──Todo comenzó cuando a mi mamá se le ocurrió la estúpida idea de venderme, sabía que no le agradaba, pero nunca pensé que llegaría a tal punto de deshacerse de mi.
En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba rodeada de un mundo , donde los débiles...
──Una hora después de Brittany haber comido; Se quedo atónita mientras rodaba por su mente, la hora y el día en que Kemal querrá tocarla y hacerla suya, después de todo, Kemal era un hombre de carne y hueso, tarde o temprano el querría satisfacer sus necesidades.
AL DÍA SIGUIENTE.
al despabilarse, la habitación estaba sumamente arreglada, pudo ver varios trajes de vestir sobre la cama, y sin pensarlo dos veces se dirigió a la ducha.
Al terminar Nicolle ingresó a la habitación para ofrecerle el aviso de kemal, sin duda alguna, aceptó y se trasladó al comedor.
──¿Qué tal pasaste la noche?──le preguntó kemal observandola de pies a cabeza.
──menos mal por suerte, ¿y tú?──le respondió ecuánime.
──Bien supongo, mientras dirigió sus manos para tomar un poco de jugo, los gestos que kemal hacia en el comedor dejaban lo claro he su inmerso atractivo.
Es normal que las mucamas recurran a este error para vengarse de sus señoras, como una serpiente que se siente amenazada, pues, Natalia la mucama con temperamento altanero y carácter fuerte, tomó el jugo y lo rebosó sobre Brittany, digamos que lo hizo por error como mencionó en ese instante.
──Oh Discúlpeme, ¡soy una estúpida!
──de sus labios saliron una leve sonrisa, para no calentar más situación, pero en los gestos que hacía Kemal era todo lo contrario, en su mirada se reflejaban las enormes ganas de gritarle.
(Extendío sus manos contra la suya)
──No sucede nada, no te preocupes, voy a cambiarme.
── al entrar a la habitación junto a Nicolle para cambiarse, unos minutos después llegó Kemal.
──¿Estás mejor? Le preguntó extendiendo sus manos contra su rostro.
──si, sólo fue un poco de jugo, expreso con una sonrisa cínica en el rostro.
──Te veo está noche cuando llegue a casa le declaró kemal para luego salir de la habitación.
Aquél hombre egocéntrico, con temperamento fuerte, le daba por entendido que tendrían un encuentro, eso provocó que se le secara la garganta provocando que en cuestión de segundo su delicado corazón se acelerace
──si, le respondío con seguridad──hasta que se fue de la habitación sin exponer nada más.
──¿Nicolle podrías traerme unos libros si no es mucho pedir?le pregunto Brittany a Nicolle.
Luego de varias horas aproximadamente, en una habitación sin salir, ya el sol se había ocultado, y aún seguía leyendo la novela que le había traído Nicolle, el ruido de la puerta resonó al llegar la noche, y allí fue cuando el corazón de Brittany se precipito, al fijar su vista hacia la puerta pudo ver la hermosa escultura de Kemal entrar a la habitación.
Al entrar y cerrar la puerta, apartó su camisa de su cuerpo, enganchandolo en lugar más cercano, se dirigió a la ducha para bañarse, mientras que ella se cubría totalmente con la sábanas.
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Después de varios minutos el sonido de la puerta resonó nuevamente, se asomó hacía fuera secándose su cabello,
escuché unos pasos arrimarse poco a poco acercándose a la cama apresuradamente, y allí senti como kemal me destapó lentamente, a lo que me puse nerviosa, me giré en mi propio eje recuperando la compostura para regañarlo.
Estaba en la situación más delicada de mi vida, la nostalgia de tenerlo cerca de mi era más fuerte qué todo lo que sucedía a mi alrededor, el estaba allí, arrimándose poco a poco, su cuerpo era todo una escultura, ni pensarlo.
Lo catalogaba cómo Hades: El dios del inframundo, quería escaparme del fuego interno que portaban sus ojos, mientras yo simplemente era <Hera, la diosa de los dioses, aportándole a su vida la estabilidad que necesitaba.
¿Porque me eligió a mi?──es la pregunta que me hacía cada vez que mis ojos posaban sobre el, mientas observaba como secaba su cabello.
todos portamos dentro ese lado caliente que sale de nuestro cuerpo de vez en cuando, era simplemente yo y el, allí juntos, era patética cuando se trataba de comportarme delicadamente delante de él y novata cuando se trataba de observarlo detenidamente sin tener que desviar mis ojos hacia otro lado.
──¿Que pretendes?, le pregunté sin pudor alguno, lo miré fijamente tratando de intimidarlo pero no sirvió de mucho.
──¿Que crees que podría pretender? Me preguntó con una pizca de diversión en su mirada.
──Me gusa que sean directos, sin peros, sin adivinanzas, sin más ni menos, recarque levantado mi ceja izquierda.
──Bien, respondió sencillamente, mientras me miraba detenidamente, mordía sus labios.
──¡Que! exclamé al ver que me sentía como una estúpida. Me puse de pie para dirigirme hacía baño, pero en ese instante se acercó más estampandome contra la pared.
Su rico aroma se asomó contra mi nariz, mientras sus manos permanecían sobre mi cuello, manteniendo una presión constante.
──¿Por que te pones nerviosa? Me preguntó.
no sabía si responder o solo quedarme callada.
──En un momento indeciso, pasó sus manos por mis labios, de igual manera me robó un beso,
Solo podía sentir como me envolvía en en su fuego, allí estábamos ardiendo los dos juntos.
Me arrojo sobre la cama, el permanecía sobre mi, dandome pequeños besos que provocaban ciertos espasmos.
Toqué sus hombros dándole señal de que se detuviera, pues era muy pronto para mí estar en una situación calurosa, evitando su miranda, solo podía notar ganas en sus ojos.
──¿Que sucede? me preguntó, un poco confundido.
──no estoy preparada, declaré mirando al techo.
──Quedó un más confundido al responderle, ¿porque no estarías preparada? me preguntó con su ceño fruncido.
──Que tal si olvidamos este tema, mientras que lo único que pretendía mi mente era despegarme de su lado.
