Capitulo 11

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Jangmi.

Un golpe fuerte se oyó cerca haciendo que despertara sobresaltada, mis ojos fueron directos a Yoongi que ya estaba vistiéndose a la velocidad de la luz, la puerta de la habitación se abrió dejándonos congelados en el lugar donde estábamos, traté de cubrirme con las sábanas lo mejor que podía mientras oía a Yoongi echar maldiciones en voz baja mientras se ponía frente a mi para cubrirme de la vista.

-oh, míralo tu!, Jejeje así que te has conseguido una nueva zorra?- dijo una voz de falsete que me sonaba familiar.

El chico de sonrisa resplandeciente que había visto en el bar seguido del chico de cabello largo con otros cuatro que no conocía nos veían desde la puerta mientras compartían sonrisas de lado y codazos cómplices.

-QUE DEMONIOS HACEN AQUÍ!?, VAYANSE ANTES DE QUE LO LAMENTEN!- grito Yoongi de manera que hasta yo sentí miedo.

-que te pasa Yoongi?, No nos vas a prestar a tu nueva muñeca?- dijo el chico de pelo largo entre risitas.

-mas vale que se largue…- dijo Yoongi mientras abría el pequeño cajón de la mesilla de noche.

-o que?- Dijo el chico de cabello rojo metiendo su mano debajo de su chamarra.

En pocos segundos ambos se estaban apuntando con enormes armas negras, el miedo se convirtió en pánico dentro de mi, no entendía que ocurría ni el por qué.

El silencio que se había formado fue roto por el ruido de botas corriendo hacia aquí, pronto detrás de ellos aparecieron Mon con tres chicos más con sus armas apuntando a los primeros, todos se veían uno a otro ,midiendose.

-que lastima!-suspiro el pelirrojo -parece que no podré divertime como deseaba- dijo con un puchero.

Acto seguido levantó sus manos dejando colgando el arma de su dedo a modo de rendición, mientras los demás hacían lo mismo guardándolas.

-Ay Yoongi, Yoongi, me conoces y sabes que estoy solo acaba de empezar- dijo con una enorme sonrisa para luego darse la vuelta y enfilar hacia la salida seguido de sus acompañantes mientras los otros se hacían a un lado para darle paso.

Minutos después oímos como un par de autos aceleraban a fondo alejándose, un silencio incómodo y pesado se había cernido sobre nosotros que no habíamos dejado de intercambiar miradas, Hasta que Mon todo coraje para romperlo:

-D, sabes lo que va a pasar…debes irte por un tiempo…- dijo para luego voltear hacia mi – y debes llevarla contigo, es la única manera en la que estará segura.

Este asintió y les hizo una señal para que esperarán en la sala. Luego se sentó junto a mi en la cama.

-bebe, perdona por lo que acaba de ocurrir, solo debo pedirte que me sigas sin hacer preguntas, se que en este momento debes de tener muchas, a su tiempo las contestaré todas.

Ahora por favor vístete y recoje algo de ropa que creas puedas usar- dijo señalando al armario frente a la cama y dejando un leve beso en mi frente antes de ir con los demás.

No entendía nada pero obedecí, no sabía en qué me había metido pero donde el estuviera me sentía segura.

Yoongi:

Todos me veían desde sus lugares desperdiciados por mi sala, sus caras estaban tan largas como la mía, no era miedo eso es algo habíamos perdido hace mucho, este tipo de cosas eran corrientes y de haber ocurrido entre nosotros no habría ningún problemas pero al haber alguien inocente en medio era algo que nos sobrepasaba haciendo que toda calma desapareciera.

-donde irán? – pregunto Mon cuando me vió entrar.

-donde ya sabes- conteste secamente recibiendo un asentimiento de su parte.

Cuando Tae estaba por hablar se quedó mirando detrás de mi y volvió a cerrar la boca, seguí su vista para encontrarme con el imagen más pura y tierna que mis ojos hubieras visto, Jangmi estaba allí con unos pantalones negros demasiado grandes para ella que gracias al cinturón se mantenían en su lugar, una camiseta de tirantes que se ajustaba a su cuerpo perfectamente y una de mis camisas tapando su pequeño cuerpo, parecía una luna usando la ropa de su padre, debía de tener una cara de idiota al mirarla pero no podía evitarlo.

-tae, traele unas botas del atico- ordene sacándolo de su sorpresa, no me gustaba que la viera así.

-ok, enseguida- dijo levantándose rápidamente y deteniéndose cerca de ella- peeero…de que talla?- le pregunto poniendo la cara más tonta que le he visto desde que lo conozco.

-del cinco- respondió jangmi tímidamente.

-enseguida mi señora!- dijo haciendo una estrafalaria reverencia para luego salir rápidamente.

Mon y yo nos vimos para luego poner los ojos en blanco.

-no de nuevo- dije

-parece que si…- dijo Mon en respuesta.

Mientras hablaba con Mon y los otros chicos, ví un Tae muy contento entrar a toda carrera llevando a jangmi hacia el sofá para ayudarla a ponerse las botas de combate, explicándole paso a paso como atar las agujetas y dando palmadas cada vez que ella entendía y lo hacía, se veían como dos niños pequeños, lo cual me hizo pensar una vez como este crío había podido sobrevivir aquí siendo así y haciendo que la culpa pesará al saber que por mi culpa ella ahora estaba en peligro.

-el auto ya está listo, D- dijo uno de los muchachos.

-gracias felix- dije rápidamente.

-entonces nos vemos allí?- pregunto Mon dirigiéndose a mi.

-si, esperan dos días y allí nos veremos- conteste.

-dos días!?, Eso es mucho tiempo!!!- dijo Tae con un puchero -yo quiero ir con ustedes, Jangmi es muy linda y divertida!.

-Jangmi es mi…-todos miraron hacia mi ,incluyéndola, sus ojos brillaban- …invitada, ya quitaré y deja de molestarla!.

A pesar del nerviosismo reinante Tae explotó en risas, haciendo que todos, o casi reaccionaran igual, escucharlos reír me hacía tener esperanza, sobre todo su risa, su risa era leve, suave.
-ya, no empieces tae- lo regañe- jangmi, tienes todo lo que necesitas?- ella asintió- entonces vámonos.

ATRAPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora