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Las nauseas aumentaron distrayéndolo de su trabajo, el aroma del aceite y la pintura lo mareaban de forma exagerada, no resistiría un momento mas...Corrió hacia el baño quitándose su overol para no mancharlo, no quería que sus compañeros  sospecharan mas de su estado. Sabia que estaba en boca de muchos el tema de sus nauseas y mareos pero no debía darles un motivo para llenarlo de preguntas que claramente no iba a contestar. 

Cuando bajo la tapa del baño y sus arcadas pararon, puso sus manos sobre el lavabo y miro su reflejo en el espejo. Su rostro empezaba a engordar cosa que lo ponía nervioso y sus ojeras delataban las horas pasadas en el baño o viendo tele para no tener que dormir y ver sus horribles pesadillas. Su mirada paso a su estomago, con ropa holgada aun podía ocultar su creciente pancita pero el overol no era de mucha ayuda. Le cortaba el aire al ser demasiado ajustado y marcaba su cuerpo de una forma un tanto incomoda, suspiro recordando que las ultima semanas había tenido que aguantar la burla de su "familia" de que estaba engordando. Aun no podía decirles...aun no. 

Un leve toque en la puerta lo saco de sus pensamientos, lo necesitaba un cliente y aparte todos lo esperaban preocupados. Se puso de nuevo su ropa de trabajo y salió dando la mejor sonrisa que pudo, después de calmar a todos sus compañeros siguió trabajando. Cuando llego la hora de salida subió a la planta de descanso para cambiarse, ya no podía hacerlo en los vestidores por miedo a que le dijeran algo de su físico. Cuidando no ser visto se quito la playera y los pantalones poniéndose su ropa de civil, salió rumbo a la carretera después de despedirse de sus amigos y asegurar que pronto estaría en casa. Ese día le tocaba cita con el doctor para ver como iba el primer mes y medio de su embarazo y comprar mas pastillas para sus mareos, estaba por pedir un taxi cuando un coche se detuvo frente a el y su jefe le hizo señas de que subiera en el. Trago saliva y armándose de valor subió al asiento del copiloto, al auto arranco conduciendo sin rumbo alguno hasta que la voz del alfa interrumpió el silencio.

-A donde te llevo, Yun? -dijo el mas alto con la vista al frente

-A la tienda de lopa, polfavol -dijo el asiático algo nervioso, sus planes se habían arruinando ahora que había aparecido su jefe.
No podía dejar que viera que iba al hospital y lo único que se le ocurrió fue ir a un lugar cercano y caminar desde ahí. Miro disimuladamente a su jefe, tez morena, ojos grises, cuerpo ancho y fornido, sonrió para sus adentros recordando los momentos de intimidad que habían tenido y suspiro pensando en el secreto que le guardaba desde hace semanas. El alfa noto el cambio de humor del omega pero se abstuvo de preguntar, sabia que si algo malo pasaba se lo diría, o eso quería creer. Miro al pelirrojo, este veía distraído por la ventana de alguna forma ese rostro asiático le parecía toda una obra de arte. 

Sonrió y aparco su coche frente a la tienda, espero a que el menor bajara y lo siguió. Este asustado por si lo seguía se volteo a verlo y su cara palideció cuando lo vio recargado en el coche sonriéndole. Maldición, no se iría por nada del mundo; entro a la tienda y fingió buscar algo. Acercándose al encargado le pregunto si no había una salida trasera o algo para irse sin ser visto, este titubeo durante unos segundos hasta que un fajo de billetes fue puesto en su mano. Llevo al omega hasta los vestidores y moviendo uno de los muros lo dejo ver una puerta que daba hacia la parte trasera del hospital, después de agradecer al joven el asiático salió por aquella puerta pidiéndole disculpas mentalmente a su jefe por dejarlo solo pero era importante saber el estado de su cachorro. 

Saco una capucha dentro de su chamarra y se la coloco al entrar al hospital, sin preguntar por el doctor camino directamente a su consultorio y cerro la puerta tras sus espaldas. Al voltearse y ver la cara de susto del medico suspiro frustrado, genial, no se había salvado de dar explicaciones.

ARMANDO

Miraba su reloj algo preocupado, el chino ya llevaba media hora dentro de la tienda de ropa. El frio comenzaba a inundar la noche por lo que decidió subirse a su auto y ahí esperar a su amigo, cerro sus ojos un momento y empezó a soñar.

 Iba caminando por un prado era algo muy hermoso en verdad, el sol estaba por ponerse y se reflejaba en un pequeño lago al final del campo. Miro a su alrededor cuando oyó risas, eran risas infantiles de un niño de 3 o 4 años. 

Alguien paso corriendo junto a el, conocía el cabello rojo de esa  persona, era Yun. Que hacia el ahí? 

Corrió detrás del chino durante varios segundos hasta que este se detuvo y cargo en sus brazo a un niño, este tenia el pelo negro y cuando levanto la cara pudo ver unos lindos ojos verdes, así como los del chico.

Ambos se veían tan felices.....

Yun tomo su mano  y jalo de el hacia una casa, era algo pequeña pero para esa familia era suficiente. El ruido de un coche hizo voltear a Armando, era una camioneta negra como las que la mafia usaba. La ansiedad se vio reflejada en el rostro del pelirrojo quien corrió hacia la casa abrazando al niño contra su pecho.

La camioneta los alcanzo y se interpuso en su camino, unos sujetos vestidos de negro bajaron de esta y dirigiéndose hacia Armando lo inmovilizaron. 

Uno de los tipos le jalo el cabello obligándolo a ver hacia adelante, habían agarrado de igual forma a Yun y a el niño. Las miradas de la pareja se cruzaron y Armando pudo leer en la mirada del asiático un dolor inmenso. 

Apuntaron con una pistola a las personas frente al alfa y les pegaron un tiro, lo ultimo que vio antes de despertar fueron los cuerpo cayendo sin vida...

Se despertó asustado, nunca había tenido una pesadilla donde saliera alguno de los miembros de su familia/mafia y mas aun Yun. Por que había un niño en su sueño? Suspiro frotándose la cara para intentar olvidar aquella escena, miro a su alrededor y se dio cuenta de que unas luces empezaban a iluminar el cielo. Golpeo el volante enojado, se había dormido mas de cuatro horas; iba a gritar cuando unos ronquidos le hicieron pegar un salto en su asiento. Yun estaba dormido en el lugar del copiloto y se agarraba de forma protectora el estomago cosa que paso desapercibida por el alfa, sonrió y quitándose el abrigo lo puso encima del omega. Al llegar a la sede para no despertarlo lo cargo en sus brazos y lo llevo a su cuarto arropándolo con las  delgadas sabanas de su cama, le dio un beso en la frente y salió del lugar dejando al chino con una sonrisa en la cara. 

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Hola! 

Primera parte UwU, espero les haya gustado...No olviden comentar y votar!

CREDITOS DE LA IMAGEN A SU RESPECTIVO AUTOR

"Uno Mas Uno, Son Tres" Yunando OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora