𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 4

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Espero que alguien siga leyendo y estaba esperando otro capitulo de la fic...al final del capitulo hablare un poco, mientras disfrutenlo 

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El bullicio que se concentraba en el área de pediatría en el hospital Charing Cross era por encima de lo molesto para aquellos que no soportaban los hospitales y mucho menos en esa área en específico, la gente que esperaba comenzaba a desesperarse, unos más aburrirse, contaban los minutos para irse de una vez por todas de ese lugar que les provocaba algunos escalofríos otros tanto hasta cierto punto, miedo.

Louis llego caminando lo más rápido que le permitían sus cortas piernas, mientras iba con la cabeza baja y el rostro rojo por las lágrimas,por más que quería retenerlas no pudo al salir del consultorio de Harry, se sentía estúpido en todos los sentidos posibles.

Lo único que quería hacer era irse de ahí, manejar y perderse por la carretera, pero no podía porque tenía un sinfín de pacientes a la espera del doctor que atendería a sus pequeños, ya sea por chequeo general o por alguna cita; además era preferible quedarse en el hospital que irse, así podía olvidarse de todo lo ocurrido hace unos momentos. Volvió a dar otro largo suspiro, tratando de apaciguar su ritmo cardiaco y sus ganas de soltarse a llorar como alguno de los pequeños que no querían ser inyectados y temían por el dolor que este les causaría, bueno Louis no temía ser inyectado, pero si tenía miedo al futuro de su vida, de él, de las cosas que podrían llegar a pasar, temía por ser lastimado por él mismo.

Secándose las pocas gotas saladas que salían de sus zafiros ojos, se propuso a dirigirse hasta su consultorio, vio las personas que esperaban impacientes por la llegada del pediatra, avanzo más rápido encontrándose a Camila en su camino, diciéndole si pasaba al primer pequeño que solo venia para un chequeo general, el castaño solo asintió, pero Camila lo vio mal y tenía que ver en que podía ayudar al doctor.

— ¿Louis, estas bien? ¿Te encuentras bien? ¿Todo bien? - Camila cuestiono al castaño, pero él solo asentía, no quería darle explicaciones a nadie menos en el trabajo — ¿te puedo ayudar en algo? - Louis asintió mientras la chica esperaba su respuesta.

— ¿Puedes traerme una taza de café, por favor? Se que no eres nadie para traerme algo así, pero en verdad lo necesito, necesito estar despierto para el trabajo y siento que en cualquier momento me quedaré dormido en media consulta, si no es tanta molestia. —

La chica de cabello negro asintió muy rápido yendo hacia la cafetería del hospital, recordando que lo quería con solo una cuchara de azúcar, la chica se encamino hacia el lugar pensando que le habría pasado al doctor, ya que era muy raro por no decir demasiado, que él bebiera café, pues ya era conocedora que el castaño no era fan del café y que siempre bebía té, pues él preparaba su bebida, agregándole que lo vio con los ojos algo rojos y brillosos, como si hubiera llorado.

Llego a la cafetería, no era necesario que lo pidiera, podía prepararlo, y así lo hizo. Cuando termino solo rogó el no quemarse pues estaba demasiado caliente, conforme retomaba su camino, una chica rubia de ojos azules la saludo amablemente.

— Hey, Camz, ¿Cómo estás? —.

— Bien, bien, ¿Cómo esta usted, doctora Swift?- la rubia la quedo mirando con el ceño fruncido ante su saludo- Oh, si perdón, Tay- Camila sonrió algo avergonzada por la libertad que le daban en aquel hospital de llamar a los doctores por sus nombres o por su apelativo, pues en el antiguo hospital donde ella trabaja los doctores eran llamados por eso, como "doctor x" nada de llamarlos por sus nombres, pues según en el hospital donde trabajo había niveles, puff sí, niveles, en sin en cambio este hospital a pesar de haber llevado a penas cuatro meses ya la habían echo sentir en familia, por eso siempre se levantaba con una sonrisa en su rostro, porque según lo que Louis le había dicho, en el Hospital Charing Cross, todos ahí eran un equipo y nadie era mas o menos que otro, todos eran indispensables, por eso le encantaba dirigirse a su trabajo todas las mañanas. – Perdón, es que aun no me acostumbró a llamar por sus nombres a los doctores-.

Over Again - Larry StylinsonWhere stories live. Discover now