Emilian se empieza a despertar por los rayos que atraviesan la ventana de su living.
Mira hacia su izquierda y ve que su amigo sigue durmiendo. Decide levantarse para dirigirse hacia el baño, se asea y cuando termina sale de este; pasa hacia su dormitorio y ve que también sus otros dos amigos siguen dormidos -ríe por lo bajo por la posición en la que estaban, literalmente se podría decir que un tornado paso por encima de ellos- toma un conjunto de ropa y se lo coloca.
Sale de su dormitorio y se aproxima hacia la cocina, donde comienza a preparar el desayuno.
Estaba tan concentrado en lo suyo que cuando escuchó un ruido por parte del living se asustó; se fue a fijar si estaba todo bien con su amigo Lucas, y efectivamente lo estaba, se había despertado y estaba como sus otros amigos, como si un tornado hubiera pasado por encima de el.
-- Buenos días -- dijo con voz ronca el más alto, le contesta con lo mismo y se aproxima a acomodar las sábanas, seguido de las almohadas, terminando en acomodar el sofá-cama en un sofá. Mientras, Lucas se dirigía hacia el baño a paso de tortuga mientras bostezaba.
Emilian una vez que terminó volvió a su puesto de cocina y siguió con lo suyo, hasta que recibe una llamada.
Era su tío, Rafael.
-- ¡Hola hijo! -- se escuchó desde la otra línea apenas respondió la llamada el menor.
Rafael lo quería como a un hijo, por ende el apodo con el que le llama.
Comenzó a llamarlo de esa manera desde que Emilian paso por la separación de sus padres -ninguno de estos se hizo cargo del menor- Rafael tomó el puesto de padre y madre, crío, educó y demás a el menor, hasta que cumplió los dieciocho y este se adentró a la universidad.-- Hola tío, ¿Cómo estás?
-- Bien hijo, te llamaba para decirte que hoy me llamaron de la empresa y entre charla y charla me dijieron que tenían un puesto libre ¿Querés aprovecharlo? -- Emilian está desempleado, hace más de dos semanas que lo despidieron de la empresa en donde el trabajaba, por ende ahora sus amigos estan como están, lo llevaban a fiestas para que se distraiga y no caiga en un "pozo depresivo" -como sus amigos le decían-, cosa que a Emilian no le importo mucho, si bien amaba el trabajo y el puesto que tenía en esa empresa, no podía hacer nada al respecto para que se lo devolvieran.
Intentó, pero no resultó.
-- ¿En serio? -- respondió con un leve tono a emoción.
-- ¡Si! Mañana lunes hacen entrevistas, así que prepárate.
-- Okey tío... Muchas gracias, en serio.
-- No es nada hijo, la empresa se llama ****, y la dirección es ****.
-- Bien, muchas gracias de nuevo tío, no se que haría sin vos, después te devolveré el favor -- sin darse cuenta, se le había formado una hermosa sonrisa en su rostro, Rafael se podría decir que era unos de los pocos afortunados en ver esa hermosa sonrisa.
Se escuchó por la otra línea como rio y dijo -- No es nada, y me lo puedes devolver haciendo esa torta que tanto amo, ahora mismo quiero una -- decía con antojo.
También rio Emilian y respondió -- Okey tío, ahora estoy con mis amigos, después hablamos ¡Adiós! -- se despidió y, al darse vuelta, vió como su amigo Lucas se babeaba al ver el desayuno apunto de ser servido en los platos.
-- Que rico... -- comentó mientras una gota de saliva se resbalaba por su boca. La limpió con su manga.
Éste al ver el espectáculo que estaba haciendo su amigo por un simple desayuno de waffles con huevo revuelto, rodó los ojos, río por lo bajo, y siguió con lo suyo.
-- Levanta a Martin y a Miriam, ya está el desayuno -- dijo una vez que terminó lo que hacía, acomodó y sirvió el desayuno en los respectivos platos y los colocó en la península.
Mientras hacia eso escuchó como Lucas despertaba a sus amigos a los gritos y estos le respondían con insultos.
Los nombrados se levantaron e iban en fila hacia el baño, su aspecto estaba hecho un espectáculo, tenían los pelos apuntando en varias direcciones, baba seca por la comisura de sus labios junto con los ojos entrecerrados.
Lucas y Emilian se acomodaron en los puestos de la península, seguidos de sus otros dos amigos que recién salían del baño.
Una vez que desayunaron, cada uno se dirigió hacia su respectivo departamento, como no quedaba tan lejos Emilian decidió acompañarlos.
-- Bien, ahora sí, nos vemos -- se despidió Emilian de sus amigos, Miriam y Martin, quienes viven juntos.
Mientras, Emilian se dirigía hacia su departamento, pero se encontró en una situación que nunca antes creía que le iba a suceder.
Le estaban asaltando.
-- Dame todo -- dijo un hombre con capucha, tenía un arma apuntandolo.
-- B-bueno... -- dijo sin más, en momentos como esos -donde el asaltante tiene un arma- no se puede hacer nada. Emilian se hubiera defendido, claro, si no tuviera un arma apuntando en su cabeza.
Pero como si el destino estuviera hoy de su lado, apareció alguien de estatura baja con traje y un muy bien aspecto; este empezó a pegar al asaltante, como si nada, como si el extraño no tuviera un arma en la mano.
Un golpe, dos golpes, tres, treinta en la cara y el asaltante ya se hallaba inconsciente en el suelo.
Emilian al ver la situación se quedó perplejo, no sabía que hacer o decir. Lo único que pudo articular fué:
-- Wow... Ehm... Gracias -- miraba asustado y asombrado a su "salvador".
El de traje chasqueo su lengua y respondió -- No es nada -- sin más, tomó camino hacia el lugar donde se tenía que dirigir -mientras agarraba un pañuelo y limpiaba la sangre que tenía por sus dedos-, pero fue detenido por el menor.
-- ¿Cómo te puedo devolver el favor? -- agarró su brazo derecho.
-- No hace falta, ahora mismo estoy apurado así que no me retengas -- respondió el de estatura baja y se zafó del agarre de Emilian, al parecer no le gusta el contacto físico, pensó.
-- Disculpe... Por lo menos ¿Podría saber su nombre? -- era lo menos que podía hacer Emilian, saber el nombre de quién lo salvó.
-- Levi, Levi Ackerman -- dijo mientras se daba vuelta para mirarlo a la cara y darle una mirada fría y profunda. Se retiró.
Por mientras Emilian se quedó perplejo, una vez más; llamó a la policía para que capturaran al asaltante.
Una vez que le atendieron le dió la dirección y demás, y en menos de diez minutos fueron a el lugar, fueron rápidos, pensó Emilian un poco molesto; en otras ocasiones, cuando el asaltante está en acción, los policías suelen tardar más.Una vez que el interrogatorio de la policía con el menor concluyó, el policía preguntó.
-- ¿Se podría saber quién fué el que lo ayudó? -- éste mantenía una libreta en manos y anotaba todo lo que el menor decía.
-- Ehm... No sé si debería decirle el nombre... -- supongo que no sucederá nada malo si le digo el nombre, total son policías, no le harán nada. Pensaba el menor mientras el policía lo observaba con una mirada reprobadora y esperaba el nombre -- Levi Ackerman -- terminó por decir.
-- Me imaginaba -- respondio el policía y anotaba en su libreta el nombre de Levi.
Sorprendido el menor contestó -- ¿Por qué?
-- No es uno de los primeros casos en dónde Levi Ackerman salva a alguien que está siendo asaltado -- comentaba con leve tono a orgullo.
-- Ya veo... -- se había quedado, nuevamente, perplejo y sorprendido. Supuso que fue pura suerte que justo ese tal Levi Ackerman apareciera en el momento justo, pero algo le decía a el que no.
Sin mas rodeos, se despidió del policía y vio como se llevaban al asaltante en el auto.
Ahora sí, tomo rumbo hacia su departamento.
Supongo que tendré que hacerle caso a Armin, me compraré una taser.
***
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[Eren x OC] - Yaoi/BL 《PAUSADA》
DiversosSNK | AU! Moderno. Pareja principal: Eren x Emilian [OC/Personaje Original de mi Autoría.] (Créditos de la portada a su respectivo artista.) Todos los personajes de Shingeki No Kyojin/Attack on Titan pertenecen a Hajime Isayama-sama.