Capitulo 4

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Yoongi:

El teléfono sonó por tercera vez, si bien lo había oído las primeras dos, ya sabía quién era y porque no tenía muchas ganas de empezar el día así, pero parecía que no había opción.

-que quieres Mon?- pregunté al atender de mala manera.

Del otro lado se hizo un pequeño silencio tal vez por la sorpresa de que supiera que era él.

-oye, D, no quiero estar mal contigo, pero debemos aclarar algunas cosas, te parece vernos en la cafetería de siempre en 15?- dijo al recuperarse sin el entusiasmo de siempre.

-Ok, recién despierto, si no llego a tiempo, espérame- colgué.

Arrastrando los pies fui al baño a ver si mi cabeza se despejaba después de lavar mi rostro con un poco de agua fría, lavé mis dientes mientras me veía en el espejo, con el cepillo entre mis dientes apoyé mis manos a los lados del lavabo preguntándome internamente el porque ahora me encontraba en este pequeño embrollo, como pude ser tan estúpido y actuar como un completo idiota, sin motivo, mordí mi cepillo con fuerza y acabé pronto allí , terminé de vestirme y salí rumbo a la sala.

-oye, al fin te veo, las cuentas no se pagan solas en esta casa ya que no respetas límites ni horarios deberás hacerte cargo de la mitad de ellas, entendido?- escupió mi padre contra su periódico al verme pasar .

-no hay problema viejo- dije por lo bajo al abrir la puerta.

Subí al coche y me dirigí hacia la cafetería de siempre, ya iba cinco minutos tarde, eso me ponía nervioso, al igual que a mí a Mon no le gustaba esperar más aún si ya estaba cabreado de por sí.

Al llegar lo ví a través del vidrio, en la mesa de siempre, al fondo y cerca de la esquina que daba a la calle, me apresuré hacia el.

-que hay, Mon?- saludé.

-mira ,D, iré al grano porque no quiero sentir que las cosas están tensas entre nosotros-

Lo mire atentamente mientras él tomaba aire y juguetes a con una cuchara entre sus dedos sin mirarme, algo me decía que lo que vendría a continuación le era bastante difícil.

-ayer hiciste el ridículo frente a Jangmi, y algo me dice que si tenía alguna oportunidad con ella se arruinó, intentaré arreglarlo de alguna manera y espero lo entiendas, y no te burles, hermano no se que demonios me pasa pero desde que la vi siento la necesidad de cuidarla- bajó su cabeza avergonzado.

Me quedé helado, al punto que no me di cuenta cuando la mesera se acercó a tomarme pedido, educadamente le pedí un café y Rauda se dió la vuelta hacia el mostrador, y yo todavía no podía salir del asombro.

-Mon, de verdad lo siento…no creí que fuera algo…así -dije trataba de encontrar su mirada , necesitaba que supiera que al menos en parte era sincero.

-lo sé, y también se que tengo competencia, solo te pido que juegues limpio- dijo mirándome fijamente.

Sus palabras me confundieron, cuando caí en la cuenta de lo de que quería decir aspire aire para objetar casi al mismo tiempo en que el levantaba su mano ante mi esbozando un leve sonrisa con hoyuelos.

-hermano, es obvio que de una u otra manera esa chica nos gusta, ni tu ni yo sabemos el porque, pero no intentes negármelo, es obvio y nadie te conoce como yo -dijo seguido de una leve risa- tu jamás haz actuado así, jamás intentaste llamar la atención de ninguna chica hasta ayer.

A medida que Mon hablaba algo se empezaba a aclarar en mi mente, tal vez por eso no pude soportar verla hablando con él, quería que me sonriera así a mi también….

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