café de la mañana antes de irse al trabajo, la lenta forma en que su boca en levanta cuando me regala una rara sonrisa.

No es un hombre súper ansioso, ni torpe en nada de lo que hace. Es seguro, calculador y fuerte. Lo que para mí es increíblemente sexy. Recordando el suave roce de su boca contra la mía las pocas veces que me ha besado, y la forma confiada en la que suele manejar su gran polla, colocándola en mi lengua y gruñendo silenciosamente su liberación... Todos los músculos bajo mi ombligo se contraen y lucho por mantener mi balance.

Aunque sé que no debería dejar que mi mente vaya allí, sé que él no sería nada como los adolescentes con los que salía en el pasado ―con aliento de pizza y manos torpes. Él era confiado y seguro cuando me tocaba. Es magnético, carismático y encantador. Esta es una combinación irresistible y una contra la que no tendría defensas ―si esto alguna vez pasaba.

Incluso si no entiendo a este hombre, o sus razones para traerme aquí, aprecio su inesperada ternura hacia mí. Mi situación de vivienda podría ser mucho peor y estoy agradecido por él y por el dinero que significa que mi hermana tiene una oportunidad de luchar en la vida.

Una lenta sonrisa se forma en mis labios cuando me doy cuenta me he pasado el marcador del kilómetro. Con pensamientos de Jungkook para distraerme, correr es una brisa.

Mientras doy la vuelta de regreso a la casa, veo el pequeño carro deportivo rojo de Mark alejándose y me da un saludo antes de acercarse a la entrada de coches. No sabía que él venia hoy. Normalmente viene en las mañanas, chequea el trabajo del personal de la casa y luego se va a hacer lo que sea que haga para Jungkook.

Cuando alcanzo la casa. Me tropiezo dentro, agradecido de sentir el frío del aire acondicionado contra mi sobrecalentada piel. Me tiro al suelo en el espacio del perchero de la entrada, respirando profundamente, y tirando de mis zapatos. El abrigo de Jungkook está en una banca. ¿Está en casa? A lo mejor eso explica la visita de tarde de Mark ―acomodo mi pelo, pero mientras me siento allí tratando de calmar mi entrecortada respiración, tengo la sensación de ser observado.

—Hola, dulzura —La rica voz de Jungkook raspa sobre mi sonrojada piel y mis ojos se levantan hacia él. Se está inclinando casualmente contra el marco de la puerta, con un tobillo cruzado sobre el otro. Su camisa esta desabotonada en el cuello y luce feliz y relajado. Mis ojos son desafortunadamente dirigidos hacia el frente de sus pantalones de vestir, los cuales se rehusaban a quedarse planos sobre el impresionante bulto que luce. Calor vuela sobre mi cuerpo mientras me pregunto en que estaban él y Mark. Nunca ha estado en casa tan temprano antes, y no puedo evitar pensar que Mark estando aquí es más que una repentina coincidencia—. ¿Tuviste una buena carrera? —pregunta, con su hoyuelo asomándose hacia mi desde su mejilla.

SUCIAS Y HERMOSAS MENTIRAS #1 - |kookmin| +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora