𝑮𝒖𝒊𝒍𝒕𝒚 // 𝐽𝑎𝑒𝑑𝑜

7 // Una mala decisión.

—¿Que pasa? —Dong-young se acercó con cuidado a Yoon Oh, quien acababa de cortar la línea, nervioso y cubierto repentinamente de sudor— ¿Quien era?

—Yo... —Yoon Oh no sabía que decir—. Yo tengo que ir a la estación de policía. Ahora mismo —parecía que le costaba hablar. A Dong-young le costaba creer aquel cambio en su comportamiento tras una simple llamada.

Supongo que unas simples palabras pueden cambiar muchas cosas, ¿no es así?

Dong-young se acercó a Yoon Oh y rodeo sus hombros con su brazo, mientras le acariciaba la raíz del cabello, tratando de calmarlo.
No estaba seguro que cuál era la causa de su exaltación, pero no parecía encontrarse nada bien.

Quizá aquel no había sido un buen día para presentarse allí.

¿Era su culpa que estuviera tan nervioso?

¿Estaría mejor si él no estuviera ahí?

—Yoon Oh —trató de llamar su atención, mientras apartaba su brazo—. Perdón por haberte molestado. Deberías ir a la estación si es urgente, yo me marcharé a mi casa —suspiró con tristeza.

Yoon Oh agarró su brazo antes de que este pudiera dar siquiera la vuelta.

—Deberías venir conmigo —le dijo serio, más calmado. Aquello no parecía una sugerencia—. Creo que esto podría interesarte.

¿Interesarle? ¿Que era esto, de todas formas?

—No te entiendo, ¿como tendría que ver conmigo?

—Es sobre las desapariciones —Yoon Oh no le dejó continuar hablando—. Puede que te afecte a ti directamente. Puede que descubramos algo.

Dong-young no sabía si quería ir con aquel chico. Sentía las ganas, repentinas, de irse. Realmente quería irse.

—Deberías venir —le rogó Yoon Oh con hilo de voz. Dong-young vio sinceridad en sus ojos.

—Esta bien —cedió finalmente, sintiéndose algo nervioso—, iré.

Yoon Oh sonrió débilmente.

⚠︎⚠︎⚠︎

Seungcheol miró a su alrededor nervioso.

—¿Cuando llegará? —se acomodó la gorra, mirando a través del cristal de la comisaría, esperando a ver alguna señal de vida con forma de Jung Yoon Oh.

Mark se unió a él.

—Estoy seguro de que no le faltará mucho —comentó mientras miraba a los lados de la calle.

Poco después de haberlo dicho, las siluetas de Yoon Oh y Dong-young se vislumbraron frente a la puerta de la comisaría para irrumpir en el lugar.

—¿Que ha pasado con Johnny? —pregunto casi inmediatamente Yoon Oh, sujetando los hombros de Mark, quien se veía tan decaído como él.

—Ese es el problema, Yoon Oh. No lo sé. El no ha vuelto. Han pasado más de un mes  pero no hay señales de vida de su parte. Supuestamente, su familia lo estaba esperando el 13 de Octubre para una cena familiar.

Yoon Oh se sentó, abatido. Mark le acompañó, el resto de policías discutían también sobre el asunto. Intentaban de hacer preguntas a Yoon Oh. Este solo quería estar tranquilo. Convenciendo se de que todo estaba bien.

Dong-young no sabía qué hacer, se sentó en otro lugar, apartado. No quería llamar la atención, no otra vez.

—¡¿Más de un mes!?¡¿Y no te habías dado cuenta hasta ahora!? Esto es increíble... —Yoon Oh estaba furioso.