XXIII.- El Dolor de una Muerte

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Después de que la muerte se llevará a Kate, una ambulancia llegó llevándose al castaño al hospital de manera rápida; Derek no se separo de su pareja hasta que tuvieron que llevárselo a cirugía. Cinco horas más tarde el doctor salió con un rostro relajado acercándose a la manada, el castaño estaba salvo y estable, habían podido sacar las tres balas y solo había tenido una pequeña hemorragia interna que pudieron controlar, eso logro calmar a todos, ahora solo quedaba esperar a que el agente despertara.

Stiles abrió los ojos dos días después de que llegara al hospital, a su lado estaba Derek sosteniendo su mano con fuerza mientras su mirada estaba fija en él, su rostro tenía una sonrisa de alivio.

- Hola alfa – le dijo Stiles esbozando una ligera sonrisa

- ¿Cómo te sientes?

Stiles se sentó con la ayuda de Derek y tomó un poco del agua que le ofrecía el alfa.

- Algo adolorido pero bien, ¿qué sucedió?

La puerta fue abierta en ese momento por Chris quien sonrió con ternura y tristeza al ver a su pequeño.

- Yo puedo decirte eso, ¿nos dejarías solos?

Derek asintió dejando un suave beso en la frente de su castaño para después salir de la habitación. Chris se sentó en la cama tomando la mano de su hijo entre la suya, Stiles sabía que lo que le fuera a decir su padre no sería bueno, lo conocía.

- Fuiste herido, tres balas en tu pecho, estaba realmente mal. Ibas a morir – cerro sus ojos tratando de olvidar la imagen de su hijo en el suelo cubierto de sangre – La muerte apareció y te iba a llevar pero Kate... Ella suplicó y lloro porque no te llevará, ofreció su vida a cambio de la tuya – los ojos del menor se abrieron – Al final tu tía se sacrificó por lo que más amaba e la vida – paro un momento viendo los hermosos ojos del castaño – Siempre fuiste tú, era su debilidad a pesar de todo siempre fuiste lo que más quiso en este mundo – Stiles cerró los ojos con pesar – Su velorio es pasado mañana, hablé con los doctores y mañana te darán de alta

- Gracias por decirme, me gustaría estar solo – susurró Stiles sin apartar su mirada de su regazo

- Esta carta llegó a casa ayer, es para ti de parte de Kate – le dijo el mayor extendiendo un sobre con su nombre

Stiles asintió de manera silenciosa y tomó el sobre entre sus manos, Chris se levantó acariciando el cabello de su hijo para después salir de la habitación y decirles a los demás que el castaño necesitaba un tiempo a solas.

Dentro Stiles se encontraba con la mirada en el sobre, acarició con ternura y delicadeza donde estaba escrito su nombre con esa hermosa caligrafía que aprendió amar con los años.

Stiles

No sé si debo de abrir el sobre, sabía que Kate moriría en algún momento, que pagaría por lo que hizo pero también en la batalla pude ver que aún me amaba, mi tía amorosa seguía ahí y ya no pude comprobarlo personalmente pero ella dio su vida por mí, me dio una oportunidad de vivir y ser feliz.

Solté el aire que retenía mientras comenzaba abrir el sobre.

Mica, mi pequeño guardián:

Sé que han pasado muchos años desde que te he dicho así pero nunca deje de considerarte ese pequeño niño que había dicho que sería nuestro guardián, aquel que siempre nos protegería.

Te fallé y decepcione pero lo peor de todo es que traicione tu amor y cariño, lamento haber hecho eso y sé que nunca me lo vas a perdonar y no hay nada que pueda hacer para compensar todo el daño que te he hecho. Estoy segura de que cuando recibas esto estaré muerta, sabía las consecuencias de esta batalla y sabía que mi tiempo ya llegaba a su fin, espero por lo menor poder salvarte y protegerte.

A pesar de los errores que cometí siempre me arrepentí, escuchar tus gritos y verte sufrir destruyó mi alma pero era demasiado tonta e ingenua y no supe ver mi error, no supe ver todo el daño que te causaba y me causaba a mí porque sí, pequeño siempre has sido lo más importante para mí.

Aún recuerdo cuando tu madre estaba embarazad siempre estábamos la dos emocionadas cuando te sentíamos, cando pateaste por primera vez al escuchar mi voz, mi alma se lleno por completo; cuando naciste y te sostuve en mis brazos me enamoré, tu piel tan pálida y delicada, tu hermosa constelación adornando tu piel me dejaron en las nubes, eras el bebé más hermoso que había visto y cuando abriste tus ojitos mostrándome ese bello color whiskey me robaste el aire y la capacidad de respirar por un momento, desde ese momento supe que debía protegerte, cuidarte y amarte como le prometí a tu madre.

Conforme fuiste creciendo fuiste llenándome más, eras mi pequeño, tan lindo, hiperactivo e inteligente, cuando llegó Allyson me llenaste más al ver lo protector que eras con ella, siempre buscaste cuidarnos a Chris, Allyson y a mí, a pesar de que eras tan solo un niño.

Mieczyslaw siempre fuiste, eres y serás lo más importante para mí, eras lo único que amo en esta vida y espero que seas feliz y que en algún momento puedas llegar a perdonarme y recordarme como la tía que te amo con toda su alma, la mujer que te amo y consideró como un hijo, como lo más importante en su vida.

Con todo mi amor y cariño.

Katherine Argent

Las lágrimas no dejaban de correr por mis mejillas, han pasado años desde que llore de esta manera, me duele el pecho. Ella siempre me amo, cometió errores pero nunca dejó de quererme.

Kate tu debías estar aquí para decirme todo esto.

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Dos días después Chris, Allyson, Stiles se encontraban frente a la tumba de la mujer que alguna vez fue amorosa y tierna. Derek se encontraba apartado junto con la manada, ellos solo estaba como compañía y apoyo para Stiles y Chris; Allyson nunca tuvo una relación con su tía así que no sentía nada por ella pero le dolía ver que su padre y hermano sufrían así que solo estaba a su lado tomando sus manos con fuerzas.

Unos minutos después todos se fueron dejando a Stiles con Derek detrás del castaño, El cielo se encontraba nublad y parecía que llovería, Stiles suspiró arrodillándose frente a la tumba acariciando la lápida con ternura para después dejar una rosa blanca.

- Kate sé que muchos te odiaran toda su vida y no te perdonarán jamás por lo que has hecho porque fue demasiado grave pero ahora puedes descansar en paz, yo te perdonó – susurró Stiles dejando que una lágrima corriera por su mejillas 

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