prólogo

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«NO DESEADA»


Todo comenzó cuando a mi mamá se le ocurrió la estúpida idea de venderme.

No sé cuáles fueron las circunstancias tan grandes por las cuales tuvo que recurrir a esto, pero supongo que se dejó llevar por todo el odio que tiene hacia mí.

Tan solo vivía con mi madre, sé que no le agradaba mucho, pero al menos hacía el esfuerzo de agradarle. Solo tenía 18 años cuando me sucedieron todas estas tragedias. No pensé que sus actos trajeran grandes consecuencias a mi vida.

¡Mi madre! La típica mujer que causa sus calamidades y luego no quiere hacerse cargo de sus responsabilidades. ¿Que culpa tenía de que le hubiesen violado?

Cada instante y cada hora me recordaba lo que era para ella. tenía que soportar sus pláticas y sus reproches sobre lo mucho que arruiné su vida. cada vez era más difícil para mí obtener la paz mental que necesitaba. En su mirada se reflejaba y lo único que podía suponer era que le provocaba mucha repugnancia. Sin embargo, intenté ignorarlo, pero cada día que pasaba era más difícil soportar sus actitudes.

Los días de mi madre eran siempre iguales. Tenía un trabajo que le permitía pasar la mayor parte de su tiempo con sus compañeros, o como ella los llamaba, "Colegas" quiénes trabajan para grandes mafiosos. pasar el día a día a sus lado, bebiendo y haciendo y realizando todo tipo de trabajos, era su 'Passion'

Hubo una noche lluviosa en la que la que no podía conciliar el sueño. Bajé las escaleras con la intención de ir a la cocina y, en ese momento escuché a mi madre hablando con su amigo, pidiéndole que le diera tiempo para entregarme a un señor. No sé quién es, pero pude percibir que le tienen mucho respeto. Me quedé aturdida y no supe que hacer. me giré y fui directa mi habitación, en estado de shock. no podía créer lo que había Escuchado, cerré la puerta silenciosamente, y en ese instante mis pensamientos me invadieron Por completo.

Cerré mis ojos con todas mis fuerzas, tratando de contener las lágrimas. Recordé todas las veces que mi madre me había hecho sentir insignificante, pero a la vez, me di cuenta de lo fuerte que había Sido durante todo este tiempo.

En un abrir y cerrar de ojos me había quedado dormida. Pero al día siguiente su presencia invadió mi habitación, pero está vez sabía que podía enfrentar cualquier cosa que se interpusiera en mi camino.

-¡Mocosa levántate! - vocifero mi madre de una manera agresiva. Es hora de que te largue de aquí, expuso sin sentir remordimiento alguno.

- ¿Tengo la culpa? - pronuncié en busca de una respuesta, con un gran nudo en la garganta.

-¡Fuiste lo peor que pudo haberme sucedido! - dijo mi madre, con el ceño fruncido y los ojos llenos de odio. Sólo tenía 17 cuando tu padre me desgracio la vida. Y desde entonces he tenido que lidiar contigo mocosa, deberías agradecerme.

- ¿Agradecerte a ti? - interrumpo a mi madre, no te culpo por lo que sucedió con mi padre, pero no puedes descargar todo tu odio en mí. Te violó y aún así te quedate a su lado - dije muy enojada.

- ¡Cállate! - pronunció acercándose hacía mi, Sintiendo en cuestión de segundos una fuerte bofetada.

Me di cuenta que era inútil tratar de hacerla recapacitar en ese momento. Así que, sin decir una palabra más, me alejé de allí. Su presencia se esfumó, dando un leve giro para salir de ella habitación.

Había hecho presencia para presenciar como mi madre sostenía aquel maletín. El cual se le había entregado, ahora, en lugar de sentirme atrapada en un pozo sin salida, me sentía libre. Sabía que lo que vendría no sería fácil, pero estaba lista para enfrentarla con coraje y determinación. Y aunque no tenía a nadie ese momento, sabía que no estaría sola, me tenía a mi misma y eso era suficiente.

COMPRADA POR EL CAPO «EN REEDICIÓN »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora